Nota: por la extensión del trabajo, lo publicaremos en 3 secciones.
Así aparecía la primera entrega, indicando unas sucesivas (dos) en la semanas siguientes. Pero he cometido un lapsus y, lo que ya estaba preparado para que automáticamente saliera en las fechas convenidas, no ha resultado así. Desde aquí podéis alcanzar las tres entregas:
—Primera entrega.
—Segunda entrega
—Terncera entrega
Perdonad las molestias...
(Mikel)
▼
domingo, 24 de julio de 2016
lunes, 18 de julio de 2016
Riobamba: la pintura de Pérez Esquivel
Introducción
Dice José Agustín Cabré en Religión Digital, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, que
“El sucesor en la sede de Riobamba, el español Julio Parrilla, perteneciente al Movimiento Adsis, llegó a esa diócesis hablando un lenguaje esperanzador.
Dijo: "En nuestro continente americano, a las viejas pobrezas se unen pobrezas nuevas, nuevos desafíos, especialmente en lo que afecta a la equidad, al desarrollo integral, a la ecología, a la defensa de las culturas ancestrales... Afrontar todo eso se hace más posible con una Iglesia más descalza y disponible. Dios quiera que el espíritu de Francisco vaya calando en toda la Iglesia".
Acto seguido quitó la pintura que retrataba a la iglesia indoamericana, y Pérez Esquivel le ha enviado una carta preguntándole dónde dejó su obra de arte, para conocer siquiera la bodega donde ha quedado oculta”.
No vendría mal un poquito más de decencia periodística y al menos dar a conocer la carta privada de respuesta a una carta pública de Pérez Esquivel.
Que está bien respetar los grandes nombres, como el de Esquivel, peo sin menospreciar a los quizás ni siquiera conocidos. Yo personalmente conozco a Esquivel pero no a Parrilla. Pero no aguanto, sin hablar, la confrontación de los dos textos: el que pueden ver en Religión Digital y el que, por no aparecer ahí, yo adjunto.
Txelis
Carta del Obispo Parrilla al Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel:
Sr. D. Adolfo Pérez Esquivel:
Querido hermano:
Contesto tu carta pública, la primera que llega a mis manos, en la que me preguntas sobre el destino del mural donado por ti a la Iglesia de Riobamba. Comprendo tu extrañeza y te pido disculpas pues ciertamente te debo una explicación que esperaba hacerte llegar una vez terminadas las obras de acondicionamiento. Lo hago ahora con los mejores sentimientos de admiración y gratitud.
El cambio realizado obedece a dos razones. Una, más circunstancial; la otra, más de fondo, siempre contando con el parecer de los responsables de la Catedral y del Consejo Episcopal.
En primer lugar, hemos realizado en la Catedral obras de readecuación, dando cabida a algunos espacios litúrgicos nuevos, necesarios para la atención pastoral del Pueblo de Dios. Ello nos llevó a considerar la posibilidad del cambio del mural. Como bien conoces, en la Catedral permanecen los murales de Oswaldo Viteri, en el presbiterio, y de Pablo Sanaguano, en la capilla de Santa Bárbara.
En segundo lugar, la Diócesis se encuentra comprometida en la recuperación del centro de formación y pastoral de Santa Cruz. Dicho centro, en una situación de cuasi abandono, fue, como tú muy bien dices, desde la época de Monseñor Proaño, la Casa Madre o el corazón de la Iglesia de Riobamba. De ello, de su valor y significado, soy plenamente consciente y me siento orgulloso de heredar tal experiencia. En Santa Cruz seguimos celebrando asambleas, reuniones y cualquier iniciativa de formación, tanto de la pastoral indígena, cuanto mestiza. Desde hace casi un año hemos emprendido obras muy importantes de puesta al día que garantizan que Santa Cruz siga siendo nuestro espacio privilegiado de encuentro y de formación.
martes, 12 de julio de 2016
La situación en Venezuela
En el nº 95 del CORREO INTERNACIONAL DE LA
FRATERNIDAD SECULAR CARLOS DE FOUCAULD, aparece el siguiente artículo que me
parece de sumo interés, por la fuente.
Elena González
Tenemos una sensibilidad a flor de
piel para sufrir la desinformación de nuestras comunes amistades de fuera. Eso
me motiva para compartir algo de mi correspondencia reciente con amigos que han
vivido en Venezuela o han pasado varios meses acá recientemente y, contrastando
lo que conocen directamente con lo que leen, me preguntan.
CÓMO ANDAMOS POR VENEZUELA...
Ojala pudiera escribir buenas NOTICIAS POLÍTICAS… Si
uno se empeña en hacer un ejercicio evangélico para buscar signos de BUENA
NOTICIA en clave de la debilidad del "niño envuelto en pañales" que
dice el relato de Lucas (y con imaginación femenina y práctica lo acompaña con pichi,
caca y falta de agua)…, pues SÍ, los encuentra en los menos tomados en cuenta y
más marginados, como alguna maestra de secundaria en Bojo que trabaja 30 horas
semanales cubriendo 6 asignaturas y sin haber recibido un céntimo desde marzo
pasado, cuando aceptó una suplencia para que no cerraran el liceo bolivariano…
o de quienes pasan cada día por ventas ilegales y públicas de productos
"bachaqueados" (comprados a la fuerza a precio regulado y vendidos en
la calle sin control y a la vista de policías) y no los compran aunque sean
pañales o papel higiénico… o quienes hacen cola por otros en ciudades distantes
para encontrar medicinas y viajan 800 km. una noche entera para entregarlos a
quien lo necesita… pero a otro nivel, lo que se ve es un caos.
Lo que SÍ es verdad es que las Vacas Gordas del
petróleo no generaron, ni reservas ni productividad y la política de pago de la
deuda social no ha sido acompañada por un impulso a la cultura del trabajo, ya
bien vapuleada por el "… 'TA BARATO, DAME DOS" de la divisa estable
por más de 60 años: “Sembrar el petróleo” ha sido una consigna vacía desde mi
infancia hasta hoy…
POR AHORA, nada de cuanto falta de la canasta diaria
es insustituible; pero una inflación especulativa demencial hace inaccesibles
productos indispensables. Las medicinas y los repuestos industriales SÍ son
problema. Y los insumos agrícolas también… ¡que ya es decir!
miércoles, 6 de julio de 2016
Agur, Iñaki
Hemos gozado contigo, Iñaki. Tú con nosotros.
Te decimos que nos has dejado. Nos aseguras, Iñaki, que no.
Estás en el lado de la vida desde el que puedes ayudarnos a
experimentar que vives.
Todavía no sabemos cómo vamos a poder suplir tu ausencia.
¿Se dice suplir tu ausencia o suplir tu presencia?
Y es que no podremos. Sólo tú, sí, podrás hacerlo.
En cada uno de tus círculos están surgiendo muchos recuerdos
de tu presencia imprescindible.
Con tu nuevo modo de acompañamiento, esos recuerdos no serán sólo referencias de pasado, sino y sobre todo, luces para continuar un camino, ya hecho en buena parte juntos.
Pero, navarrico, nos has dado estos tres últimos días tanta
inesperada preocupación y trabajo, que no nos has dejado tiempo ni para llorar.
Te has ido con un semblante muy pacífico; le has echado tú,
que no eras un buen jugador de mus, le has echado tú a Lesmes un órdago por la
espalda. Y mira con qué cara nos has dejado a todos.
Con todo, y eso que tenías tú también tus buenos momentos de
respe y mala leche,
·
son los que muestran nuestros rostros, unos
surcos de lágrimas que han humedecido algunos campitos de alma que teníamos más
que resecos;
·
nos has dejado con un par de arruguitas más en
torno a los ojos, pero de las que enternecen nuestras miradas;
·
nos hemos encontrado de pronto con unos surtidores entre el otro o la
otra y cada uno de nosotros, de los que enriquecen la amistad o la recrean o la
hacen nacer donde no parecía existir…
Iñaki, sabes que para nosotros el Agur no es una despedida,
sino un saludo.
Como tantas otras veces, dirígelo hoy en un modo nuevo, el
Agur Jaunak que vamos a escuchar, como melodía de nuestras almas.
martes, 5 de julio de 2016
Una difícil comunión (y III)
Nota: Esta es la tercera y última entrega
(Dsculpen esta tremenda equivocación. Por propia ignorancia en esta materia, no salió el contenido en su fecha programada: 05/07/16. Pero ahí va...)
(Dsculpen esta tremenda equivocación. Por propia ignorancia en esta materia, no salió el contenido en su fecha programada: 05/07/16. Pero ahí va...)
Pero la acción de esta nueva élite corre el peligro de transformar
se en una iglesia no más colegial, sino más
verticalista. Parafraseando a
Montesquieu, se podría decir que la Iglesia católica era una monarquía (el papado) soportada por una nobleza (el
episcopado y la vieja élite del
laicado católico). Hoy gracias a los nuevos movimientos eclesiales, la Iglesia católica intenta liberarse de
la nobleza y se apoya sobre una nueva
élite que rechaza la obra de actualización realizada por los obispos conciliares y por el viejo laicado del
siglo XX. El final de una iglesia centrada en el obispo y el clero no ha
comportado el inicio de un modelo de iglesia
más participativo y sinodal, sino que ha comportado la implantación de un injerto "comunitarista"
dentro de las iglesias locales que
conservan un enraizamiento territorial que tiene profundas implicaciones
en el plano de la teología de la misión y de las relaciones iglesia-mundo.
Entre los perdedores por este fenómeno interno
de la iglesia post-conciliar se encuentra el que podemos llamar laicado
"suelto" o sin siglas, que
importa sobre todo por la fidelidad a una iglesia local (traducido en el
porcentaje de los que participan a la eucaristía dominical): el laico es más apreciado cuando esta encuadrado
en una asociación o organización
eclesial, lo que muchas veces comporta para los fieles "simples", es decir los que no
pertenecen a ninguna asociación católica,
una marginación de la real posibilidad de tomar parte activa en la vida
de la iglesia local.
La ultima realidad que pierde es la cultura católica
"liberal" (en sentido amplio) que
ve en la victoria de los movimientos una reedición post-moderna de la cultura ultra-montanista de raíz
decimonónica, en un enclaustramiento
de la cultura católica en un nuevo "gueto católico"
En el lado político-asociativo, con el paso del "movimiento
católico" a los "movimientos
eclesiales" nos encontramos con el final de la experiencia formativa de una élite política y
social católica que había salido de
la fase del control de los notables y de la supremacía clerical para abrazar
sistemas de selección y de sucesión de naturaleza asamblearia o de alguna
manera participativa. Con los nuevos movimientos católicos esta fase no solo ha
sido superada, sino negada y arrinconada en el archivo de la época
conciliar: en los nuevos movimientos cató- licos
hay líderes, no asambleas; no
elecciones. En un catolicismo todavía con estructura piramidal, entran
en escena homines novi que son portadores de biografías nuevas, pero que
en gran parte son extraños a los
decenios de luchas del laicado católico organizado para hacerse reconocer con una dignidad propia de
laicos.
A aquella cultura católica que en el curso del
siglo XX había desarrollado un pensamiento sobre el Estado y
sobre su legitimidad, algunos de estos movimientos católicos
le proponen una visión del Estado como usurpador de la verdadera
soberanía, es decir la de la iglesia sobre la sociedad. Esto se transforma, en el
escenario de la economía del tercer sector y de la solidaridad, en un
activismo, que efectivamente ha llevado al crecimiento, en los últimos
decenios, de una cultura del servicio social dentro del catolicismo
contemporáneo. Este activismo tiene una correspondencia
teológica que en no raros casos produce
efectos también sobre la formulación de la doctrina social y económica en el interior de la Iglesia católica. Este
elemento influye en la visión de la
iglesia sobre las cuestiones de la justicia social, y también acompaña una visión anti-liberal o pre-liberal del
rol del estado en la gestión del bienestar social y de la economía.
lunes, 4 de julio de 2016
Homosexualidad y sodomía
La verdad es que el
comentario no está carente de fundamento. Se ha podido comprobar nuevamente en
las declaraciones que ha realizado el pasado 26 de junio, regresando de Armenia
a Roma, y respondiendo a una pregunta sobre la posición de la Iglesia en lo
referente a la homosexualidad: si “una persona tiene
esa condición, tiene buena voluntad y busca a Dios, ¿quiénes somos nosotros
para juzgar?” Y, completando lo ya manifestado en julio de 2013, ha finalizado
este punto formulando una invitación: “debemos acompañar bien” a estas
personas.
Mira tú, por
dónde, ha reabierto el tema, precisamente, cuando parecía que su voluntad de mirar
amablemente la homosexualidad había decaído en los dos últimos sínodos de
obispos de 2014 y 2015 para sacar adelante, por lo menos, sus propuestas
referidas a las parejas de hecho y a los divorciados vueltos a casar
civilmente. No me extraña que haya quienes consideren particularmente
“peligroso” a este papa que se sale sistemáticamente del guion establecido. Y
que lo hace siempre para bien, al menos, de los marginados y más débiles.
Cuando se escuchan estas
declaraciones de Francisco, es inevitable traer a la memoria otras -oídas y
difundidas-, por estos y otros lugares del mundo, no tan amables sobre el mismo
asunto. Pero, sobre todo, los comportamientos homófobos -y hasta homicidas- que
hacen dudar no solo de la capacidad para convivir amablemente con lo diferente,
sino, particularmente, de la cordura y sensatez humanas.
Quizá, por ello, no esté
de más recordar que en la Iglesia católica coexisten, por lo menos, dos maneras
de entender y de relacionarse con la homosexualidad. Y, por extensión, con las
personas bisexuales y transexuales, dejando, al margen los comportamientos y
planteamientos patológicos que, como en todo colectivo humano, también pululan
entre sus filas.
viernes, 1 de julio de 2016
Voces de chavales
Escribo estas líneas mientras oigo de fondo voces de adolescentes que gritan juegan y ríen. Escribo desde unas convivencias de verano en nuestro Pirineo. En este largo encuentro con chavales, intentamos ayudarles a descubrir, a través de experiencias y testimonios, un modo de entender la vida en la que la generosidad y la solidaridad con el otro nos hagan descubrir lo mejor de nosotros mismos. Con Jesús de Nazaret como telón de fondo, los chavales van haciéndose preguntas y descubriendo que el amor es lo más hermoso que podemos vivir.
Mientras oigo el griterío, miro las noticias
electrónicas y veo los resultados de las elecciones. Es curioso, ningún chaval
ha preguntado quién había ganado. Preocupados, eso sí, por una selección de
fútbol que ha acabado perdiendo, no han manifestado ningún interés por los resultados
electorales, ni la más absoluta mención.
Esa distancia, ese desencuentro entre política y
adolescentes es más que significativo. Y es que ellos, que no tienen ningún
pudor en decirlo, están hartos; hartos de palabras, de descalificaciones, de
insultos, de corruptelas, de promesas. El discurso de los políticos suena a tan
vacío que ha conseguido ser absolutamente irrelevante para muchos chavales. Si
uno de ellos saca el tema de la política, siempre hay otro que termina diciendo
“Todos son iguales” y a otra cosa mariposa, a otro tema más interesante, el
resultado de los partidos o los ligues de los cantantes.
Me preocupa una generación que está cansada de los
políticos sin haber tenido tiempo de saborear la democracia.
Tengámoslo todos en cuenta. A los educadores nos
tocará alentar la convivencia democrática en los jóvenes; a los políticos les
tocará, dejarse de milongas, ponerse de acuerdo y comenzar a gestionar la
convivencia en un país, en las que las siglas de los partidos parece que
prevalecen a la concordia, en donde se rehúye el saludo al adversario y en
donde parece que para triunfar hay que ser un sinvergüenza o un maleducado.
Pónganse de acuerdo, señores políticos, entonen el
mea culpa por su testimonio patético de no querer pactar hasta el punto de
llevarnos a unas segundas elecciones, y recuperen la credibilidad en un país en
el que, con su actuación, han conseguido la desconfianza de los mayores y la más
absoluta ignorancia de sus jóvenes.
JOSAN MONTULL