viernes, 9 de enero de 2015

¿POR QUÉ TIEMBLAN LOS PARTIDOS?



Muestran los partidos tradicionales más miedo que los conejos descubiertos en un club de cazadores.

Yo creo que los partidos cometen un grave error escribiendo tanto, cada vez con mayor frecuencia a medida que se aproximan las elecciones, desde la referencia a PODEMOS.

Es curioso además que lo hagan desde chorradillas de comportamientos personales de PODEMOS, elevando incluso a la categoría de trascendencia institucional lo que a veces no llegan ni a corruptelas individuales; como es curioso que la respuesta se elabore casi siempre elevándola a planteamiento ideológico, cuando no a alguna referencia histórica catastrófica. (En el extranjero han empezado a dar un curso más, de especialidad, refiriéndose a terceros, a Grecia: Si no nos dejan mandar, los sacamos del euro. Esto, acompañado de la esvástica, sí que es carnaza de la buena).

Por lo demás, resultan unos planteamientos muy débiles. Tan débiles como el cartucho de matar moscas que colgaba de nuestras cocinas. Pero eso sí, el método, como el cartucho matamoscas, tiene un toque apetecible, como de miel que sabe bien a los labios del consumidor…

Lo que ocurre es que, cuando de planteamiento ideológico se trata, este tipo de cartucho matamoscas no mata a las mosca, sino al malditamente acosado por ellas.

¿Por qué quienes tanto hablan de servicio  al pueblo (desde el rey en la pascua militar a cada gran partido cuando se pone serio), no parten y colocan como única referencia a él, al Pueblo?

Bienvenida fue la transición para lo que fue; tan buena que, sin ser transición real, mereció en el momento que se la catalogara como tal. Pero visto lo visto, y el desarrollo posterior impedido, y la conversión en mentira de buena parte de la constitución por la prohibición explícita de su desarrollo por los poderes fácticos…, ¿qué curre? Que al final tomamos como naturales los pactos aberrantes (entrada a la OTAN, cambio constitucional, compensación a bancos, etc..), sin hacer nunca la pregunta a quien tiene el poder, el Pueblo; o dicho de otro modo, legislando de modo que el  Pueblo sea y tenga que comportarse por mandato legal como sujeto mudo, tonto e ignorante.

Y encima, antes de haber reconocido, pedido perdón y hecho propósito de cambio, los mismos, exactamente los mismos que alternan poder y oposición, discrepando en las puntillas, nos vienen con las mismas bragas y calzones de bronce amarrado. 

¡Venga ya! Si va a ser ese el servicio, déjennos folgar, no en sus teles repletas de basura, sino en esas mínimas posibilidades que tenemos de expresarnos, alegrarnos y decidir, a quién damos el voto, a quién se lo negamos, e incluso algún otro tipo posible de respuesta que nos lleve a la regeneración.

Resumido todo en otro tipo de pregunta: ¿Por qué se empeñan todos Uds, en cabrearnos y mediante el cabreo empujarnos a votar a Podemos? ¿Por qué no dejan de meternos sus rollos cínicos,  maquiavélicos, impidiéndonos tener nuestra propia alegría, nuestro propio juicio? ¿Por qué en lugar de decirnos permanentemente hasta dónde cubre el culo el traje del otro, no nos muestran hasta dónde nos lo taparía su traje, el suyo? 

O ayúdennos a ser libres en el discurrir y el votar, o déjennos de una vez en paz.

Si quieren iniciativas, aquí va una:

CONCUERDEN: 
A) No  gastar un euro en la propaganda electoral. Que gaste el Estado todo lo que haga falta, pero sólo, SÓLO para invitar a participar. 
B) Dedicar ese dinero a crear escuelas temporales en cada barrio, (en los barrios, sí, que quienes viven fuera de ellos ya se lo saben todo, incluso si lo único que quieren es echar cuentas de a ver quién les irá mejor); escuelas  que ayuden a los ciudadanos a conocer: por una parte el programa de todos los partidos; y por otra, el perfil ciudadano y ético de quienes componen las listas electorales.

Bilbao 7 de enero de 2015
Txelis

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