En vísperas del Consejo Europeo, el Servicio Jesuita a los Refugiados de Europa y el sindicato UGT han coincidido en denunciar la propuesta europea de endurecer el control fronterizo y crear centros de migrantes en terceros países por contravenir los derechos humanos y los valores europeos
Fuente: Noticias Obreras
Por: Jose Luis Palacios
17/10/2024
FOTO | Centro de internamiento de personas migrantes construido en Albania por el Gobierno de Italia.
El Servicio Jesuita a los Refugiados de Europa (JRS) ha denunciado “la injusticia y el sufrimiento” generado por el Pacto de Migraciones y Asilo y pide a las autoridades que recuperen los valores fundacionales de la Unión.
La red jesuita no solo adelanta la “nula eficacia” de las medidas adoptadas con la intención de reducir los flujos migratorios, sino que señala la inhumanidad de este tipo de prácticas, que además resultan contrarias a los derechos humanos.
En un comunicado, la red europea jesuita recuerda que hace 25 años, en el Consejo de Tampere, la Unión Europea se comprometió a trabajar hacia una unión de Libertad, Seguridad y Justicia” a través de políticas comunes que respeten nuestros valores compartidos de dignidad humana, libertad, democracia, estado de derecho, igualdad y derechos humanos.
De este modo, tanto quienes suscribieron este acuerdo como quienes trataron posteriormente de desarrollarlo trataron de “armonizar la forma en que extendemos la protección y el disfrute de los derechos humanos a aquellos que se ven obligados a huir de la violencia y la persecución”.
El Servicio Jesuita a los Refugiados de Europa denuncia el “debilitamiento de este compromiso”, primero, a raíz del Pacto sobre Migración y Asilo para “la detención y la segregación de las personas que buscan protección en las fronteras exteriores de la UE”; que permite “numerosas derogaciones nacionales de las políticas comunes en tiempos de supuesta crisis”; y promueve “la externalización de la responsabilidad de proteger a las personas a países fuera de la UE”.
Es más, los fondos europeos transferidos a terceros países están sirviendo para generar graves violaciones de los derechos humanos, como en los centros de detención en Turquía.
Lejos de remitir, este tipo de políticas están experimentando un preocupante auge con resultados nefastos. “Cada vez más, los Estados miembros están anunciando cambios en la legislación y políticas nacionales que se apartan de la legislación común de la UE”.
En este punto la red jesuita cita la intención de los Países Bajos de desvincularse del Sistema Europeo Común de Asilo, la decisión de Alemania de introducir controles fronterizos y la de Polonia de suspender el derecho a solicitar asilo en las fronteras con Bielorrusia, así como la puesta en marcha en Italia del traslado de personas rescatadas en el mar a un centro de detención fuera de la UE, en Albania.
Además, lamenta, “los gobiernos continúan buscando formas de mantener alejados a los migrantes o devolverlos antes incluso de que pongan un pie en territorio europeo, diseñando “centros de retorno” en terceros países que son cuestionables, tanto desde una perspectiva ética como de viabilidad”.
Estas prácticas están aumentando “la injusticia y el sufrimiento”, advierten. Sin que ninguna de las iniciativas anti-migraciones esté teniendo “realmente efecto alguno en la reducción de la migración hacia Europa”.
Pero, afirma, el Servicio Jesuita a los Refugiados de Europa “no tiene por qué ser así” y pone como ejemplo “la generosa unánime respuesta de la UE ante la crisis de personas desplazadas de Ucrania” que, a su juicio, “ha demostrado lo que podemos lograr cuando actuamos juntos y de acuerdo con nuestros valores”.
En este sentido, señala que la Unión Europea aún puede cambiar de rumbo y elegir inequívocamente actuar “conforme a los valores que la fundaron”, por lo que pide a las autoridades europeas que “opten por trabajar juntos para diseñar formas innovadoras de garantizar vías seguras y legales para las personas que huyen de la violencia y la persecución”.
Así llama a “buscar y rescatar a las personas en el mar, y trabajen juntos para llevarlas al puerto seguro más cercano en Europa”; “respetar el derecho de todas las personas a la libertad, y rechacen el uso de la detención administrativa como un mal necesario”; optar por “la hospitalidad y el acompañamiento desde el momento en que las personas llegan, y diseñen juntos modelos de acogida digna que permitan el verdadero encuentro con la comunidad local”.
En definitiva, pide a los jefes de Gobierno y Estado de la Unión Europea que “opten por crear acuerdos de colaboración sólidos con terceros países que verdaderamente fortalezcan sus sistemas de protección y apoyen su desarrollo, no para convertirlos en ejecutores satélites de políticas inhumanas de la UE”.
“Les pedimos que crean en nuestros valores y opten por hacer que Europa vuelva a ser humana”, concluye su comunicado.
UGT insta al Gobierno español a rechazar las políticas migratorias contrarias a los derechos humanos
Por su parte, el sindicato UGT también considera “inaceptable e incompatible con los valores de la Unión Europea”, la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea de a imitación del modelo australiano de gestión de la migración y el asilo, externalizar el control de fronteras y subcontratar a terceros países la contención de los flujos migratorios.
Además, para este sindicato, resulta muy “peligroso” que sean los postulados de la ultraderecha los que rijan la política de migración y asilo de la Unión.
El endurecimiento de la política migratoria supone, indica la organización de trabajadores, “un paso más en una política de externalización de las fronteras exteriores en la que la Unión Europea y sus Estados miembros eluden sus obligaciones pagando a terceros países en los que no solo los derechos humanos, sino en muchas ocasiones las vidas de las personas migrantes y solicitantes de protección internacional corren peligro”.
Esta propuesta que se “alinea con las tesis de la ultraderecha”, para UGT, “es incompatible no solo con los valores de la Unión Europea sino con el mínimo respeto a los derechos humanos”.
Por ello, el sindicato anima al Gobierno español a que en la reunión del Consejo Europeo no solo muestre su rechazo a esta propuesta, sino que abogue por políticas migratorias respetuosas con los derechos humanos y con las normas internacionales.
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