sábado, 3 de septiembre de 2022

Una responsable pastoral concelebra en una misa en Suiza

Mujer dice oración - litúrgica: "grave abuso"

EFFRETIKON  - En Suiza, una mujer concelebró en una misa y rezó la Plegaria Eucarística. El liturgista vienés Hans-Jürgen Feulner critica esto como un "abuso grave". Exige que intervenga el obispo local Joseph Bonnemain.

 

Fuente:   katholisch

01/09/2022

cph


Imagen: © Pfarrei Effretikon

Según el liturgista vienés Hans-Jürgen Feulner, el hecho de que una mujer en Suiza concelebre en una misa y rece la plegaria eucarística es un "grave abuso". "La oración eucarística, que es el clímax de toda la celebración, es solo del sacerdote", dijo Feulner al portal de la iglesia "kath.ch" el jueves. Ahora debe intervenir el obispo de Chur, Joseph Bonnemain.

La líder de la comunidad Monika Schmid (65) proclamó la oración eucarística en la misa de despedida en la parroquia de San Martín en Illnau-Effretikon. El servicio eucarístico fue oficiado con dos sacerdotes, con un diácono y otra mujer. Según el derecho canónico, el rezo de la Plegaria Eucarística está reservado únicamente al sacerdote.

 

Mucha preocupación por la validez

Según Feulner, es justo e importante que algunos fieles laicos asuman ciertas tareas en la celebración de la Eucaristía. "Pero eso no significa tener voz en las partes esenciales de la Plegaria Eucarística o incluso recitarla solo". Es te cambio plantea serias dudas sobre su validez. No se trata de un simulacro, pero es "claramente inadmisible una participación activa en la oración eucarística".

Los fieles tienen el "derecho exigible" de que los responsables de las celebraciones litúrgicas la realicen según el orden litúrgico prevaleciente de la Iglesia. "La liturgia nunca es propiedad privada de nadie, ni del celebrante ni de la congregación". Pidió al obispo de Chur, Joseph Bonnemain, que tomara medidas: tenía que tomar medidas contra todos los involucrados en este "asunto grave". "El derecho canónico estipula que el ejercicio ilícito de una tarea sacerdotal, en este caso la participación ilegítima en la oración eucarística, debe ser castigado con una pena justa". Si Bonnemain no interviene, "algo así podría marcar la diferencia". Las sanciones tendrían que golpear a Schmid, pero también a los sacerdotes, porque "probablemente toda la celebración fue acordada de antemano con el celebrante principal". 

(cph)

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.