La Conferencia Episcopal admite que hay casos sin aclarar de hace más de 40 años
Fuente: La Vanguardia
Barcelona
20/02/2022
Miguel Hurtado, víctima de pederastia, lideró una campaña para que los abusos se investiguen Alberto Ortega / EP
La Conferencia Episcopal Española tiene previsto pronunciarse esta misma semana sobre la propuesta del PSOE para que una comisión, liderada por el Defensor del Pueblo, abra una investigación sobre los abusos de menores en el seno de la Iglesia. La decisión ya está tomada y diversas fuentes apuntan a que la mayoría de los obispos son partidarios de colaborar con la comisión, pero sin formar parte de la misma.
De hecho, son dos las propuestas de investigación, la que surgió de Podemos que la sitúa en el marco de una comisión parlamentaria, y la del PSOE, de carácter independiente, con el Defensor del Pueblo y con presencia de representantes de la Iglesia. Los obispos ya han dejado claro que no consideran oportuno abrir una investigación en el Congreso y consideran que si hay algún tipo de delito es la Fiscalía quien debe actuar. Además, opinan que supondría convertir los trabajos en un espectáculo mediático que ni ayuda a las víctimas ni favorece la investigación.
Respecto a la apertura de una investigación independiente, existe división de opiniones. Desde la jerarquía eclesiástica se repite una y otra vez que los abusos de menores por parte de sacerdotes y religiosos representan una mínima parte del total de denuncias y lo lógico sería abrir una investigación global que afectase a todos los casos. Pero eso supondría un trabajo de años, ya que además en su mayoría son historias que sucedieron hace más de treinta o cuarenta años, y no es viable.
Hasta el momento solo algún prelado como el cardenal Carlos Osoro de Madrid ha expresado una actitud más proactiva y favorable a participar en una comisión liderada por el Defensor del Pueblo, pero el silencio de otros obispos hace pensar que existe el temor a verse inmersos en un largo proceso que ponga a la Iglesia en el disparadero, como si los abusos fuesen solo un problema eclesial. La decidida actitud del papa Francisco a favor de la transparencia habría inclinado la balanza a favor de ofrecer toda la colaboración pero sin participar directamente en la comisión.
También han apelado al Papa el colectivo Víctimas por la Verdad, del que forman parte, entre otros, el escritor Alejandro Palomas. Además de personas físicas que han sido víctimas de depredadores sexuales en la Iglesia, como el propio Palomas, integran también este colectivo personas jurídicas, como las entidades Infancia Robada o la Associació Mans Petites. Los integrantes han hecho público recientemente un comunicado en el que exigen “a la cúpula de la Iglesia católica y a sus órdenes religiosas que colaboren con los procesos de investigación que se abran por estos hechos”.
Las Víctimas por la Verdad insisten en que esto es lo mismo “que ha exigido el Papa en diversas ocasiones”. Algunos de los miembros del colectivo han recalcado que siguen siendo creyentes y que no quieren “que se confunda la obligación de las administraciones públicas de proteger los derechos humanos con una actitud anticlerical”.
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