lunes, 3 de junio de 2024

Guerra en Ucrania: "Las Iglesias tienen un papel que desempeñar en la construcción de la paz"

Lanzado por el Collège des Bernardins, un seminario de investigación reflexiona desde hace meses sobre el papel de las Iglesias cristianas en el contexto de la guerra en Ucrania. El historiador Antoine Arjakovsky, que dirige los trabajos, desvela las propuestas más importantes antes de que se presenten en una velada pública el martes 4 de junio.

Fuente:    es.la-croix.com

Por    Malo Tresca

03/06/2024


Por Sabphoto.@Adobe Stock

¿Cómo surgió el seminario sobre Iglesias, Ucrania y Paz?

Este nuevo proyecto de investigación es la continuación de otro seminario en Les Bernardins, organizado en 2023 con varios grupos de reflexión -entre ellos el Institut Jacques-Delors y la Fondation René-Cassin- sobre el tema "Cómo apoyar a Ucrania y reconstruir la paz en Europa". La iniciativa presentó 18 propuestas concretas, desde el ámbito político hasta el militar y el diplomático.

Uno de ellas pedía que se prestara especial atención a la dimensión religiosa de esta compleja guerra. Se tenía la idea de que no podía haber paz entre Rusia y Ucrania si no se tenía en cuenta la dimensión verdaderamente civilizacional del conflicto ruso-occidental. Así pues, había que examinar el papel de las Iglesias en la guerra, pero también su potencial muy real para construir la paz.

De ahí este nuevo proyecto de seminario, organizado en colaboración con el Institut chrétiens d'Orient, Pax Christi y la Iglesia greco-católica ucraniana. Entre enero y junio de 2024, reunió en el Collège des Bernardins a unos cuarenta expertos (investigadores, diplomáticos, sacerdotes, periodistas, etc.) de distintas procedencias y confesiones. Nos pareció que había consenso suficiente para formular propuestas comunes, que se presentarán al gran público en una velada que tendrá lugar el 4 de junio en el Collège des Bernardins. El objetivo es a la vez decir la verdad -y por tanto denunciar, en particular, el papel deletéreo del Patriarcado de Moscú en la actualidad-, pero también ayudar a todas las Iglesias, incluida la Iglesia ortodoxa rusa, a salir de esta terrible situación.

 

¿Cuáles son estas propuestas?

Entre los puntos de verdad puestos sobre la mesa está la incalificable postura del Patriarcado de Moscú, que a finales de marzo hizo un llamamiento a la "guerra santa" en su documento sobre "el presente y el futuro del mundo ruso". Esto provocó una primera oleada de llamamientos a la opinión pública y a los dirigentes occidentales para que condenaran la retórica ofensiva del Patriarcado de Moscú a nivel internacional y sancionaran al principal promotor de esta ideología: el patriarca Cirilo.

También existe el deseo de facilitar una mejor comprensión de las cuestiones religiosas que están en juego en la guerra ruso-ucraniana, recurriendo a la ayuda de los medios de comunicación, las instituciones académicas y diversas asociaciones, y de intensificar los esfuerzos de solidaridad con las organizaciones eclesiásticas de Ucrania, especialmente en situaciones de emergencia.

A continuación, hay una serie de propuestas para las Iglesias de todo el mundo. La primera es denunciar, ante el Patriarcado de Constantinopla y en toda la ortodoxia, la perversión del mensaje evangélico por parte de Moscú. El famoso texto -¡completamente herético! - sobre "el presente y el futuro del mundo ruso" no ha sido, en mi opinión, suficientemente condenado ni ha abierto la vía a las sanciones.

Esto debería haber llevado al total aislamiento ecuménico del Patriarcado de Moscú. Por eso pedimos que se cuestione, tanto en Roma como en Ginebra, la participación de la Iglesia ortodoxa rusa en organismos como el Consejo Mundial de Iglesias. Mantener un diálogo abierto, como hace la Iglesia católica, por lo demás la fortalece desde dentro.

 

¿Cómo ve el futuro del Patriarcado de Moscú, tanto a corto como a largo plazo?

Hay que empezar por castigar muy severamente a la Iglesia ortodoxa rusa, espero que temporalmente. Cuando la guerra haya terminado, y Cirilo se haya marchado, tenemos que ser capaces de reintegrar a todos los sacerdotes que actualmente están condenados porque se negaron a leer la oración de apoyo a la "operación especial" del Kremlin en Ucrania.

¿Cómo podemos seguir trabajando por unas relaciones pacíficas entre las Iglesias de Ucrania?

Esto implica apoyo financiero y moral, así como dar a la Iglesia ortodoxa ucraniana(bajo la égida del Metropolitano Onuphre, históricamente vinculado a Moscú y aún sospechoso de simpatías prorrusas a pesar de su proclamación de independencia a finales de mayo de 2021, nota del editor) la oportunidad de formar una nueva identidad eclesial y jurisdiccional.

Por eso creemos que la Iglesia ortodoxa ucraniana podría ir más lejos en su proceso de emancipación de Moscú, que sigue ejerciendo una fuerte presión sobre ella. ¿Y si contara con la ayuda de otro Patriarcado, que podría aceptar concederle un estatuto especial, como el de exarcado? Ciertamente, el arzobispo Onuphre no tiene tantos fieles a sus espaldas como los de la Iglesia ortodoxa ucraniana (autocéfala, nota del editor), pero hay miles de parroquias que no pueden salir de esta situación por sí solas. El resto del mundo ortodoxo tiene que apoyarlas.

 

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