domingo, 21 de agosto de 2011

S. GALILEA Y A. PAOLI SOBRE EL DOMINGO 22 DEL T. O.


LA CRUZ: CAMINO DE LA LIBERACIÓN Y SANTIDAD

 Mt 16, 21-27)

Fue muy difícil para Jesús explicar a los discípulos su camino de liberación y santidad. Estos siempre pensaban en una liberación temporal, en que Je­sús, como Moisés, iba a conducir el pueblo judío a la libertad de la domi­nación romana y herodiana.


Pero como la liberación de Jesús quería ser más radical —quitar el pecado como raíz de toda servidumbre personal y política— su camino tenía que ser igualmente radical: clavar la cruz en el corazón del mal. Solo la cruz de Jesús destruye el pecado en su raíz. El mal puede ser atacado, podado, moderado, en sus manifestaciones, en sus ramas, por medidas económicas, caritativas, culturales, sociales, psicológicas, etc.... Pero esas liberaciones quedan siempre parciales y precarias, pues al no llegar a la raíz de las servidumbres, el mal vuelve a surgir de otras maneras y en otros sec­tores. La liberación que nos trae un Dios crucificado, es radical, decisiva.

Por eso Jesús no perdía ocasión de inculcar que el camino de la libera­ción es el camino de la cruz. (Puebla 278). Los discípulos no entendían, se turbaban como lo muestra el Evangelio de hoy. Pedro, el dirigente, el fu­turo jefe de la Iglesia, es el más chocado. El problema está en saber si nosotros, los cristianos, los dirigentes de la Iglesia, comprendemos mejor que los Apóstoles, nuestro camino y la liberación que ofrecemos a la his­toria. Si pensamos como los hombres y no como Dios. En la epístola de este domingo, San Pablo nos advierte contra el peligro de mundanizar y de hacer superficial la liberación cristiana...: "no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente..." En otra parte dirá: "...nosotros tenemos la mente de Cristo" ...y la mente de Cristo según este Evangelio es que no hay liberación sin seguimiento de Cristo, que se entre­gó hasta dar su vida. "El que quiera venirse conmigo, que se niegue, que cargue con su cruz y me siga".

Este camino de liberación y santidad no es solo personal. Es eclesial. Nuestras comunidades de base tienen que liberar en esta línea, y esto ya está sucediendo en muchos países, donde son acusados y perseguidos por su fermento cristiano, social y liberador. (Puebla 1138). El compromiso de la Iglesia liberadora la conducirá, si sus dirigentes son fieles, a la profecía de Jesús: "El tendría que padecer mucho por parte de los senadores, su­mos sacerdotes y letrados, tendría que ser sacrificado y resucitar..."

1 comentario:

  1. Curioso.

    Si la cruz aparece en las Jornadas Católicos y Vida pública su uso es desmedido.

    Si la cruz aparece como tema central en el comentario del Evangelio de S.Galilea a A. Paoli (y en la imagen corporativa del Foro), todo está en su sitio.

    Sí Señor. Coherencia hasta el final. Todos por el mismo rasero.

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