miércoles, 1 de febrero de 2012

La derechona le marca el camino a Munilla

Es algo sabido que el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, nombrado hace dos años por Joseph Aloisius Ratzinger, también conocido como Benedicto XVI, a propuesta del ultra Rouco Varela, no goza de la simpatía de sus feligreses. Pero en la derechona española están felices con él. Si no, que se lo pregunten a Iñaki Ezkerra -que lleva su cruz en el apellido-, quien ayer en «La Razón» hablaba del «cambio en la Iglesia oficial vasca», que a su juicio consiste «más que en un posicionamiento rotundo contra ETA y a favor de las víctimas del terrorismo, en un silencio discreto y ciertamente saludable, en contraste con los memorables disparates de Setién y Uriarte». Se ve que no era partidario de ellos.



A continuación, Ezkerra empieza a dorar la píldora al nuevo, y afirma que «contribuyó no poco a este nuevo clima la salida de este último del obipado donostiarra y la llegada de Munilla, un hombre que ha preferido la templanza y la neutralización en sordina del discurso hegemónico del nacionalismo antes que la beligerancia constitucionalista de sacerdotes como el difunto Beristain o el exiliado y no menos admirable Larrinaga». Por si no les conocen, dos carcas de tomo y lomo. Según cuentan es cierto que desde que llegó Munilla hay otro clima en la Iglesia guipuzcoana, pero no sé si los afectados están contentos...

Pero cuidado, que el columnista más derechoso de Bilbo tampoco las tiene todas consigo, y le marca el camino al obispo. Por si acaso: «Lo que ha intentado Munilla es avanzar en el amparo social a las víctimas sin crear fricciones con el mundo nacionalista, es decir, actuar muy `políticamente' y `despolitizadamente' por lo tanto. Ahora es Munilla quien anuncia una pastoral de los obispos vascos que, por un lado, nos presenta como un paso al frente en el reconocimiento a quienes han sufrido directamente la violencia terrorista, pero insistiendo, por otro lado, en unos términos -paz, diálogo, reconciliación...- que remiten a la teoría del conflicto, la guerra, los dos bandos, la negociación y el llamado `Tercer Espacio'. Esperemos que sea una falsa impresión mediática». Está claro que a Ezkerra no le gusta que se hable de paz, diálogo y reconciliación. Y por descarte, está claro qué es lo que sí le gusta.

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Eskerrik asko.