Fuente: viento sur.info
Por Daniel Geffner
07/05/2024
Daniel Geffner. Habéis montado una iniciativa pionera en el Estado español acampando aquí en la Universidad desde el pasado 29 de abril contra el genocidio de Gaza, si bien ahora ya otras universidades están, también, iniciando acampadas similares. ¿Cómo se os ocurrió levantar esta iniciativa? ¿Qué grupos y qué gente está participando en ella?
Acampada. La idea de la acampada nace de BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) del Pais Valenciá y Estudiantes per Palestina, en colaboración con varios sindicatos estudiantiles y grupos del activismo y de los movimientos sociales de aquí de Valencia. Una vez comenzó se fueron sumando y adhiriendo otro tipo de colectivos con los que antes no se había contado, pero que pertenecen a esta órbita. Y también se han sumado personas individuales, así como profesores….
Por aquí han pasado muchos colectivos, y lo que piensan es que la lucha esta es justa y es lo que nos está uniendo. Estos días por aquí pasan personas de todo tipo, de todas las edades, de todas las opiniones políticas. Es un movimiento amplio, libre y puede acercarse quien quiera.
En general la composición de la gente que está acampada es muy variada, hay personas de diferentes carreras, de varias facultades y de los tres campus. Aunque estamos en Filosofía hay de muchísimas especialidades: Derecho, Medicina, ...
D.G. Supongo que esta iniciativa tiene ver con las movilizaciones a nivel general, y específicamente, con las acampadas universitarias de EE.UU que tanta fuerza están adquiriendo.
Acampada. Tiene que ver con todo eso en tanto que aquí estamos todos unidos por la lucha palestina. Pero como se estaban sucediendo una serie de oleadas en todo el mundo consideramos que era la mejor oportunidad, porque sabíamos que no íbamos a estar solos y que era el mejor momento para hacer presión todos desde los mismos puntos, que son las universidades.
Además creo que el movimiento que se ha creado a nivel internacional, refuerza mucho la lucha del pueblo palestino, que ya de por sí es legítima, con el respaldo de estudiantes de otros países, de EE.UU., toda Europa en general, y de África que también se están movilizando. Reforzamos esas demandas que tenemos y hacemos una demanda internacional para parar esta masacre ya, porque la ciudadanía mundial está cansada ya de ver cómo día a día masacran al pueblo Palestino.
En definitiva somos los jóvenes los que estamos cansados de ver cómo nuestros representantes no actúan en favor de lo que los ciudadanos de a pie queremos realmente. Y sabemos que, como estudiantes y estando en una institución tan importante dentro del conocimiento y la gestación de ideas, al final es aquí donde se mueve todo cambio social.
El otro día en las noticias emitieron una declaración que hizo Petro, el presidente de Colombia, que utilizaba un lema que nos ha gustado mucho que es: “Si muere Palestina, muere la humanidad”. Y comparto esa idea porque creo que si dejamos que se imponga esta masacre, y no hacemos nada para pararla, estamos perdiendo nuestra razón de ser humano que se preocupa por los demás. Estamos pasando a ser simplemente unos objetos, a los que no nos importa nadie y no lo podemos permitir. Tenemos sentimientos y cada muerte que hay en Gaza, en Palestina, nos duele mucho.
Y es que no es solo la lucha del pueblo palestino. En este caso, por desgracia, nos ha tocado luchar por Palestina, pero es una cosa que se ha repetido en diferentes momentos de la historia y que nadie quiere que vuelva a ocurrir. Esto es una lucha por defender a todos los seres humanos y a todas las personas que estamos hartos de ver cómo nuestros gobiernos se manchan las manos de sangre en nuestro nombre.
Consideramos que estamos viviendo en un momento prebélico, igual que antes de la segunda guerra mundial y de la primera guerra mundial, en el que estamos viendo que hay diversas guerras en todo el mundo: la guerra de Ucrania, el genocidio del pueblo palestino, y queremos que pare ya, queremos que pare de morir gente inocente.
D.G. Sería interesante que nos contaseis cómo se fraguó esta movilización, cómo fueron los inicios y también los previos, para preparar la acampada y empezar a funcionar en armonía con tanta gente que en principio pertenece a mundos muy diversos.
Comisión. Para asegurarnos que la acampada fuera efectiva, desde las organizaciones que empezamos a contactar para empezar a llevar a cabo esta acción, consideramos que teníamos que asegurarnos que se nos permitiera el acceso al recinto. Así realizamos una especie de llamamiento a aquellos colectivos y sindicatos que sabíamos que eran afines y que se iban a sumar, con los que antes ya habíamos trabajado. Una vez que ya estuvimos dentro, aquí establecidos, y nos aseguramos que se iba a poder acampar hicimos el llamamiento público y desde entonces no ha parado de sumarse gente.
Las horas previas fueron muy aceleradas para asegurarnos las fuerzas, asegurarnos los apoyos, de sindicatos y el poder poner su nombre, así como para encontrar material suficiente. Sobre todo, tuvimos un poco de miedo porque el día que íbamos a acampar como era la idea inicial, llovió. No pudimos pasar la primera noche fuera, la tuvimos que pasar dentro de la Universidad. Y realmente estas horas previas, por mucho que fueran, a lo mejor un poco ajetreadas a la hora de asegurarnos la efectividad, fueron esperanzadoras porque vimos numerosos colectivos y mucha gente interesada. Vimos cómo la eficacia de esta acción podía significar un cambio tanto para nuestra universidad como para el resto de universidades del Pais Valenciá, como del Estado Español, como para el mundo, y sumarse así al fin del genocidio.
Al día siguiente amanecimos todos supercontentos, habiendo conseguido pasar una primera noche dentro de la facultad. Era la primera vez que acampábamos muchos de nosotros, no teníamos experiencia previa y durante el martes, el segundo día de acampada, la verdad es que fuimos un poco aprendiendo sobre la marcha. Empezamos a montar las tiendas fuera, empezamos a organizarnos con el tema de comunicación y de transmitir nuestro mensaje a la prensa. No sabíamos la gente que iba a venir la segunda noche. Necesitábamos una serie de cosas y estuvimos organizándonos y probando. La organización del martes fue diferente de la del miércoles, y poco a poco hemos ido aprendiendo día a día. También el martes convocamos la primera asamblea al mediodía y luego una por la noche, vino mucha gente preguntando cómo podía ayudar. Y se acercó mucha gente ese día y los siguientes, entregándonos alimentos y haciéndonos donaciones. La verdad es que estamos muy contentos porque desde el primer día está viniendo mucha gente a colaborar o simplemente para pasarse y preguntar si necesitamos algo o interesarse de por qué estamos aquí.
Es muy emocionante ver cómo que esto que nadie sabía cómo gestionarlo y cómo montarlo, lo hemos ido haciendo. Es muy esperanzador ver cómo gente que no nos conocíamos, gente que teníamos muchas diferencias, con pensamientos muy distintos, estamos aprendiendo a trabajar juntos, estamos creando un lema común para una causa común y ver lo que en Valencia y, creo que en el resto del mundo, se ve ya de que el movimiento estudiantil y el movimiento social que parecía que estaba perdiendo fuerza poco a poco, parecía que estaba habiendo mucho conformismo, pues que no es así; nos hemos juntado, nos hemos organizado y constantemente estamos recibiendo apoyo de todos lados. La gente quiere seguir luchando y aún tiene ganas de cambiar el mundo. Y me parece que es un mensaje muy positivo que estamos sacando de organizar esta acampada.
DG Entonces, el orgullo de haberlo iniciado, a la vez que alcanzáis unos niveles de unidad y participación importantes.
Sentimos el orgullo de haberlo empezado y vemos que aquí en Valencia nos hemos podido organizar y estamos muchas personas. Sabemos que no estamos aquí como individuos, no estamos aquí como colectivos, estamos aquí por una causa. Y sentiremos aún mayor orgullo cuando veamos que hay más universidades que se suman y que este movimiento empieza a dar sus frutos.
Creo que de lo que más orgullo deberemos sentir en el futuro será cuando consigamos nuestras reivindicaciones. Al final, sí que es un orgullo saber que la gente nos apoya, saber que hacemos ruido, pero yo creo que podremos estar contentos cuando finalmente se acabe con el genocidio y el apartheid en el territorio Palestino.
DG De asistencia diaria y de participación hablando en números, ¿cómo lo estáis valorando? ¿Estáis ya pensando en extenderos a otros campus, a otras facultades?
Acampada Tenemos picos de afluencia muy diferentes, depende de la hora del día, pero aquí hay siempre entre 40 y 100 personas y una treintena de tiendas.
Para nosotros lo importante es afianzar la posición de aquí y creo que esto no es cuestión de campus, no es cuestión de facultades, sino que es cuestión de ir contra la institución y que si tenemos que hacer fuerza desde aquí, la haremos desde aquí, y si hay que hacerla desde otro campus se hará, es cuestión de ejercer presión hacia la institución desde donde estemos.
Además somos estudiantes de varios campus y es un movimiento que no está concentrado en un solo lugar, hay estudiantes de todos lados. A lo largo del curso se han realizado acciones en muchísimos más sitios que este, lo único que la acampada es lo más visible y queremos hacernos visibles. Concentrarlo en un punto estratégico, que es esta facultad, nos da muchísima más visibilidad que si lo hubiésemos hecho en otro sitio. La elección de la facultad de Filosofía es porque nos permitía el espacio de este lugar público-privado y público del jardín. Algunas de nuestras demandas van a la Universidad de Valencia, en conjunto.
DG En este momento a nadie se le escapa que es una situación especial para el estudiantado, debido a los exámenes cercanos y a la cantidad de tareas que en fechas próximas al fin de curso hay. ¿Crea esta situación relaciones tirantes o conflictos en la convivencia cotidiana?
Acampada. Al final cada persona es de una forma y cada una está gestionando su situación a su manera. Aquí entendemos la situación porque somos estudiantes. Todos hemos pasado por la misma situación, pero consideramos que al final es también cuestión de autoorganización. Aquí siempre se queda alguien en el campamento y cualquier persona que necesite un espacio para estudiar o que necesite irse a casa o a clase, tiene la oportunidad de hacerlo, y aquí nadie se lo echa en cara porque entendemos cuál es el punto de partida.
Desde diferentes medios se nos está intentando vender, como si esto fuera algo recreativo, como si fuera un divertimento, cuando no lo es. Aquí hay gente que trabaja, hay gente que estudia o que hace las dos cosas, y nos estamos esforzando muchísimo en poder compaginarlo. Personalmente por ejemplo yo, asisto a clases y acampo aquí. Es decir, mi rutina no ha cambiado, solo que he cambiado la casa por esta facultad. Tenemos, pues, muchísima más carga de trabajo los que estamos aquí porque además de los estudios y todo lo que tengamos que hacer, esto implica muchísima energía y muchísimas ganas.
Además, hay compañeros que pueden estudiar aquí en la biblioteca al lado, donde se puede estar; y luego se acerca aquí, a la asambleas. O sea que por estar en la acampada no se deja de ser estudiante, se puede compaginar perfectamente.
DG Hemos visto que estáis organizados en comisiones, para tareas concretas. ¿Como es ese funcionamiento?
Acampada. Somos un movimiento asambleario y por tanto todo tiene que ser horizontal, todo tiene que pasar por el consenso del grupo. Entonces, el funcionamiento de las comisiones va más dedicado a que aquellas personas que tienen habilidades preferencias o que simplemente se ven más capacitadas para realizar unas funciones concretas, puedan dedicarse a ellas, pero son completamente abiertas, se puede sumar cualquier persona, y todo pasa por las asambleas.
Hay varias comisiones. Acciones, dedicadas a organizar un poco más la acción política. Actividades, para aquellas que son culturales y divulgativas. Alimentación, para gestionar la comida y el material que nos van dejando. Discurso, para preparar como trabajamos de cara a la comunicación. Comunicación para gestionar las redes sociales.
También está la Comisión de Cuidados, que vamos a explicar brevemente. Su función es asegurarse de que todo el mundo se sienta cómodo y organizar actividades que nos permitan entre nosotros poder conocernos mejor, y evitar que se den o que existan ciertos conflictos.
Así en el momento en que surge un conflicto poder dialogar entre todos, que no se haga un enfrentamiento personal y poder conseguir cierta calma para tratar las discrepancias que puedan surgir durante la acampada, porque al fin y al cabo ya llevamos seis días conviviendo, y como todo ser humano la convivencia genera algunos roces. Gracias a la comisión se pueden hablar y se pueden llevar sin ningún problema.
Ya hemos comentado la importancia y la cuantía del apoyo que estamos recibiendo, en términos de materiales y de cosas prácticas. Pero también es muy importante para el apoyo la difusión y la transmisión de lo que está pasando aquí. Esto está siendo posible gracias en gran parte al excelente trabajo que han hecho nuestros compañeros de la comisión de Comunicación. El equipo también han sabido mover muy bien todo este movimiento a través de las redes sociales. En las redes estamos teniendo un impacto enorme, nos está viendo muchísima gente y al final en los días que corren hoy en día esencial las redes sociales y saber manejarlas.
D.G. Habéis elaborado un manifiesto, tema que no parece simple ni fácil. ¿Cómo habéis trabajado en este campo la diversidad y la diferencia de las opiniones?
Acampada. Los puntos del manifiesto creo que fueron bastante claros desde el primer momento. Desde la primera asamblea que hicimos el lunes para establecernos. En cuanto estuvimos dentro teníamos que redactar una nota de prensa para comunicar nuestra acción y hacer un llamamiento. Una vez fijamos esos puntos, trabajamos para adaptar un poco el formato y en las asambleas se debatió y se añadieron puntos. Realmente hemos seguido la misma línea desde el primer momento. Porque ha habido mucho consenso. Respecto al manifiesto éste fue prácticamente total desde el comienzo.
Por lo que respecta al debate y a las diferencias, no ha generado ningún problema, porque todos tenemos claro que es lo que nos une aquí. Sabemos que hay cosas que nos diferencian, pero tenemos algo en común, y es la causa palestina. Al final en la asamblea, todo lo aprobamos por consenso. Así que si hay alguna opinión en contra se debate, y este espacio nos está sirviendo también como un lugar de debate, donde podemos ir decidiendo cómo queremos gestionar todo esto, y se está viendo que con diálogo y con orden estamos llevándolo perfectamente, porque no han aparecido roces. Está claro que puede haber opiniones diferentes, pero al final siempre ha habido un acuerdo entre todos.
Claro, es muy importante el respeto y el entender que cada persona viene de un sitio. Vuelvo a repetir que aquí no estamos como individuos, ni como colectivos; aquí estamos movidos por una causa.
D.G. Ahora, como final, es el momento de que penséis en un mensaje o un llamado a la opinión pública, a otras universidades, a las organizaciones.
Acampada. El mensaje que queremos transmitir desde aquí es que toda lucha se puede llevar. Yo creo que estamos siendo el claro ejemplo de que, pese a las amenazas, que estamos recibiendo por parte de las instituciones, y a pesar de las negativas a nuestras demandas, las movilizaciones se pueden llevar a cabo y la única forma que tenemos de defendernos es organizarnos y reivindicar con nuestra voz lo que realmente queremos. Ya no solo un llamamiento a los estudiantes, es un llamamiento a todas las personas que piensan que se está cometiendo cualquier injusticia para que se unan, se organicen y lo denuncien. Y por eso animamos muchísimo a todo aquel que crea que puede aportar, que pueda unirse, que lo haga sin miedo.
Además, hoy hemos hecho público un llamamiento a las universidades del Estado español para que se sumen a nuestras demandas y también que formen parte de ellas y les hemos trasladado un llamamiento para que se movilicen, para que en cada universidad que hay en España haya un grupo acampando, reivindicando, unas demandas concretas a esa universidad y también al Estado. Animamos a todos los colectivos sociales que existen en cada ciudad, en cada pueblo, en cada universidad, que se junten, que se unan como nos hemos unido nosotros y pasen a la acción.
Que se sumen, que se unan y que luchen.
04/05/2024
Manifiesto de la Acampada Palestina de la Universidad de València (UV)
El pasado lunes 29 de abril de 2024 miembros de la universidad de València (estudiantado y profesorado) nos reunimos en la Facultad de Filosofía, en el campus de Blasco Ibáñez, para lanzar la primera Acampada universitaria por Palestina del Estado español y una de las primeras de Europa.
Decidimos así sumarnos a la creciente movilización global en campus universitarios de diferentes continentes en solidaridad con el Pueblo palestino y para contribuir a poner fin al genocidio que perpetra el Estado colonial de Israel en Gaza. Se trata del genocidio mejor documentado audiovisualmente por sus víctimas y por sus genocidas. El peor genocidio que hemos visto en nuestra vida y el genocidio que peor habla del Atlántico Norte por su complicidad con el régimen de apartheid israelí.
Ante la inacción y equidistancia de la institución universitaria a las exigencias hechas por diversas organizaciones, decidimos dar un paso adelante y unirnos para luchar contra esta pasividad a la hora de tomar medidas.
Por todo eso decidimos pasar a la acción acampando de manera indefinida y a la espera de que se unan más campus con unas peticiones:
Al Estado español:
- El fin de la compraventa de armas y de las relaciones con Israel.
- Sumarse a la iniciativa sudafricana en el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU.
- Recuperar la jurisdicción universal, es decir, que los tribunales del Estado español puedan volver a juzgar a responsables de crímenes de lesa humanidad y genocidas como las autoridades políticas y militares del Estado israelí.
- Poner fin a la persecución y criminalización de la solidaridad con Palestina y que se derogue la Ley Mordaza y la Ley de Extranjería, ya que se están reprimiendo y sancionando movimientos pacíficos de solidaridad con el pueblo palestino.
- Reclamar la liberación de todas las personas encarceladas por motivos étnicos y políticos por parte del Estado israelí.
A la Universidad de València:
- El compromiso claro y firme por escrito de no firmar ningún acuerdo ni convenio con instituciones israelíes, ni ahora ni en el futuro, hasta que no acaben los crímenes de lesa humanidad israelíes contra el Pueblo palestino y la violación sistemática y masiva de los derechos humanos.
- Firmar nuevos acuerdos, convenios y colaboraciones con universidades palestinas.
- El fin de todas las colaboraciones y contratos con empresas cómplices de los crímenes de lesa humanidad israelíes en Palestina (HP, Agua Edén, Banco Santander, AXA...).
- Cortar relaciones con instituciones que reprimen los movimientos estudiantiles y en solidaridad con el pueblo palestino.
En el mismo momento de la constitución de la nueva Acampada Palestina UV contamos con el apoyo de numerosos sindicatos de estudiantes y trabajadores, PDI y PAS: BEA, CC OO, CGT, CNT, COS, CVTC, Front d'Estudiants, Plataforma PDI Precariat, SEPC y STPV. Al mismo tiempo la asamblea de la acampada ha sido impulsada pod BDS País Valencià, Estudiants per Palestina y UV Combativa. También tiene el apoyo de la Comunidad Palestina de València y la Red Universitaria por Palestina.
Diferentes movimientos sociales y organizaciones se han interesado por darnos apoyo. Además, con esta protesta hemos conseguido que medios de comunicación e internacionales se hagan eco de la lucha del pueblo palestino y la importancia del movimiento estudiantil para conseguir que se acaben las relaciones con el Estado de Israel. Asímismo, a través del movimiento BDS la Acampada tiene conexión internacional con otros campus movilizados por Palestina.
Finalmente todo esto no tendría sentido si no fuera por las constantes muestras de apoyo y agradecimiento que nos hacen llegar desde Palestina, a pesar de la situación crítica a la que el régimen de apartheid y genocida los somete.
El pueblo palestino nos enseña día a día el valor de la resistencia para continuar expandiendo la lucha ante la injusticia más grande de nuestro tiempo. Como escribió el escritor y militante palestino Ghassan Kanafani, asesinado por el Mossad junto a su sobrina en 1972, en Beirut: "La causa palestina no es solamente la causa del pueblo palestino, es la causa de cada revolucionaria, esté donde esté, porque es la causa de las masas explotadas y oprimidas de nuestro tiempo".
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