Desde el año 1987 las Naciones Unidas (a instancia de Globial Footprint Network) desea sensibilizarnos a los habitantes inteligentes del planeta Tierra que los recursos naturales son limitados y que hemos superado la capacidad de recarga natural del planeta.
Fuente: Noticias Obreras
01/08/2024
Este no es un mensaje apocalíptico, ni distópico, ni conspiranoico. Pero es un mensaje dirigido a la conciencia colectiva para que los humanos seamos más sensibles al deterioro global del sistema natural Tierra. Uno de los “indicadores” es el cambio climático, del que la comunidad científica mundial ha alertado en diferentes ocasiones. La organización internacional Global Footprint Network ya ha anunciado en un comunicado de prensa que en 2024, desde el 1 de enero hasta el 1 de agosto, la humanidad ha consumido tanto de la naturaleza como lo que los ecosistemas del planeta pueden renovar durante todo este año. En otras palabras, en solo 7 meses, la humanidad consumió lo que la Tierra tarda 12 meses en regenerar.
Esta efeméride nos concierne a todos, pues se relaciona con la manera como utilizamos los recursos de nuestro planeta. Con este día de memoria y conciencia se pretende sensibilizar de manera urgente a la población mundial acerca de los efectos dañinos e impacto que genera este fenómeno en la humanidad y en el planeta.
La sobrecapacidad de la Tierra está relacionada con la selección de una fecha (a partir del año 1970) que permite determinar la cantidad de recursos que ha consumido la humanidad en el término de un año, frente a lo que el planeta es capaz de producir.
Esta sobrecapacidad ha sido calculada por la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network), una organización sin fines de lucro. Tiene como objetivo desarrollar y divulgar herramientas orientadas a promover la sostenibilidad, la huella ecológica y la biocapacidad, para la toma de decisiones. Estos factores permiten medir la cantidad de recursos utilizados y disponibles, para determinar la capacidad de la Tierra frente a las demandas de la población mundial.
Para calcularla, se divide la biocapacidad mundial (la cantidad de recursos naturales generados por la Tierra ese año), por la huella ecológica mundial (el consumo de la humanidad de los recursos naturales de la Tierra para ese año), y multiplicado por 365 días (366 días para los años bisiestos).
Para el año 2023 la Tierra entró en un déficit ecológico, debido a que la demanda de recursos y servicios por parte de la población mundial ha superado ampliamente lo que el planeta puede regenerar en este año en materia de recursos naturales. En tal sentido, se proyecta para el año 2030 se necesitaría otro planeta Tierra para poder suplir tal demanda y satisfacer las necesidades de las futuras generaciones.
Si la humanidad aparece hace dos millones de años, en este último siglo la humanidad ha utilizado un exceso, una sobrecarga insostenible de los recursos de la naturaleza, para la satisfacción de sus necesidades primarias y colectivas, muchas de ellas innecesarias. Tales acciones han generado efectos perversos a un ritmo acelerado. Se estima que a principios de la década de 1970 se traspasó el umbral crítico del consumo desaforado de recursos naturales, con las siguientes consecuencias: Liberación de partículas de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero, generando un cambio climático con un impacto negativo, Deforestación, pérdida de diversidad de las especies, la mayoría de ellas en franco peligro de extinción.
Los humanos hemos consumido más recursos de lo que el planeta puede regenerar. Es urgente sensibilizar y concienciar a la población, en la adopción de un estilo de vida más sostenible. De esta manera se contribuirá a reducir el uso de recursos, así como frenar la degradación ambiental. Asimismo, se requiere la aplicación de políticas urgentes que permitan cambiar el modelo de producción y consumo. Con ello se alcanzará una relación más sostenible con nuestro planeta.
El 2 de agosto de 2023, hace un año, la Tierra y los humanos entramos en números rojos. En poco más de 200 días se agotó el capital natural disponible para los 365 días del año, excediendo en un 74% la capacidad de los ecosistemas para regenerar los recursos naturales.
La huella ecológica de la Unión Europea muestra que la cantidad total de combustibles fósiles, biomasa, metales y minerales utilizados, incluido en importaciones, duplica los límites que podrían considerarse seguros y sostenibles, según la organización, que sostiene que el modelo actual es injusto y desigual. Al mismo tiempo, hemos de recordad los “ricos” de este planeta que mientras 1.200 millones de las personas más pobres son tan solo responsables de un 1% del consumo mundial, los mil millones de personas más ricas en el mundo gastan el 72% de recursos.
Muchos pensamos que “la Unión Europea debe abandonar ya el dogma del crecimiento ilimitado”, ya que, en nuestra opinión, “lo utópico es creer que podemos seguir consumiendo al ritmo actual sin que haya consecuencias sociales y ambientales desastrosas”.
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