martes, 30 de julio de 2013

Cardenal W. Kasper: “serán muchos los decepcionados por Francisco”




AMI Imedia

A los cuatro meses de haberse iniciado el pontificado del papa Francisco, el cardenal alemán Walter Kasper desea que el nuevo pontífice propicie un cambio de “mentalidad” en la curia romana y que restablezca la “comunicación”.


En una entrevista publicada el 16 julio de 2013 en el diario italiano “Il Foglio”, el ex presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos no esconde su admiración por el papa Francisco quien, según su parecer, acabará decepcionando tanto a los progresistas como a los conservadores.

Mientras la curia romana es un hervidero de rumores esperando el nombramiento -probablemente de aquí al mes de octubre- de un nuevo Secretario de Estado, el cardenal Kasper asegura que lo que importa no es tanto el nombre del más cercano colaborador del papa, sino, sobre todo, el cambio de “mentalidad” que tiene que producirse en el interior de la curia romana. La curia está obligada, manifiesta, a abandonar el “poder” y la “burocracia” en favor del “servicio a la Iglesia universal y, por supuesto, a las Iglesias locales”

“Hay algo que no funciona en la curia”

El cardenal Kasper se manifiesta partidario de un “cambio a nivel institucional” porque “hay algo que no funciona en la curia”. “El título de Secretario de Estado ya no tiene sentido”, explica antes de proponer la creación de “un moderador”, habida cuenta de la falta, hasta el presente, de “comunicación”.

El antiguo jefe de dicasterio entiende que los responsables de la curia “deben encontrarse a menudo. Por lo menos, una vez al mes. Y deben tener acceso directo al papa, sin pasar por la Secretaría de Estado que, últimamente, ha funcionado como un órgano intermediario en el gobierno de la iglesia”. Además, el cardenal Kasper cree que la reforma de la curia no se va a hacer sin “dificultades” ni “resistencias”. Sin embargo, asegura, es necesario un cambio “en la mentalidad y en las estructuras”.

“Dar más protagonismo a las mujeres”

El cardenal Kasper desearía que “en la curia hubiera más sitio para las mujeres”. Son muchos los dicasterios que no tienen que ser dirigidos por ministros ordenados, indica, antes de manifestar su deseo de que el papa Francisco facilite también “la transparencia”. Ésta última debe exigirse “a las instituciones vaticanas que administran el dinero y los bienes inmuebles”, apunta seguidamente, y no sólo al Instituto para las Obras de la Religión (IOR).

En esta larga entrevista, el cardenal Walter Kasper analiza también el perfil del nuevo papa y asegura, entre otros puntos, que “serán muchos los decepcionados por Francisco”. Los conservadores lo están ya, explica, porque no tiene la talla intelectual de Benedicto y porque, además, ha abolido la corte pontificia, algo –lo sé por propia experiencia- que era un anacronismo barroco”.

“Pero también los progresistas quedarán igualmente decepcionados”, asegura, antes de añadir: “si es cierto que ha cambiado las maneras de ser papa, no es menos cierto que no cambiará los contenidos”. Y prosigue: “entre él y Benedicto se da una continuidad en materia doctrinal: no cambiará el celibato de los sacerdotes y no habrá apertura en materia de ordenación de las mujeres y en todas esas cosas de las que hablan los progresistas”.

“Algunos le acusan de ser un showman, pero creo que el suyo es un testimonio auténtico”

En otro momento, el cardenal Kasper se refiere a los fieles “entusiastas”, asegurando que el papa Francisco es “un verdadero pastor que tiene un gran encanto y una grandísima cercanía con la gente, además de un lenguaje directo y comprensivo”. “Algunos le acusan de ser un showman pero, creo que el suyo es un testimonio auténtico: vive lo que dice”, asegura seguidamente, antes de precisar que si es cierto que también Benedicto XVI era “una persona sencilla”, sin embargo, es incuestionable que estaba un poco “adaptado a ciertas formas que Francisco rechaza”.

Después de su primer Ángelus, el 17 marzo, el papa Francisco manifiesto a la muchedumbre reunida en San Pedro que acababa de leer una obra del cardenal Kasper, calificándolo de “buen teólogo”. “No piensen que me dedico a hacer publicidad de los libros de mis cardenales”, dijo el nuevo papa esbozando una sonrisa.

El cardenal alemán, ahora enfermo, celebró sus 80 años el pasado 5 marzo, pocos días después de quedar vacante la sede apostólica, y participó en el cónclave que eligió al papa Francisco.

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