Errapel Mentxaka |
Zorionak, Rapel, asentado en el aposento que Jesús diseñó
y preparó en persona para ti.
Tus manos trabajadas y trabajadoras, larguísimas más
que nunca tu última noche entre nosotros, palpan cada fragmento de luz y color.
No por buscarlos, que ya los posees. Sino gozando por ellas la plenitud que es
ya tuya.
No fuiste arquitecto, fuiste artista.
Irrumpiste como un borbotón de una fuente divina. Y la misma fuente de la vida se convirtió en tu propio cauce, recreándote cada momento hasta colocarte en el océano, su océano, tu vida divina. Las aguas de tu corriente se encabritaron una vez. Pacífico Rapel, una vez las aguas de tu corriente se encabritaron; las dirigiste contra ti mismo; te incorporaste a quienes cavaban tu soledad; te heriste… y saltaron daños colaterales, a una serie de personas que te querían…
Tu fuerza de paz se impuso; sentado ya no contra, sino
a la misma ventana, poco a poco, lentamente, fuiste convirtiendo de nuevo todo
tu espacio en vano abierto y acogida tierna. Hasta acabar en puro afecto y
reclamo de afecto y borbotón de cariños, haciendo paradójicamente felices,
cuanto más con tu dolor, a cuantos se te acercaron. La suavidad de tus manos de
pincel eran entonces pura fuerza acercando cabezas a tu pecho, enlazando dedos,
convirtiendo cuanto eras en pura palabra.
No fuiste arquitecto; ni quedaste en artista; a lo
largo de toda tu vida fuiste más que manos, con ser preciosas las tuyas; esculpiste
los mejores murales con tu corazón divino.
Sonríe contemplándolos, esos murales, pues permanecen en tu cielo: mira
cómo tu mano derecha recrimina cariñosamente a tu izquierda, por nunca haber
sabido nada de ella, como te pidió el evangelio; mira tu iglesia y coche
quemados por el fuego anunciado en la bienaventuranza, si defendías el Reino;
recuerda tu huída impuesta por miembros de un colectivo que te arruinaron y
amenazaron, por decirlo con un lenguaje, no el tuyo, pero este mío, sí, fiero.
Y tantas otras referencias que muchas manos querrían saber de tu izquierda.
Me referiré a dos, sí, sólo a dos, si me dejas. Muy al
principio, recién huérfano de hermano y padres, te aparecieron dos casaditos
sin casa... ¿Recuerdas? Les diste la
llave y "es vuestra", convirtiéndoles en casados con casa. Y mucho
más tarde, aquella parroquia obrera... En la Asamblea dominical (la que es de
verdad Cáritas, su corazón y bolsillo y las manos que dan y reciben...) dijisteis
tras la colecta "coge si necesitas" (los ojos de los que
reciben y dan hilando sonrisas)... ¿Recuerdas?
Rapel, habla con tus manos y corazón al Padre, de
nosotros.
20 de febrero de 2015
Txelis
los espacios ordenó, diseño, provocó..... para el encuentro: comunitario y con Dios.
ResponderEliminarY todo lo dejo.
Desde que recuerdo, desde la infancia, fue mi amigo, el que siempre estaba. Txelis, te doy las gracias por saber expresar y compartir su sencilla grandeza. Yo no tengo palabras.
ResponderEliminarMe identifico con lo expresado por Eguiraun sobre Rapel. También con lo que poéticamente escribió Txelis Beltran sobre nuestro común compañero y AMIGO Rapel. Eskerrik asko a Txelis y a Joseba
ResponderEliminarAnton L.