La Iglesia católica caldea desoye al Vaticano y se niega a bendecir a parejas homosexuales

El Sínodo presidido por el patriarca Louis Raphael Sako no aplicará ‘Fiducia supplicans’

Fuente:   Vida Nueva Digital

Por   Elena Magariños

23/07/2024

 

“La Iglesia caldea en Irak y en el mundo no considera las uniones entre personas del mismo sexo como matrimonio, porque considera el matrimonio entre un hombre y una mujer es el matrimonio correcto y legítimo para construir una familia, y se niega a bendecir las uniones entre personas del mismo sexo”. Esta es la declaración de los obispos de la Iglesia caldea, reunidos en su Sínodo.

De esta manera, desoyen al papa Francisco y a ‘Fiducia supplicans’, con la excusa de “preservar la santidad del matrimonio”. Los obispos caldeos se han reunido en la sede patriarcal de Al-Mansour, en Bagdad, del 15 al 19 de julio, donde también trataron el tema de los abusos sexuales en la Iglesia.

Ante esto, subrayaron la necesidad de “proteger a los niños” y de “educar a los sacerdotes” sobre esta realidad. Por ello, apoyaron la importancia de que los sacerdotes “participen en el programa de protección infantil y obtengan un certificado de la autoridad eclesiástica local”.

 

Por los cristianos de Oriente Medio

Por otro lado, al final del Sínodo, los caldeos han hecho público un comunicado en el que manifiestan su preocupación por los numerosos conflictos que están desgarrando Oriente Medio, deteniéndose especialmente en la situación de Tierra Santa.

Presididos por el patriarca Louis Raphael Sako, los prelados han expresado así “su profunda preocupación”, y “condenan la violencia en todas sus formas”. Por ello, invitan a la comunidad internacional a realizar esfuerzos decididos “para proteger y afirmar la paz en todo momento”, con el fin de “poner fin inmediatamente a la guerra”.

Del mismo modo, recuerdan que el pueblo cristiano en la región “ha sufrido mucho en las dos últimas décadas debido a la privación de sus derechos, la marginación, la exclusión social” y la confiscación “de bienes y propiedades”. Abusos “que han obligado a muchos cristianos a emigrar en busca de un entorno mejor”.