Diaconisas, sacerdotisas y obispados. El obispo de Maguncia dijo que tarde o temprano llegaremos a ello.
Fuente: Il Messaggero
Por Franca Giansoldati
14/06/2022
Ciudad del Vaticano –
Como una presa que se rompe lentamente: en Alemania, la Iglesia continúa enviando señales cada vez más fuertes a Roma en favor de un punto de inflexión en el sacerdocio femenino, incluso si el tema sigue siendo tabú. Esta vez para movilizarse con un documento fueron los franciscanos quienes al final del capítulo general de la orden destacan la necesidad de lograr la igualdad para el acceso de las mujeres a los ministerios ordenados.
Diaconisas, sacerdotisas y obispas.
El cambio solicitado fue votado por una amplia mayoría, según destacó la agencia católica KNA y forma parte de la revolución iniciada hace tres años con el inicio del camino sinodal del que surgieron desde la base las solicitudes de cambios al magisterio a pesar de las opiniones contrarias que cíclicamente provienen del Vaticano. En el debate interno del capítulo de los franciscanos alemanes, también surgió la petición de limitar la duración de los puestos de mando en las diócesis, separarlos de las órdenes sagradas y garantizar que los laicos también puedan tener acceso a la cima.
Recientemente se discutió la posición adoptada por el obispo de Maguncia, Monseñor Peter Kohlgraf, quien se expresó a favor de las mujeres sacerdotes. En su opinión, solo es cuestión de esperar y ser paciente y tarde o temprano llegaremos allí. Agregó que probablemente no será un punto de inflexión inmediato, por eso, cree que se requerirá cierto tiempo y tal vez ya no sea obispo de Maguncia, pero está seguro de la bondad de esta reforma. "A veces las pruebas en la iglesia van más rápido de lo que algunas personas pueden imaginar. En la Iglesia nunca debemos decir nunca. Si hay buenas razones, y existen, para ordenar a las mujeres, entonces no se puede quitar este argumento de la mesa".
En este momento en Alemania, a pesar de las solicitudes de cambios provenientes de las bases, de las asociaciones de mujeres y de las asociaciones juveniles, ningún obispo se ha atrevido aún a ir en contra de las reglas vigentes y ordenar a una mujer sacerdote, también porque serían excomulgados. "Esto está claramente establecido por el derecho canónico. Si ordenara a una mujer como sacerdote, entonces con esta ordenación perdería mi oficio y la ordenación no sería reconocida como válida. Sería cismático para la Iglesia porque tal paso violaría el derecho canónico. Incluso la mujer que habría ordenado no habría obtenido nada porque habría sido excomulgada y no se le habría permitido ejercer su cargo. ¿Quién se beneficiaría de esto?", explicó, pero sugirió que si no había impedimento alguno, no dudaría en ordenar mujeres.
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