sábado, 25 de noviembre de 2023

El falso caso de abusos en la Iglesia que Gabilondo no comprobó

La denuncia inventada pasó todos los filtros de seguridad hasta aparecer publicada en el informe del Defensor del Pueblo y en ‘El País’

Fuente:    Il Sismografo

Por   José Ramón Navarro Pareja - ABC.es

23/11/2023

 

«Seguro que sabes guardar un secreto? [...] no tengas miedo en tocarme los testículos, no pasa nada por eso, estando entre amigos’. Yo no le hice caso a ese requerimiento, aunque era inevitable que tal cosa pasara. Empezó a respirar fuerte y me di cuenta de que se estaba masturbando mientras aquello pasaba… ‘ Toma’, me dio una moneda de 500 pesetas para que me comprara bollicaos toda la semana». Este texto, y todo el «testimonio 359» que recoge el informe sobre abusos en la Iglesia católica del Defensor del Pueblo, y del que aporta parte de su relato en la página 246, es falso.

Así lo afirma un grupo de católicos que en el verano de 2022 decidieron crear la historia de un ficticio abusado, Sergio Gámez, tras una larga conversación en la que se mostraron preocupados por la «deriva» que estaban tomando las investigaciones sobre abusos, «Nuestro único objetivo era comprobar si las sospechas sobre el ‘modus operandi’ de estas investigaciones eran ciertas» , afirma Alfredo Fernández quien, como portavoz del grupo, ha accedido a explicar a ABC cómo procedieron y mostrar toda la documentación sobre el caso, la mayor parte correos electrónicos, que obra en su poder.

Así, de acuerdo a su versión, el testimonio fue recogido por la unidad de víctimas que creó Ángel Gabilondo y aceptado con la única prueba de un correo electrónico remitido al buzón que crearon. No se realizaron entrevistas personales ni telefónicas, ni ningún proceso de verificación, solo una petición, también por correo electrónico, para rellenar un formulario en el que se pregunta sobre las consecuencias del abuso.

Y no sólo eso. El testimonio había sido enviado antes a la investigación que, sobre el tema, realiza el diario ‘El País’, y, sin más comprobación que el propio correo electrónico, fue publicado en sus páginas e incluido en el tercer informe de abusos que el periódico envió tanto a la Iglesia como al propio Defensor de Pueblo. Además, la propia Iglesia católica, a pesar de que no fue capaz de encontrar ningún testimonio que lo corroborara, decidió incluirlo también entre los casos que entregó a Gabilondo. De esta forma, según el anexo al informe disponible en la página web del Defensor del Pueblo, en su página 34, el caso ocurrido en la parroquia Nuestra Señora de Aluche de Madrid (hoy desaparecida) fue corroborado por la Unidad de Atención a Víctimas del Defensor del Pueblo y remitido por la Iglesia católica y el periódico ‘El País’.

 

Campaña ideológica

Pero lo único cierto en este caso de abusos sexuales en la Iglesia católica es que es falso. Fernández prefiere mantener un velado segundo plano. «No pretendemos ser los protagonistas de esta historia», explica, para añadir que «el foco se debe poner en los malos procedimientos en la investigación, que hemos conseguido demostrar con esta acción». Y también deja claro, desde un primer momento, que con su acción «de ningún modo queremos denostar a las verdaderas víctimas, que las ha habido y es muy doloroso». Al contrario, afirma, su pretensión es que «se descubra cuales son víctimas de verdad, para así poder ayudarles, con la reparación necesaria, porque pensábamos es que detrás de esto sólo había una campaña ideológica, en la que no importaban las víctimas, sino denostar a la Iglesia».

La acción comienza el 21 de julio de 2022 creando un correo electrónico desde una cuenta gratuita atribuida a Sergio Gámez. Desde él, enviaron el testimonio al buzón creado por el diario ‘El País’ en el que el personaje ficticio afirmaba ser «una víctima de abusos de la Iglesia en Madrid» y pedía «justicia y que se sepa la verdad». Al tiempo, que solicitaba que no se conociera su identidad, ni se viera su imagen, ni «pasar por la vergüenza de que nadie (ni siquiera tus periodistas) me visite, me llame, ni tenga contacto conmigo».

A las premisas iniciales, le acompañaba un largo relato de un adolescente abusado por un catequista en 1991 en la parroquia de Nuestra Señora de Aluche, en Madrid, que dejó de funcionar como tal en 2018. Del abusador aportaban un nombre ambiguo, Emi, y un apelativo, Flores, que según el falso testimonio, decía no recordar si era el apellido o un mote. Y, entre el testimonio inventado de tocamientos y masturbación, un elemento clave, que permitiera una fácil identificación si luego iba a ser publicado, un ‘bollicao’, el dulce con el que el supuesto abusador obsequiaba a la víctima a cambio de que «guardara su secreto».

«Al día siguiente, uno de los periodistas se puso en contacto con nosotros por correo para agradecernos la confianza por contar algo tan íntimo y doloroso y pidiendo que precisáramos más el caso». Unos días después, el 2 de agosto, resolvían las dudas, de nuevo por email y, aparentemente, desde el medio se olvidaban del caso.

 Alfredo Fernández: «Con esta acción queremos poner el foco en los malos procedimientos. No queremos denostar a las verdaderas víctimas»

 

Mensajes evasivos

Sin embargo, en un nuevo correo a finales de noviembre, les pedía disculpas por no haber «tenido noticias mías en estos meses» y les planteaba que estaban preparando un nuevo informe sobre abusos, por lo que pedían un nuevo dato: el nombre del juez de la Rota que, según el testimonio, había llevado la nulidad matrimonial de la víctima, que había investigado en su testimonio que el trauma derivado de los abusos había desencadenado su fracaso matrimonial. Además, el periodista insistía en poder hablar por teléfono, e incluso le facilitaba el suyo para que se pudieran poner en contacto.

Fue en ese momento cuando el grupo se planteó si estaban yendo demasiado lejos con la farsa y decidieron dejar pasar unos días. Contestaron con un correo evasivo en el que afirmaban que no recordaban la información y que se pondrían en contacto en cuanto supieran algo. No fue necesario. El 14 de diciembre recibían otro correo en el que les daban la noticia de que su caso estaba incluido en el tercer informe sobre abusos en la Iglesia que realizaba ‘El País’, que sería entregado «al presidente de la Conferencia Episcopal y al Vaticano» como en los dos anteriores. Aunque «como novedad, también lo enviaremos a la comisión de investigación de la pederastia en la Iglesia del Defensor del Pueblo, activa desde el pasado mes de julio», les explicaban.

A partir de ese momento se precipitaron los acontecimientos. Cuatro días después recibían un correo con las enlaces al reportaje de investigación en el que incluían su caso, y al listado actualizado de acusados, donde constaban las iniciales del falso catequista. A finales de enero, por el mismo método, el medio de comunicación les explicaba «que el Defensor del Pueblo ha expresado su voluntad de contactar con todas las víctimas de pederastia eclesial que han escrito al diario ‘El País’», y les facilitaban los datos de la institución para que se pongan en contacto. Sin embargo, el grupo esperó más de mes y medio para contactar con el Defensor del Pueblo. Adjunto a su correo, le reenviaban el testimonio inicial que había desencadenado toda la «investigación». La respuesta de la Unidad de Atención a Víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica, creada por Gabilondo para esta investigación, les mostraba su intención de «recoger toda la información mediante entrevista telefónica, manteniendo tu anonimato», aunque añadía que «si no deseas ningún contacto diferente al del correo electrónico, si nos gustaría ahondar algo más en dos asuntos (...) las consecuencias y la revelación», para lo que adjuntaba un formulario. Respondieron sólo por email.

Pero tampoco acabó ahí. El 11 de abril, otra periodista de ‘El País’, recurría al correo electrónico para anunciarles que quería incluir su caso en un reportaje sobre los abusos en los Escolapios, la orden que regía la parroquia en el momento del supuesto abusado. Pidió de nuevo hablar con él, pero el grupo volvió a pedir utilizar solo el email. «Prefiero que las preguntas me las hagas por correo. No tengo ganas de hablar del asunto», decía el falso abusado. «Sergio, no te preocupes, está bien», le contestaba la periodista, a la par que le preguntaba si estaba dispuesto a salir en el reportaje con nombre y apellidos.
«Preferiría el anonimato total, pero aceptaría iniciales si para ti y tu artículo eso es importante. La foto no es algo que contemple», contestaba entonces el falso Sergio Gámez. Fue suficiente. El 7 de julio su caso salía en las páginas del diario, y el famoso «bollicao, ‘que entonces era un lujo’», aparecía impreso por primera vez. La siguiente sería el pasado 27 de octubre, cuando el Defensor del Pueblo incluía el «testimonio 359» en su informe.

Para el grupo, aquello derivó en una «sensación agridulce». «Se trataba de demostrar que con muy poquito, con un simple correo electrónico, sin dejarse ver, inventando los personajes y una historia sensacionalista, se llegaba al final del camino», explican a ABC. Y lo habían conseguido, «pero una vez demostrado que ni la investigación de diario ‘El País’, ni la del Defensor del Pueblo, ni la de la Iglesia hayan podido descartar un caso totalmente ficticio, nos queda la duda de cuántos más puede haber en ese informe, lo que nos hace dudar de su credibilidad, y acaba dañando a las verdaderas víctimas», concluyen.

 

ASÍ SE MONTÓ LA DENUNCIA

21 DE JULIO DE 2022 

Primer correo

El ficticio Sergio Gámez envía un correo electrónico a ‘El País’ narrando el abuso de un catequista laico, en 1991, en la parroquia Nuestra. Señora de Aluche de Madrid que ya no existe.

 

22 DE JULIO DE 2022

Respuesta del diario

Uno de los periodistas encargado de la investigación se pone en contacto con el denunciante y le pide más datos. Dos semanas después se los aportan.

 

14 DE DICIEMBRE DE 2022

Tercer informe de abusos

El diario les comunica que ha decidido incluir su caso en el tercer informe de casos de abusos que van a entregar a la Conferencia Episcopal y también, como novedad, al Defensor del Pueblo. La única información con la que cuentan es el intercambio de correos.

 

31 DE ENERO DE 2023

Invitación a participar en el informe de Gabilondo

El diario envía un correo al falso denunciante para invitarle a que participe en la investigación del Defensor del Pueblo. Lo envía y desde la Unidad de Víctimas le proponen una llamada telefónica o que conteste un cuestionario por correo. Optan por esta opción.

 

7 DE JULIO DE 2023

Artículo en ‘El País’

El caso sale publicado en un artículo que recoge los casos de los Escolapios. De nuevo les proponen contactar por teléfono, pero el falso denunciante rehúsa y sólo se comunica por correo electrónico.

 

27 DE OCTUBRE DE 2023

Informe del Defensor

El caso aparece en el informe del Defensor del Pueblo como «testimonio 359», Parte del escrito también se atribuye al «testimonio 35» en lo que parece ser un error tipográfico.

 

«Eliminaremos el caso si el informante retira la denuncia»

J. R. NAVARRO PAREJA

Fuentes de ‘El País’ han corroborado a ABC el intercambio de correos con el denunciante «para obtener toda la información posible» para incluirlo en el tercer informe elaborado por el diario, remitido a la Iglesia para que «la orden presuntamente involucrada pudiera investigarlo». También explican que para elaborar el artículo sobre los casos en los Escolapios, contactaron con la orden, «que declaró que daba total credibilidad a todas las víctimas que presentan acusaciones, aunque sólo una de sus tres provincias, y no la que comprende Madrid, accedió a informar de sus investigaciones».

Según ‘El País’, cuando las órdenes y diócesis comunican el resultado de sus investigaciones sobre los casos remitidos, el diario lo incluye en la fecha de su base de datos sobre casos de pederastia admitidos, juzgados o bajo investigación en la Iglesia española». «En este caso, si la persona que informó del caso retira sus acusaciones, se eliminará de la base de datos» concluyen.

Por su parte, desde el Defensor del Pueblo señalan que «el trabajo de recogida de testimonios ha sido escrupuloso» y se han descartado 32, por no tener contenidos suficientes. Añaden que el testimonio 359 «fue recogido de forma excepcional, a través de los textos de correos electrónicos» sin llegar a mantener un encuentro presencial. «Teniendo en cuenta ese formato excepcional de recogida de testimonio, se comprobó que coincidía con el que aparecía en el tercer dosier remitido por ‘El País’». También, «en el informe remitido por la diócesis de Madrid, aparecía descrito el mismo caso» añaden.

 

 

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