Fuente: ADISTA
03/12/2021
Queridos hermanos,
Del 28 de octubre al 3 de noviembre se celebró en Camaldoli el XX Coloquio promovido por el grupo “Hoy la Palabra” para reflexionar sobre lo que significa ser cristiano hoy en la Iglesia en tiempos del Papa Bergoglio. El punto de partida, subrayado por el prior de los camaldulenses Alessandro Barban, fue que estamos en una situación de crisis, en la comunicación de la fe, no siempre comprendida incluso por sacerdotes y obispos, incapaces de captar la riqueza del gobierno pastoral del Papa Francisco, lo que quedó muy bien ilustrado, como revulsivo del Concilio, en el informe introductorio que dio en la conferencia el historiador Daniele Menozzi.
Según la experiencia relatada por el monje camaldulense, hay una parte de la Iglesia que ni siquiera entiende la novedad del Papa Francisco y, por tanto, no sabe ni de qué hablar en el largo Sínodo promovido por él. Nos parece que esta novedad consiste esencialmente en proclamar el Evangelio desnudo, rompiendo las fronteras de la Iglesia, abandonando su pretensión de ser el camino exclusivo de la verdad y de la salvación y entendiendo como pueblo de Dios la unidad total de los seres humanos, en el poliedro de sus diversas culturas y religiones, todos “prójimos”, por la misma carne (Isaías), “hermanos todos”, nadie “elegido”, nadie “predestinado”, nadie excluido y todos llamados a pasar de la pedagogía de los mandamientos y de la ley a la libertad de los hijos de Dios.
Ante una reforma así, todas las demás reformas, por muy importantes que sean -los ministerios, el papel de la mujer, la democracia en la Iglesia- parecen irrelevantes; Pero el problema es cómo poner en el campo esta Iglesia que ha recomenzado desde Jesús, desde la Resurrección, desde las verdades de la fe, incluidos los “dogmas” de los Concilios, cuando entre los propios católicos se extiende la nueva moda del posteísmo, de la era “posreligiosa”, de la superación de los “mitos” gracias a la ciencia moderna, a la teoría cuántica, a pensar en Dios como una metáfora infantil del pasado, según la nueva gnosis que no es sino el racionalismo ateo de la modernidad. Este parece ser el verdadero reto, en nombre de Dios la pérdida de Dios, su liquidación incluso como problema, basado en la idea de que si esto tenía sentido ayer ya no lo tiene hoy. No se trata de una contestación atea; Dios no cae bajo la negación del “non est Deus”, sino de la irrelevancia, por lo tanto sin siquiera conflicto, sin drama: se le destituye en la medida en que su función social se declara agotada, es cosa de ayer, se ha convertido en un Dios emérito. Hay teólogos, incluso autorizados, informadores religiosos, exponentes de la galaxia católica que militan en esta vía. El Papa Francisco habla de Dios, no del post-Dios. Sin embargo, no parece haber una verdadera conciencia de todo esto en la comunidad cristiana, y si esto ayuda a mantener la paz en los debates intraeclesiales (incluso durante el coloquio camaldulense no hubo gran inquietud), no responde a la urgencia de los tiempos, porque si la Iglesia no se da cuenta de la última oportunidad de supervivencia que le ofrece el Papa Francisco con su anuncio de un Dios de toda misericordia, si no se da cuenta de que, perdido Dios, todo lo demás está perdido, sólo quedaría como un estorbo en el camino; y ya no habría un “hoy” para la escucha de la Palabra, e incluso el monacato no tendría sentido. Y la reforma de la Iglesia también sería inútil, porque, como informó Gian Giacomo Migone en Camaldoli sobre la respuesta de Gorbachov a quienes le reprochaban no haber criticado a Putin, “antes de reformar, hay que existir”. Y en esta visión postcristiana, el Dios que queda, despojado y humillado, sería un Dios sin Iglesia. Pero no es fácil reconocer incluso en esta segunda kenosis, tanto del Padre como del Hijo, el cumplimiento y la salvación.
Sobre el Coloquio de Camaldoli, reproducimos en nuestra web un extenso comentario de Giuseppe Avallone publicado en “Il Tetto”, en el que también hay una bonita cita del Papa Francisco y su proyecto pastoral. También informamos de una reseña deDomenico Gallo del libro de Sara Montinarosobre latragediadelEstadoIslámico.
Con los mejores deseos para un feliz Adviento
www.Chiesadituttichiesadeipoveri.it
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