Fuente: EL PAÍS
Por ÍÑIGO DOMÍNGUEZ
30/11/2025
VATICAN MEDIA
León XIV tuvo ayer el principal acto de diálogo y acercamiento con el islam de su viaje a Turquía y Líbano, al descalzarse y entrar por primera vez como pontífice en un templo musulmán, la majestuosa Mezquita Azul de Estambul. Sin embargo, a diferencia de lo que hicieron sus dos predecesores, Benedicto XVI y Francisco, cuando visitaron este lugar en 2006 y 2014, el Papa no tuvo un momento de oración, que inicialmente sí estaba previsto.
Estas visitas siempre son delicadas en las complejas relaciones entre la Iglesia católica y el islam, y se miden mucho los detalles. En el pasado, incluso hubo debates sobre cómo llamar a lo que hace o deja de hacer el Papa en una mezquita, si es una oración o un momento de recogimiento, para evitar controversias teológicas. Tanto de parte del catolicismo como de los musulmanes.
En las últimas décadas se ha considerado un paso claro de acercamiento entre ambas religiones el hecho de que recen juntos el Papa y un líder musulmán o que el Pontífice lo haga en una mezquita, como sucedió con Benedicto XVI y Francisco. Ese gesto fue especialmente importante en la visita del primero en noviembre de 2006, pues ese viaje se produjo dos meses después de la polémica de su discurso de Ratisbona, donde Joseph Ratzinger habló del uso de la violencia en el islam, y con frases sacadas de contexto se desencadenó una oleada de protestas en el mundo musulmán.
Incógnita sobre el motivo
Por eso sorprendió que León XIV no siguiera esa costumbre. No se sabe si fue deliberado o se decidió sobre la marcha. El hecho es que León XIV se dejó llevar en medio de la comitiva y, tras unos 15 minutos de visita, salió del gran templo sin haber rezado.
Ahora habrá que ver si este gesto se queda en anécdota o tiene una intención y más implicaciones, pues puede interpretarse que este papa considera que cada religión tiene que estar en su lugar y estas situaciones no son oportunas. Si es así, supondría un cambio de rumbo respecto a los últimos pontífices. Será, con toda seguridad, una de las preguntas que se le hará a León XIV en la rueda de prensa del vuelo de regreso el martes, si finalmente se celebra, pues es su primer viaje y aún no se sabe lo que decidirá al respecto.
El programa oficial del Vaticano indicaba claramente que Robert Prevost tendría en la mezquita un “momento silencioso de oración”, y el muecín del templo, Asgin Tunca, a preguntas de los periodistas, explicó que le invitó a ello cuando llegó. Sin embargo, el acto se desarrolló prácticamente como una visita turística, en la que Tunca le fue explicando la historia y la arquitectura del edificio.
“Le dije: ‘Esta es la casa de Dios, si quiere puede rezar’, y me dijo: ‘Está bien así, continuemos la visita”, relató. La Santa Sede señaló que el Papa había “visitado la mezquita en silencio, en espíritu de recogimiento y de escucha, con profundo respeto del lugar y de la fe de cuantos se recogen allí en oración”.

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