Dos días antes de su visita a Ankara, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, declaró el sábado 11 de mayo su intención de pedir al presidente turco, Erdogan, que "anule la decisión" sobre la conversión en mezquita de la iglesia bizantina de San Salvador de Cora, en Estambul. Lanzada en 2020, la transformación de este lugar de culto ilustra la deriva islamonacionalista del gobierno.
Fuente: es.la-croix.com
Por Malo Tresca
14/05/2024
El anuncio, en 2020, de la transformación de esta joya bizantina despertó las iras de las autoridades griegas, que desde entonces no la han dejado escapar. Dos días antes de realizar una visita oficial a Ankara, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, declaró el sábado 11 de mayo que tenía la intención de pedir al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que "revocara la decisión" de convertir en mezquita la antigua iglesia ortodoxa de San Salvador de Cora, en Estambul.
Como muestra del giro islamonacionalista del gobierno turco, el lugar de culto, ahora musulmán, reabrió sus puertas a principios de mayo tras cuatro años de obras de renovación. Recep Tayyip Erdogan, que celebró el acontecimiento desde Ankara, había ordenado su conversión en agosto de 2020, un mes después de la reapertura al culto musulmán de la histórica basílica de Santa Sofía.
"El hecho de que la apertura [de San Salvador de Cora] coincida con mi visita me permitirá sin duda plantear esta cuestión y ver si hay alguna posibilidad de revertir esta decisión", declaró Kyriakos Mitsotakis a la cadena de televisión pública griega AlphaTv. A continuación, calificó la reapertura de "completamente inútil" y, "hasta cierto punto, provocadora" no solo respecto a las relaciones greco-turcas, sino también del patrimonio mundial y del "respeto a su carácter intemporal". Esta vehemente retórica recuerda a la del ministro griego de Asuntos Exteriores, Giorgos Gerapetritis, quien también declaró el lunes 6 de mayo que la reconversión de San Salvador de Cora "altera su carácter y daña este monumento declarado por la Unesco patrimonio mundial de la humanidad".
Además de su historia milenaria, que rivaliza con la de Santa Sofía, la iglesia de Cora es conocida sobre todo por sus magníficos mosaicos y frescos del siglo XIV, entre los que destaca una monumental composición del Juicio Final. Construida en el siglo V, San Salvador de Cora ya había sido transformada en mezquita en 1511 por los otomanos. Las decoraciones se ocultaron primero bajo un encalado. No fueron redescubiertas hasta 1948, cuando dos científicos del Instituto Bizantino de América y del Centro Dumbarton Oaks de Estudios Bizantinos encargaron un programa de restauración.
Desde entonces, célebre por la excepcional calidad de sus mosaicos de oro fino y sus frescos ejecutados entre 1315 y 1321, la mezquita pasó de ser un lugar de culto a convertirse en museo en 1958. Una transformación que fue impugnada por el Consejo de Estado turco en noviembre de 2019. El anuncio en 2020 de que el lugar de culto iba a convertirse en mezquita suscitó temores sobre el destino de los mosaicos y frescos del edificio, ya que el islam prohíbe las representaciones figurativas.
"Enardecer las bases"
En general, observadores y especialistas en civilización turca han interpretado las notorias conversiones de Santa Sofía y la antigua iglesia de Cora en mezquitas como un intento de galvanizar la base electoral conservadora y nacionalista del presidente Erdogan, en un contexto de dificultades económicas que se agravaron mucho más con la pandemia del COVID.
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