miércoles, 1 de mayo de 2024

Dos creyentes vascos explican sus razones para creer (y II)

A propósito de 'Diálogos sobre Dios. Crítica racional y convicción de fe, atea y creyente'

Fuente:   Religión Digital

Por   RD

30/04/2024


Sota, Madrazo, Tello y Gordo

Un libro escrito a cuatro manos:un ateo ytres creyentes, todos vascos. Se llama 'Diálogos sobre Dios. Crítica racional y convicción de fe, atea y creyente', Madrid, PPC, 2024. Los hemos entrevistado a los cuatro y presentamos las entrevistas dos a dos. En esta segunda entrega, las respuestas son del catedrático de Física Manuel J. Tello y del creyente Javier Madrazo Lavín. Sin encastillarse en sus tesis, los dos dan razón de sus  posiciones, pero sin por eso dejar de dialogar y de despejar de mitos sus cosmovisiones.

 

Manuel J. Tello 

Manuel, catedrático emérito de física en la Universidad del País Vasco, ¿lo normal es que un científico sea ateo o agnóstico?

Se vende, sin justificación o rigor, que los científicos son ateos. Solo un ejemplo que demuestra que no se sostiene. A principios de los siglos XX y XXI la prestigiosa revista científica, “Science”, hizo dos encuestas mundiales a un número elevado de científicos del más alto nivel. En el resultado, en ambos casos, se puede decir que los declarados ateos no superaron el 15%. Los demás están repartidos en un amplio espectro. En una parte de ese espectro están los agnósticos. Más por cultura que por convicción.

 

¿Qué respondes a quienes sostienen que no hay pruebas científicas de la existencia de Dios?

Los resultados a los que ha llegado la ciencia y el pensamiento científico actual  parecen ir en la dirección en la que una teoría en buen acuerdo con la experiencia y, además, de validez general, nunca podrá ser completa y consistente a la vez. En esta línea de pensamiento estaría una demostración del ateísmo o de la existencia de Dios. Otra cuestión son las evidencias (pruebas) científicas que pueden conducir, con racionalidad, a la existencia de un creador. Las leyes básicas y la existencia de las constantes universales, con valores muy precisos, son indicios de la creación. Y, si hay creación, ….

 

En tu aportación, dedicas unas cuantas páginas a la creencia de A. Einstein. En síntesis ¿cuál es tu parecer al respecto?

A pesar de ser muy citado, el profesor A. Einstein sigue siendo un icono. Un científico singular con una extraordinaria creatividad e intuición. Esto le llevó a plantearse permanentemente preguntas, incluyendo la trascendencia. Se presentan algunas citas poco utilizadas en la bibliografía. A partir de ellas se puede deducir que A. Einstein, “a su manera”, no lejos del pensamiento de Spinoza, fue un hombre religioso. Sin embargo, de forma superficial sus ideas han sido manipuladas constantemente. Manipulación a la que contestó cuando aún podía hacerlo.

 

Javier Madrazo Lavín

Javier, Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco de 2001 a 2009 y desde hace años, militante cristiano en la izquierda vasca ¿con qué argumentos se te interpela en un medio, en principio, muy crítico, cuando no, beligerante con la fe católica?

Una interpelación recurrente que me plantean muchas personas, de ese entorno ateo y agnóstico que me rodea, se refiere a la existencia del mal en el mundo. ¿Por qué si Dios es bueno permite el sufrimiento y la muerte de personas inocentes? ¿Si Dios lo puede todo porque permite tanto dolor injusto en el mundo? Otra de las interpelaciones tiene que ver con la Iglesia. Este es uno de los principales cuestionamientos que se me han hecho, en los diferentes ámbitos sociales, políticos e institucionales en los que me he movido, y me muevo. Se me ha preguntado, de manera explícita o implícita, por qué sigo perteneciendo a esta Iglesia que lleva camino de ser más un residuo que un resto significativo para el mundo de hoy.

Verdaderamente, el actual modelo de iglesia patriarcal y clerical, es un obstáculo muy grande para poder presentar a Jesucristo como camino de liberación y como oferta de sentido al mundo contemporáneo. Es muy anacrónica a la luz del pensamiento moderno, una institución en la que el pueblo de Dios no participa en la elección de los Obispos; en la que las mujeres tienen vetado el acceso al sacerdocio y son tratadas como ciudadanas de segunda; en la que no hay separación de poderes, en la medida que, el poder está concentrado en una minoría (ministerio ordenado); en la que la mayoría laical sigue teniendo un papel subalterno y secundario. Una iglesia del poder donde sólo los hombres mandan, una iglesia de los de “arriba” y de los de “abajo”, no puede ser la iglesia de Jesús, en la que nos tratamos como hermanas y hermanos.

 

¿Cuáles son los argumentos con los que respondes a tus críticos?

Sobre la cuestión del mal en el mundo, me parece muy sugerente la idea de un Dios que convive “pacíficamente” con la libertad humana, porque es así como Él mismo concibió al ser humano desde el inicio de los tiempos. Incluso para tomar decisiones que le alejen del proyecto de humanidad que Dios anuncia a través de Jesús. Abrazo con entusiasmo esta apuesta de Dios por “autolimitarse” en la intervención en la Historia humana, para darle todo el protagonismo al hombre y a la mujer. Pero al mismo tiempo, y de forma contradictoria, me rebelo contra ese Dios que se muestra vulnerable y sufriente junto al ser humano. Reconozco, que en el fondo, todavía soy rehén de esa imagen escolástica que hemos heredado de un Dios omnipotente y omnisciente. No hay que atribuir el mal a Dios, que por definición, es el Anti-mal, sino a la finitud humana. Como dice Torres Queiruga, el mal no es castigo de Dios, sino el peaje inevitable del crecimiento en toda existencia finita.

Con respecto al cuestionamiento de la Iglesia, valoro de forma extraordinariamente positiva, la iniciativa del Camino Sinodal Alemán que está profundizando de manera muy seria, decidida y valiente, en un verdadero proceso de sinodalidad y corresponsabilidad. Están abordando los verdaderos “nudos gordianos” de la necesaria reforma estructural de la Iglesia: el modelo absolutista y cupular en la gestión del poder, la obsoleta moral sexual, replantear el ministerio ordenado y la marginación de la mujer.

Frente a los que me preguntan que “pinto” en esta Iglesia, yo les digo que en esta Iglesia, con todas sus imperfecciones he descubierto el mayor “tesoro”, Jesús el Cristo, que da pleno sentido a mi vida. La alternativa, por tanto, no pasa por “montar” una Iglesia paralela, sino por transformarla desde dentro y desde abajo. Como dice Congar: “No hay que hacer otra Iglesia, sino una Iglesia otra, distinta”.

 

¿Qué luces y sombras configuran tu experiencia como militante cristiano?

Reconozco que vivo con mucha desazón la apropiación que hace del cristianismo, la derecha política y los grupos eclesiales del pensamiento conservador. Hacen una defensa cerrada del no nacido, cosa que comparto, pero se olvidan del nacido, de las personas que peor lo pasan. Me resulta difícil vivir en comunión de fe, y compartir espacios comunitarios con estas personas. Además, resulta sorprendente y desconcertante, comprobar el apoyo y complicidad con que cuentan, de una buena parte de la jerarquía de la conferencia episcopal española. A pesar de este malestar me suelo decir a mí mismo que antes se irán ellos/as que yo.

La espiritualidad Jesu-cristiana y uni-trinitaria es una propuesta de sentido, con la que me identifico, y que, desde mi punto de vista, tiene más “entidad” y consistencia racional que el ateísmo o las nuevas espiritualidades. Al menos a mí, me ha permitido transitar por la vida, sabiéndome acompañado por el Dios Padre y Madre, sin “despegarme” del destino de este mundo y de la suerte de los que peor lo pasan, y al mismo tiempo, con la confianza y esperanza en una vida en plenitud más allá de la muerte.

 

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