martes, 14 de noviembre de 2023

Cuatro obispos alemanes boicotean el nuevo Comité Sinodal

Son los únicos que siguen las indicaciones del Vaticano, que ha recordado a los prelados que el 'Camino Sinodal' no tiene competencias para crear este órgano

Fuente:     ABC

Por     Rosalía Sánchez

13/11/2023


El presidente de los obispos alemanes, Georg Bätzing, y la responsable de presidenta del movimiento reformista «Somos Iglesia», Irme Stetter-Karp, en el inicio de la sesión del 'Camino Sinodal' © Synodaler Weg

La secretaria general, Beate Gilles, enciende una vela. Es una especie de cirio pascual decorado con el logotipo del Camino Sinodal alemán. La ceremonia de apertura incluye también la celebración de la eucaristía. Los protocolos se improvisan en la sesión constitutiva del Comité Sinodal alemán, que ha arrancado su andadura en Essen a pesar de que el Vaticano informó expresamente, en una carta a la Conferencia Episcopal Alemana y a través de varias otras comunicaciones, que el Camino Sinodal no tiene autoridad para crear este órgano, diseñado como el garante de las reformas acordadas por votación en el sínodo alemán.

Tanto los estatutos como el reglamento de este nuevo Comité Sinodal han sido aprobados por unanimidad, pero aunque aprobaron todos los que estaban no estaban todos los que son: cuatro obispos alemanes boicotearon la sesión constitutiva con su ausencia, como forma de protesta. Se trata del cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki; Gregor Maria Hanke, obispo de Eichstätt; Stefan Oster, obispo de Passau; y Rudolf Voderholzer, obispo de Ratisbona.

Oster ha declarado que el motivo de su ausencia es la decisión de «no seguir con el proceso que tuvo lugar principalmente en Frankfurt porque debe unirse al sínodo mundial, en el que intentar aportar lo que hemos vivido en Alemania y luego emprender un camino común con la Iglesia universal«, evitando así »dos caminos diferentes con dos ritmos diferentes«.

Con el Comité Sinodal, en el que los laicos tienen voz y voto permanente y en igualdad con los obispos, la Iglesia Católica alemana comienza a poner en práctica las conclusiones del Camino Sinodal. Sus miembros son en total 27 obispos diocesanos, 27 delegados del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) y 20 personas elegidas. La presidenta del movimiento reformista «Somos Iglesia», Irme Stetter-Karp, ha acusado a los cuatro obispos objetores de causar «daños imprevisibles» a sus diócesis y a toda la Iglesia católica en Alemania.

El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, ha recordado que el sínodo mundial de octubre demostró que Roma también confía en la sinodalidad, rebatiendo así los argumentos de los obispos ausentes. Por lo demás, esta primera reunión del Comité sinodal se desarrolló a puerta cerrada. La justificación fue que los miembros primero tenían que ponerse de acuerdo sobre cómo proceder en el futuro de cara a la opinión pública. «Es un instrumento de trabajo y, por lo tanto, tiene un estatus diferente en términos de percepción pública que una asamblea sinodal», ha explicado Bätzing la decisión, «queremos aclarar las formas de una mayor cooperación y encaminarlas por el camino correcto». «La sinodalidad, que es la preocupación central, debe reforzarse y concretarse como 'modus vivendi et operandi' de toda la Iglesia«, siguió el obispo de Limburgo.

Una vez constituido, el comité sinodal se centrará en la preparación de una evaluación de las resoluciones del Camino Sinodal y en el desarrollo de más los textos de reforma que aún no han sido decididos. También se espera que prepare la celebración de un consejo sinodal para 2026.

«Toda la Iglesia Católica está en movimiento. Quiere descubrir qué significa de verdad ser una iglesia sinodal. Esto quedó muy claro en la primera sesión del Sínodo Mundial en octubre. Los requisitos son diferentes, los métodos son diferentes, incluso las formas. Pero el objetivo es claro: responsabilidad compartida y fortalecimiento de la participación«, ha celebrado Thomas Söding, vicepresidente del ZdK, que confía en que las decisiones del órgano serán confirmadas positivamente tanto en la próxima reunión de este mes del ZdK como en la asamblea general de primavera de la Conferencia Episcopal.

«Trabajamos con las oportunidades que tenemos localmente, basándonos en nuestra historia, con nuestras habilidades. Ofrecemos esto como modelo. Habrá otros modelos en la Iglesia católica. Todo es bueno cuando la responsabilidad recae sobre el mayor número posible de hombros y cuando la tarea específica de los obispos se sitúa en una nueva relación con la competencia del pueblo de Dios», explica Söding, «no existe un comité sinodal o un consejo sinodal como 'autoridad superior', sino que existe una responsabilidad compartida de la Conferencia Episcopal, por un lado, y del ZdK por otro lado».

 

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