domingo, 17 de agosto de 2025

El obispo denuncia la indiferencia ante la barbarie y recuerda que el mal no tiene la última palabra

Fuente:   Bizkeliza.org

15/08/2025


El obispo, en la bienvenida al alkate

En la misa mayor celebrada hoy en la basílica de Begoña, el obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha pronunciado una homilía en la que ha invitado a superar el "egodrama" —la obsesión por el yo— para abrirse al "teodrama", el proyecto de amor de Dios, siguiendo el ejemplo de María. En la eucaristía, ha habido un momento de tensión cuando una persona se ha sentido indispuesta y ha tenido que ser atendida por los servicios sanitarios. En el momento de las peticiones, el prelado, ha orado especialmente por el niño fallecido, miembro de la comunidad católica china y se ha unido al sufrimiento de su familia y comunidad.

El obispo ha recibido ante la puerta de la sacristía al alcalde de Bilbao, a la corporación municipal y a la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia.

En la misa mayor, abarrotada de fieles, ha agradecido a las personas que «a pesar del calor se han animado a acercarse hasta la basílica».

En su homilía, Joseba Segura, ha partido del Evangelio del día —el anuncio del nacimiento de Jesús— para reflexionar sobre la crisis de natalidad y la desconfianza hacia el futuro: «Vivimos en un tiempo extraño. Dar la vida ya no es tan querido, ni tan buscado. En ningún tiempo anterior hemos vivido con tanto bienestar, tantas opciones, tantas posibilidades abiertas, pero no somos más felices». Ha señalado como síntomas la «tristeza, soledad, problemas de salud mental y natalidad en mínimos», y ha cuestionado la explicación puramente económica: «Cierto, vivimos una incertidumbre económica, pero hay una razón más profunda: la fuerza de una cultura que adora la libertad sin límites. Y los hijos limitan».

Ha criticado el «egodrama», donde el individuo se erige en «protagonista, director y productor» de su vida, absorbiendo todo como un «agujero negro». Frente a esto, ha propuesto el modelo de María: «María sabe que su vida no es suya, y acepta participar en el ‘teodrama’, el proyecto de Dios, una propuesta mucho más grande que la que cabe en nuestras cabezas«.

 

El mal, una ilusión derrotada: la denuncia sobre Gaza

Ante la aparente ausencia de Dios en el mundo, el obispo ha afirmado: «El mundo está lleno de sus huellas, pero con nuestras gafas oscuras nos cuesta reconocerlas». En un pasaje especialmente contundente, ha denunciado la violencia y la indiferencia global, citando expresamente el conflicto en Gaza:

«Cierto que a veces el mal aparece con toda su fuerza. Lo vemos con claridad en los asesinatos cotidianos de Gaza. Aparece en la indiferencia de muchos gobiernos que dicen defender los derechos humanos, pero no hacen nada para acabar con la barbarie. Se refleja también en nosotros como indiferencia cuando cambiamos de canal para no sentirnos perturbados por el horror».

Pero ha recordado que el mal «nunca tiene la última palabra» y lo ha comparado con los Nazgûl de El Señor de los Anillos«Tras la fachada amenazante son puro artificio, tan solo humo».

 

La fuerza de la debilidad: el camino cristiano

Ha subrayado la paradoja del cristianismo: «Un Dios, nacido de mujer, desnudo, clavado en un instrumento de tortura… Ninguna mente humana se atrevería a crear un Dios así». Frente a las acusaciones de que la religión alimenta violencia, ha recordado que «el Hijo de María no se defendió como un poderoso guerrero», sino que «absorbió la violencia del mundo para abrir las puertas de la reconciliación».

 

Oración por el niño chino fallecido

En las peticiones, el obispo ha orado por el niño de la comunidad china fallecido recientemente, pidiendo consuelo para su familia y la parroquia del Carmen que los acoge.

 

María, modelo de esperanza

En su conclusión, ha invocado a la Virgen de Begoña como «madre de la Esperanza», pidiendo su intercesión para «renovar la Iglesia, Bizkaia y una Europa en crisis»«Donde otros dudan, nosotros seguimos creyendo. Donde otros se rinden, nosotros luchamos», ha afirmado, llamando a ser «testigos del poder del amor» en un mundo fracturado.

La homilía se ha cerrado con una plegaria, pidiendo a María «convertirnos en estrellas que generen luz y calor», lejos del egoísmo que «todo lo absorbe».

La eucaristía ha finalizado con el baile a la Amatxu de Beti Jai Alai Dantzari taldea.

 

La última misa del día a las 21:00 h.

Por la tarde, las eucaristías comenzarán a las 17:00 h. y finalizarán a las 21:00 h. Al mediodía el templo permanecerá abierto, custodiado por la Cofradía de Begoña.

 

 

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