La Capilla de San Pedro (Peterskapelle) en Lucerna pronto albergará una estatua de Jesús animada por inteligencia artificial (IA). El enfoque artístico tiene como objetivo alimentar la reflexión sobre las implicaciones de la IA para la fe.
Fuente: kath.ch
Por Wolfgang Holz
traduction y adaptación: Raphaël Zbinden
14/08/2024
La capilla Saint-Pierre, situada junto al puente de la capilla, ofrecerá un enfoque pastoral futurista: los visitantes podrán hablar con un "ciber-Jesús". La instalación artística se podrá descubrir del 23 de agosto al 20 de octubre de 2024. Inaugurado con motivo del centenario de la Sociedad Suiza de San Lucas, se llama "Deus in Machina", en una referencia irónica a la cita latina "Deus ex Machina". Así, Dios ya no abandona la máquina, sino que se "convierte" en máquina.
El "Cyber-Jesus" es un enfoque artístico experimental y de tiempo limitado desarrollado por la Iglesia Católica de Lucerna en colaboración con el Laboratorio de Investigación de Realidades Inmersivas de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes de Lucerna (HSLU).
Marco Schmid, colaborador teológico de la Capilla de San Pedro, los informáticos Philipp Haslbauer y Aljosa Smolic, forman parte del equipo artístico. La Capilla de San Pedro ha estado cooperando con el Laboratorio durante años. Por ejemplo, el instituto ya ha diseñado una guardería virtual.
"En cualquier caso, no se trata de una situación de confesión", insiste Marco Schmid a kath.ch. Porque nadie puede confesarse con una inteligencia artificial". Más bien, el objetivo es observar cómo los visitantes conversarán con el avatar de Jesús. "Tenemos curiosidad por ver qué temas se discutirán, si la gente simplemente está actuando de manera estúpida o si también están haciendo preguntas existenciales más profundas".
El "ciber-Jesús" es multilingüe. Reconoce el idioma de su interlocutor y responde en consecuencia. Solo falta el suizo-alemán. El sistema, basado en diferentes programas similares al chatbot chatGPT de Open AI, se esfuerza por encontrar pasajes bíblicos que coincidan con las preocupaciones de los visitantes. Basándose en el conocimiento que ha adquirido y en estos pasajes bíblicos, la IA forma una respuesta. Dado que la capacidad intelectual de la IA es limitada, las respuestas pueden tener sentido formal, sin ser necesariamente correctas.
Contemplar las cuestiones éticas
La instalación, que permite a los visitantes hablar en privado en un confesionario con el "ciber-Jesús", no fue concebida como un entretenimiento o una atracción turística. Se trata mucho más bien de plantear cuestiones éticas y concienciar sobre los problemas que plantea la IA en el ámbito del cuidado del alma. A medida que estos sistemas impregnan cada vez más nuestra vida cotidiana, "la forma en que la IA toma sus decisiones es a menudo opaca, una caja negra que hace difícil, si no imposible, entender por qué logra un determinado resultado", dice Marco Schmid.
"La IA no tiene conciencia"
Otro punto crítico es que la IA carece del nivel de significado del lenguaje. Solo reconoce letras alineadas una al lado de la otra y no puede comprender el significado profundo detrás de las palabras y frases. "Además, las IA no poseen inteligencia social y emocional, lo que es particularmente importante en el campo de la pastoral religiosa, incluso si son capaces de capturar las emociones de su interlocutor por video usando expresiones faciales o por audio usando inflexiones de voz. También carecen de capacidad moral. La IA no tiene conciencia".
Comprender los cambios sociales
Aunque ya lo ha probado varias veces, el líder de la iglesia reconoce la capacidad del "ciber-Jesús" para asombrarlo. "Tengo que decir que da respuestas muy inteligentes. Siempre me sorprende, a veces incluso me conmueve, lo que esta máquina puede decir".
Marco Schmid señala que en las parroquias locales, el tema es prácticamente inexistente. Es diferente en el Vaticano, que con frecuencia se ocupa de estos temas. El Papa habló de ello durante la cumbre del G7 (del 13 al 15 de junio de 2024 en Puglia), donde pidió que la IA respete la dignidad humana. Para Marco Schmid, es importante que un lugar de culto como la Peterskapelle, situado en el corazón de la red urbana, comprenda los desarrollos sociales específicos y experimente nuevas formas de presencia de la Iglesia en el mundo.
cath.ch/kath/wh/rz
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