domingo, 9 de octubre de 2016

Jesús no optó por los pobres, sino que fue pobre


Aportación a los Planes de Evangelización

Comienzo de curso, comienzo del  necesario manoseo de papeles, por estas fechas con mayor coincidencias de temáticas, generales, universalizables  casi, de sincera orientación al pragmatismo…,  cuando me viene (que también uno colabora en planes), de Chércoles, por mí hasta ahora autor no leído, la lucecita que aporto. La ofrezco, transcribiendo, con mínima manipulación, las palabras de Adolfo:

“Jesús fue pobre, no optó por los pobres. Si no hubiese sido pobre, ¿habría podido decir lo que dijo? ¿Nos imaginamos un Jesús a caballo, con “pecho de lata”, una espada...? ¿Su mensaje hubiese interrogado a todo el mundo? Sin embargo, todos se sienten interrogados por el Evangelio. Y es que el lugar más bajo es el más universal.
 
“En la medida en que uno va subiendo escalones (del tipo que sean, de riqueza, o también de cultura…), serán menos los que lo escuchen y entiendan, y cuando llega a todo lo alto está solo. Lo más universal, lo más válido, lo más liberador... lo único que puede darnos acceso a la verdad, y no al cuento, es lo más bajo. Con qué cinismo desde el Primer Mundo lanzamos consignas teóricas al Tercero y nos “solidarizamos” con él, no estando dispuestos a reducir en lo más mínimo nuestro derroche y nuestros sutiles mecanismos de extorsión... 

“Nuestra solidaridad es un cuento porque la entendemos con mando a distancia…  Sólo en la medida en que asumamos la realidad del otro, en que hablemos desde abajo, podremos decir algo al hombre de hoy, al hombre de siempre, porque el Evangelio no pudo ser anunciado por una persona bien situada, con todo resuelto. Tres cuartas partes de la humanidad le echarían en cara: “¡Si tú vivieses como yo vivo!, ¡si tú hubieses pasado lo que yo he pasado…!” 

Pero sto nadie lo podrá decir. Desde abajo, Jesús interpela a todos.
“En el Primer Mundo nos hemos inventado la ‘opción por los pobres’. (Lo único bueno que tiene la frase es que no la entienden ni siquiera los mismos pobres. Nunca han usado la palabra “optar”. ¡Y que no la cambien! El día que se enterasen, nos sacarían los colores). En efecto, convencidos de su “autenticidad”, el único alcance que tiene es ponernos tantas condecoraciones, que nos falta pechera para colgarnos medallas, mientras al mismo tiempo vivimos sin que nos falte nada, derrochando, y lo que es peor, exigiendo.

Jesús no optó por los pobres, sino que fue pobre.
Optó por el ser humano, por todo ser humano.
Pero lo hizo desde los pobres, siendo uno de ellos.
Porque no se puede optar por el ser humano desde arriba.”

¿Qué tal si en vez de “optar” (que es hablar), “cambiamos” (que es hacer)?

¿Y los Planes? Por una primera vez, reducirlos a estrategias y acciones. Ambas cosas juntas, al final nos dan un Programa.

Txelis

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