Comprometido desde hace años
con la denuncia de las fechorías del crimen organizado, el padre Sergio Omar
Sotelo Aguilar dirige el Centro católico multimedial, a través del cual también
lucha para que la violencia que envuelve a la Iglesia local no pase desapercibida.
«Mi país se ha convertido en uno de los más peligrosos para ejercer el
sacerdocio».
Fuente: Vatican
News
Federico Piana - Ciudad del Vaticano
01/03/2025

En
primer plano, Sergio Omar Sotelo Aguilar en su redacción
«El sacerdocio y el periodismo
son dimensiones afines: ambas están comprometidas con la proclamación de la
verdad y nos recuerdan que es precisamente la verdad la que nos hace libres.
Por eso, cuando actúo como sacerdote trato de incidir en los medios con el
periodismo y cuando actúo como periodista trato de profetizar con la fuerza del
sacerdocio que salva, consuela y redime». Desde luego, Sergio Omar Sotelo
Aguilar no ha elegido dos misiones fáciles. Ser periodista o sacerdote en
México significa arriesgar mucho, a veces incluso la vida. Y no digamos ser
ambas cosas, con el añadido de haber asumido el compromiso inquebrantable de
querer denunciar cada fechoría del crimen organizado que ha llevado al país
latinoamericano al puesto 126 en el ranking de las 180 naciones más corruptas
del mundo.
En el punto de mira
Sacerdote de la Sociedad de San
Pablo -fundada por el beato Santiago Alberione, que hizo de la unión entre
Evangelio e información un carisma único y precioso- licenciado en Ciencias de
la Comunicación, periodista, investigador, productor y escritor, está en el
punto de mira de los cárteles criminales desde que hace más de veinte años
fundó el Centro católico multimedial y la Agencia de comunicación multimedial,
que ahora dirige con abnegación. Y temeridad.
Contra el silencio y la
omisión
Sus principales enemigos, confió
en una conversación con los medios vaticanos, son el silencio y la omisión que
permiten que la criminalidad crezca y prospere: «Mantener en silencio las
comunidades y los lugares donde se llevan a cabo las malas acciones significa
difundir el miedo que es útil para implantar la narco - cultura, la narco -
economía y la narco - política. Ahora más que nunca es necesario seguir
haciendo visible la nefasta incidencia de la criminalidad organizada con todos
los medios posibles para intentar combatirla y erradicarla».
Sangre, víctimas y
sicarios
Los cortometrajes de la serie
'Hermano Narco', que desvelan la vida, la violencia y los secretos de los
narcotraficantes y cuentan las sangrientas historias de víctimas y sicarios, le
valieron el prestigioso Premio Nacional de Periodismo en 2017, pero también
reiteradas amenazas de agresivos jefes del narcotráfico. «Sí, algunos han
mostrado su descontento con nuestro trabajo y he sufrido algunos acosos incluso
graves que en algún momento me preocuparon, me intimidaron. Sin embargo,
nuestra misión vale la pena y por eso seguimos con mucha fe y alegría
trabajando mientras Dios nos lo permita».
Iglesia implicada
Como él, el equipo, formado por
otros cuatro periodistas, que trabaja en el centro multimedial también ha sido
blanco de ataques por haber encendido los reflectores no sólo sobre el
narcotráfico, sino también sobre la violencia que afecta a la Iglesia en los
últimos años: «Trabajamos para denunciar la terrible acción del crimen
organizado contra sacerdotes e instituciones eclesiásticas. Desde hace casi 15
años, nuestro trabajo ha sido considerado válido por diversos organismos
nacionales e internacionales, que han certificado que el grave problema de
violencia en nuestro país ha convertido a México en uno de los países más
peligrosos para ejercer el sacerdocio».
Misión fundadora
Si echamos un vistazo a las
cifras que cuantifican el trabajo realizado hasta ahora por el Centro católico
multimedial, nos quedaremos asombrados: más de 100.000 artículos, editoriales,
reportajes y noticias. Todo ello sin perder de vista la misión fundacional, el
firme y profundo criterio editorial: mirar la realidad con visión católica,
dando espacio y relevancia al análisis de los fenómenos sociales y culturales
que rodean la vida de la Iglesia. Un motivo de orgullo para el P. Sergio Omar
Sotelo Aguilar: «Estoy convencido de que la Iglesia debe ser fuente y no objeto
de información. Esto es lo que me impulsó a crear una plataforma multimedia que
pueda informar verazmente a toda la sociedad sobre los hechos que le
conciernen'.
Hablar siempre
No le asusta, como a su equipo
que, en México, de 2018 a 2024, hayan sido asesinados 47 periodistas, mientras
que los intimidados y silenciados no se pueden contar. Tampoco le preocupa que
en los últimos años la expansión del narco haya crecido a pasos agigantados, al
igual que el crimen organizado en general. Armas, dinero, tácticas militares
para entrenar sicarios y corrupción generalizada han hecho de los clanes
mafiosos mexicanos una entidad poderosa y destructiva. Pero no invencible: «Por
eso mi deseo de ser la voz de los que no tienen voz no puede desfallecer. Debo
seguir denunciando la injusticia de manera más comprometida y profunda, al
igual que la Iglesia, que aquí juega un papel decisivo en la pacificación,
utilizando estrategias eficaces como el diálogo y los programas de ayuda a las
víctimas de la violencia. Los recursos son inestimables para erradicar esta
lacra».