El teólogo y subdirector del centro LGTBI de Barcelona, Enric Vilà, ha publicado 'Cristian*s rar*s. Senderos para repensar las experiencias LGTBIQ+'
Fuente: La Vanguardia
Por Sílvia Oller
Barcelona
11/08/2024
El teólogo Enric Vilà frente a la iglesia de Sant Pau del Camp de Barcelona, cercana a su lugar de trabajo Llibert Teixidó
El teólogo y subdirector del centro LGTBI de Barcelona, Enric Vilà, ha publicado Cristian*s rar*s. Senderos para repensar las experiencias LGTBIQ+ (Editorial Claret y Universitat de Lleida), libro en el que aporta elementos teológicos para el reconocimiento de todas las personas LGTBIQ+ en la Iglesia.
¿Se sienten excluidos ?
Hasta los años ochenta, los cristianos LGTBIQ+ eclesialmente estábamos en las catacumbas reviviendo las experiencias de los primeros cristianos ante las persecuciones de los romanos. El sida perpetuó el estigma del crimen y del castigo. A partir de los noventa, una progresiva visibilidad hizo tomar conciencia en la Iglesia de esta realidad innegable, también vivida por numerosos curas homosexuales.
¿Cuántas personas del colectivo estiman que se han desvinculado de la Iglesia por sentirse marginadas?
Las cifras de personas LGTBIQ+ que frecuentan la Iglesia ha bajado en paralelo a cómo progresivamente muchos cristianos han dejado parroquias y movimientos. La lentitud en lograr cambios exaspera a muchos, dado que la velocidad de la luz es distinta a la velocidad vaticana.
Hace menos de un año, el Papa autorizó la bendición de parejas del mismo sexo. ¿Cómo se vivió ese momento?
Hubo una triple reacción. Algunos aplaudieron de forma incondicional. Ante las reacciones anti Francisco, hay que mostrar un apoyo contra la corriente reaccionaria dentro de la Iglesia. Otros, también fieles a Francisco, vieron su gesto positivo, pero insuficiente, pues no cambia la doctrina. Es la misericordia mal entendida que solo bendice de dos en dos, no la relación. Un tercer grupo reaccionó con indiferencia. Ya no conectan y se han ido.
¿Una apertura insuficiente?
Es un primer paso. Es lo que yo califico de paradigma del reconocimiento, en el que las personas LGTBIQ+ deben ser iguales que el resto de los cristianos bautizados. Hay que dejar atrás la misericordia mal entendida, donde el estigma de la presunta enfermedad y pecado de los actos homosexuales contradice la ciencia y la dignidad de las personas del siglo XXI. El papado de Francisco, eminentemente pastoral, tiene la misión de abrir ventanas y puertas que otros papas deberán cruzar y caminar según los signos de los tiempos.
Un paso adelante que contrasta con las polémicas declaraciones del Papa al decir que había “demasiado mariconeo” en los seminarios...
Fue una frase desafortunada y presentó ya sus disculpas. Sin embargo, nos queda la duda de si es suficiente... ¿Por qué se filtró? No sabemos si fue para desacreditarle o para recalcarle que la doctrina no se toca. Francisco pasará a la historia paradójicamente por ser el Papa que pronunció por primera vez el término gay como signo liberador, y esperemos que sea el último en usar motes injuriosos.
Las puertas siguen cerradas al matrimonio homosexual.
Hay razones bíblicas, teológicas, morales, éticas y experienciales que posibilitan el matrimonio de personas del mismo sexo en la Iglesia católica. Teólogos europeos y norteamericanos lo hemos estudiado. Otras iglesias celebran matrimonios del mismo sexo en Europa, en el cristianismo protestante. Lo que está claro es que se ha cerrado el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo en este pontificado ante sorpresas difíciles de prever. Los papas pasan, pero seguirá habiendo personas LGTBIQ+ a las que habrá que dar una respuesta en el futuro. La Iglesia habla más de homosexuales que con homosexuales y no tiene en cuenta sus experiencias vitales.
¿Cuáles son esas razones para defender el matrimonio?
En la antigüedad, en las ceremonias paleocristianas de hermanamiento, se unían dos personas del mismo sexo mediante un rito, equivalente al de los matrimonios heterosexuales. Hoy, el matrimonio para personas LGTBIQ+ es posible a partir del Vaticano II. La visión bíblica contiene múltiples finalidades de la sexualidad humana, no solo la procreación. El matrimonio no ha sido instituido solo para la procreación, y muchas veces se reprocha esto a las parejas del mismo sexo.
¿Por qué hay tanta resistencia?
Los cambios son lentos en la Iglesia católica. La homosexualidad y las relaciones de pareja del mismo sexo polarizan a la Iglesia. Hay dos sensibilidades enfrentadas. La primera manifiesta un rechazo total a cambiar el magisterio ya que sostiene que la relación homosexual va contra natura. Este grupo lo forman la mayoría de los obispos africanos, parte de los de Europa del Este y algunos de EE.UU. El segundo grupo lo lideran obispos alemanes, belgas y centroeuropeos que consideran que hay que cambiar el magisterio y la ley porque la inclinación homosexual es connatural.
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