viernes, 12 de febrero de 2021

El magistrado, el médico de familia y el epidemiólogo

IGNACIO GARITANO Y ADRIÁN HUGO AGINAGALDE
Viernes, 12 febrero 2021

En DV

 

 

Recientemente, un magistrado del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se pronunció en relación a determinadas especialidades o áreas de conocimiento en el campo de la Medicina, lo que ha producido un justificado malestar en medios sanitarios y sociales, generando una cierta desconfianza en la institución que representa. Sus manifestaciones, «un epidemiólogo es un médico de cabecera con un cursillo», además de proyectar un claro desprecio a los médicos de familia, ponen de manifiesto su desconocimiento acerca de la materia.

Un «médico de cabecera» hoy día es un licenciado o graduado en Medicina (6 años de duración) que ha superado una oposición (MIR) que generalmente cuesta preparar un año y que cursa una especialidad denominada Medicina Familiar y Comunitaria que dura 5 años, al igual que un pediatra, un nefrólogo, un neurólogo o un alergólogo.

Hoy en día muchos epidemiólogos son médicos especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública, que dura 4 años, y a la que también se accede vía examen MIR. Esta especialidad tiene 5 áreas profesionales y la Epidemiología es una de ellas. Por cualquiera de las dos vías, una persona con una década de estudios y una oposición a hombros.

Llamar 'cursillista' a un epidemiólogo solo se puede justificar por falta de conocimiento de lo que son la Epidemiología y la Salud Pública

Además, para ser epidemiólogo también hay programas teóricoprácticos homologados a nivel internacional de dos años de duración como el Programa de Epidemiología Aplicada de Campo (PEAC) del Ministerio de Sanidad y la Escuela Nacional de Sanidad, o su equivalente europeo Epiet, impartido por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) o másters reconocidos por universidades de prestigio como el de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.

La epidemiología ha avanzado muchísimo desde John Snow en Inglaterra en el siglo XIX, que antes de conocer que una bacteria causaba el cólera averiguó su fuente de contagio y selló las bombas de agua pertenecientes a una de las dos compañías suministradoras salvando cientos de vidas. Un juez británico podría haber dicho que no había evidencia de que el cólera existiera, que eran unas simples diarreas mortales, y los intereses económicos de la compañía estaban en juego.

Pero es que, además, la epidemiología no se limita a las enfermedades infecciosas; su razón de ser es la vigilancia, prevención y control de las enfermedades de todo tipo, estudiando para ello los factores de riesgo que las causan e interviniendo sobre los mismos. Es decir, que su papel entronca con la planificación sanitaria, investigación y otras disciplinas. En las UCIs se salvan las vidas de los enfermos, los epidemiólogos salvamos las vidas evitando que la gente enferme.

Aunque la epidemiología sea joven, sus aportaciones en forma de medidas de prevención y control han conseguido que disfrutemos de la actual esperanza de vida. Desde las mejoras en el saneamiento de las aguas hasta las vacunas incluidas en los calendarios actuales, pasando por la evaluación de los tratamientos farmacológicos; todas ellas son realizadas por epidemiólogos. Los accidentes de tráfico, por ejemplo, son también objeto de estudio por los epidemiólogos y motivo para proponer y evaluar la efectividad de las medidas de prevención tomadas.

Esta pandemia necesita una visión constructiva y colaborativa, profesionales especializados pero con la humildad de reconocer la incertidumbre y los límites de sus conocimientos. Profesionales que se inhiban o consulten cuando la materia excede de su dominio. Los epidemiólogos trabajamos diariamente con enfermeras, gestores, sociólogos, informáticos, juristas y, también, médicos de familia. Llamar médico de cabecera a un especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y 'cursillista' a un epidemiólogo no parece razonable y solo se puede justificar por una falta de conocimiento de lo que son la Epidemiología y la Salud Pública. En relación a su dictamen, únicamente señalar que los casos de hoy son ingresos 'mañana' y fallecidos 'pasado mañana'. Nuestro trabajo es evitarlo.

 

 

 

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