El arzobispo Timothy Broglio califica el intento de asesinato del ex presidente de EE.UU., Donald Trump, de horrible "llamada a la acción" e insiste en que los estadounidenses deben expresar siempre respetuosamente su desacuerdo, respetando la dignidad humana de cada uno
Fuente: Vatican News
Deborah Castellano Lubov
Ciudad del Vaticano
16/07/2024
Algo que todos podemos hacer es promover la dignidad humana. Y tener constantemente presente el hecho de que aunque alguien no esté de acuerdo conmigo, él o ella sigue siendo creado a imagen y semejanza de Dios...
En una entrevista a Radio Vaticano - Vatican News, el arzobispo Timothy Broglio, presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB), reflexiona sobre el ataque del pasado sábado contra el ex presidente estadounidense Donald Trump durante un mitin electoral en Butler (Pensilvania). Un suceso "horrible", dice, que ocurrió "en lo que debería ser una sociedad democrática".
Al mismo tiempo, Broglio ofrece palabras de fe y consuelo, especialmente con vistas al próximo Congreso Eucarístico en Estados Unidos como una oportunidad para promover la paz y la reconciliación.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó de su "preocupación" por lo ocurrido en Pensilvania, cuando un joven, Thomas Matthew, disparó contra el ex presidente...
¿Cuál fue su reacción ante esta tragedia que golpeó a Estados Unidos durante el mitin en Pensilvania?
Ciertamente, mi reacción inicial es de horror de que pueda haber violencia en lo que debería ser una sociedad democrática, de que seamos incapaces de hablar entre nosotros. Alguien fue capaz de atentar contra la vida del ex presidente Trump. Esto es ciertamente muy trágico.
¿Qué se puede hacer para prevenir o combatir este tipo de situaciones? Nadie habría pensado que pudiera ocurrir desde el punto de vista de la seguridad, pero ocurrió...
Creo que un técnico tiene que analizar qué se puede hacer desde el punto de vista de la seguridad. Pero creo que algo que todos podemos hacer es recordar y promover la dignidad de la persona humana. Y tener siempre presente el hecho de que, aunque alguien no esté de acuerdo conmigo, sigue estando creado a imagen y semejanza de Dios. Es una dignidad que debo reconocer y respetar.
Si nuestra sociedad – y me limitaré a la sociedad de Estados Unidos – fuera más consciente de ello, entonces podríamos debatir como seres humanos racionales los problemas y desacuerdos que tenemos, y tal vez llegar a soluciones. Pero es trágico que el discurso político en este país haya llegado a un punto en el que la gente se grita y no hay espacio para escucharse. Esto es algo que el Papa Francisco nos ha instado constantemente a reconocer, la dignidad humana básica, y a respetar de todas las formas posibles.
Como presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, ¿qué pueden hacer los obispos para cultivar este tipo de diálogo pacífico o coexistencia entre los estadounidenses?
Creo que todos nosotros, en nuestras diócesis, podemos ciertamente promover la importancia del diálogo y del respeto al otro. Nuestro compromiso con la vida humana también se basa en esta noción de que la persona humana es digna de nuestro respeto desde el momento de la concepción hasta la muerte. Debemos ser constantes en esto. El miércoles 17 de julio comienza el Congreso Eucarístico, creo que puede ser una gran oportunidad para que promovamos el diálogo y la reconciliación.
Y también recordar que en Jesucristo encontramos nuestra salvación... En la persona de Cristo encontramos un código de conducta, y creo que cuanto más trabajemos para promoverlo, mejor será para nuestra sociedad. No podemos hacerlo todo solos, pero sin duda podemos sentar las bases e instar a nuestros responsables a promover la dignidad y el diálogo.
A causa de este ataque al ex presidente Trump, murió un inocente…
A la familia del caballero que fue acabado ciertamente va mi carcanía, mis condolencias y la promesa de una oración por el descanso de su alma. Y también a los que resultaron heridos, incluido el ex presidente Trump, les envío un mensaje de consuelo y les aseguro mis oraciones y las de todos los fieles de los Estados Unidos. Este trágico evento es una invitación para que todos nosotros avancemos por caminos de paz y reconciliación y evaluemos honestamente las diferencias políticas que existen y las formas en que podemos trabajar juntos para encontrar soluciones.
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