Ingeniero y sacerdote, se rifan las plazas para participar en sus noches de observación de estrellas que organiza bajo uno de los cielos más limpios de Europa
Fuente: El Diario Vasco
Madrid
12/08/2024
Fernando Ruiz, ingeniero barcelonés de 59 años, sacerdote desde hace 34 y prior del monasterio de Santa María del Olivar, en Estercuel (Teruel), no para de atender peticiones para acudir a las noches de observación de estrellas que organiza frente al cenobio bajo uno de los cielos más limpios de Europa. Pero no se siente un monje 'contemplativo'. «Soy fraile de vida activa, a veces demasiado activa».
– Un prior de un monasterio del siglo XVII perdido en la España vaciada que contempla las estrellas de madrugada, ¡usted tiene una serie de televisión!
– También echo una mano en la cocina y sirvo platos… aquí hacemos de todo. Se habla mucho de la España vaciada, pero la cosa se reduce a que haya personas que quieran estar en el territorio de una manera activa: crear movimiento, fomentar valores, reunirnos y pasarlo bien.
– ¿Qué deseo pide al ver las Perseidas?
– Que las veamos mucha gente y podamos soñar, pensar y desear a lo grande, y yo con ellos.
– De poder viajar al más allá, ¿a dónde?
– A la gran nebulosa del Cinturón de Orión. Es la región que más me fascina. Se ve en invierno a simple vista. Es una zona maravillosa llena de gases calientes y estrellas gigantes radiando en ultravioleta… Si puedo elegir me voy para allá.
– Me recuerda al replicante de 'Blade Runner'...
– Jajaja, sí al de 'he visto cosas que no creeríais'. Muchas veces recuerdo esa frase y me identifico con esas cosas maravillosas que uno ve. Cuando dedicas un rato tranquilo a ver las estrellas de noche empiezas a ver las cosas de día de manera distinta y no porque tengas la pupila más abierta sino el corazón menos cerrado.
– Esta inmensidad del Universo no la controla ni Dios…
– Él sí… Tengo muy claro que estoy viendo desde abajo la huella digital del dedo de Dios, de cómo Dios ha presionado esta vasija. Lo que pasa es que yo veo la huella desde dentro de la vasija.
– ¿Se cambiaría por los dos astronautas españoles elegidos por la ESA para viajar al espacio?
– Me reservo para ir de capellán a la primera base lunar. Me voy a postular a la ESA a ver si hay suerte...
– ¿Excomulgamos a Elon Musk por sus satélites? ¿Le ponemos penitencia?
– La penitencia me la pongo yo cuando veo la línea luminosa y veo que falta algún punto y me alegro de que les hayan fallado uno o dos satélites.
– ¿Nos estamos cargando el firmamento con la basura espacial?
– Estamos fastidiando el derecho a ver el cielo. Haría falta un 'sheriff' mundial que evitara que el espacio se convierta en el salvaje oeste.
– Dice que observar Saturno nunca defrauda.
– En nuestras noches de observación, yo verifico que los que miran por el telescopio han visto Saturno cuando sueltan un taco de admiración.
– ¿Cuál es su hora mágica?
– A partir de la medianoche. Es cuando el cielo está más impresionante y hay tranquilidad en el monasterio.
– Creo que brindan tras acabar una observación…
–Con cava en verano y en invierno, por el frío, con técnicas más alcohólicas.
– ¿Qué le dicen los astros sobre cómo renovar la Iglesia?
– La maravilla de la creación habla de una idea de Dios inmensa y bellísima. Es lo que tenemos que transmitir junto con todo el esfuerzo que hace la Iglesia para servir a los demás: Cáritas, misioneros, solidaridad, grupos parroquiales… ese es el camino.
– Fernando, ¿cuál es su luz interior?
– Las personas que nos aman nos dan luz.
– ¿Qué estrella terrestre le deslumbra?
– Me impresiona Nadal… humildad, esfuerzo y autenticidad. Ojalá lo viéramos en los políticos.
– ¿Qué noticia espera del cielo?
– La primera ¡el agua! Estamos sufriendo mucho por la sequía. Pero la gran noticia que espero es que se cambien los tambores de guerra por los senderos de paz.
– ¿Qué le gustaría que le dijera Dios cuando muera?
– Pasa al banquete porque has hecho algo de bien. Y espero encontrarme con conocidos que me digan: «Tuve hambre y me diste de comer» o «estaba cabreado, triste y deprimido y me enseñaste las estrellas».
– En la hospedería de su monasterio las estrellas de los fogones son las longanizas de la tierra…
– Jajaja, ahora tenemos a Fray Alejandro en la cocina y las comidas y cenas ya no son estrellas brillantes sino constelaciones enteras. Cuando vengas y pruebes unas patatas con acelgas 2.0 o un ternasco a baja temperatura con crema vas a alucinar… Hay más posibilidades de convertir la degustación en gula.
– ¿Cuándo se alinearon los astros en su vida?
– Cada vez que he encontrado el amor. De joven cuando me enamoré, luego cuando encontré mi vocación y más tarde de misionero en Guatemala.
– ¿Qué nos espera después?
– Una gran sonrisa hecha de luz de estrellas.
– ¿Hay vida ahí arriba?
– Vida biológica tarde o temprano la encontraremos. Vida inteligente… no sé siquiera si la hay en la Tierra.
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