Jacques Nuoffer sigue confiando en Mons. Morerod

“Mientras no tenga pruebas de que no respetó las leyes y los reglamentos con pleno conocimiento de causa, confiaré en él”, dijo Jacques Nuoffer sobre monseñor Charles Morerod, en Le Courrier. Al igual que otras personalidades, el presidente del grupo SAPEC critica, sin embargo, la lentitud y la falta de transparencia ante los abusos en la Iglesia.

Fuente:   cath.ch

Por   Raphaël Zbinden

18/09/2023

 

“La elección de Mons. Bonnemain respeta las normas sobre la materia, pero es una aberración como la triste realidad de que los obispos todavía tienen todos los poderes dentro de su diócesis”, señala Jacques Nuoffer en el periódico Le Courrier del 18 de septiembre de 2023. El presidente de El grupo SAPEC (apoyo a las personas víctimas de abusos en las relaciones de autoridad religiosa), él mismo víctima de un sacerdote, se refirió a la investigación preliminar iniciada por Roma tras las denuncias del padre Nicolas Betticher. Mons. Bonnemain fue nombrado director por Roma, lo que provocó críticas sobre la independencia del proceso.

Estas acusaciones, transmitidas en mayo de 2023 al dicasterio para la Doctrina de la Fe, se refieren a presuntos encubrimientos de abusos contra varios obispos suizos, entre ellos monseñor Morerod, obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo (LGF). La carta del abad que oficia en el cantón de Berna denuncia también presuntos abusos sexuales por parte de monseñor Jean Scarcella, padre abad de San Mauricio (VS), que suspendió su cargo el 13 de septiembre.

 

Lentitud y opacidad

El hecho de que el obispo Felix Gmür, presidente de la Conferencia Episcopal, no llevara los casos a los tribunales tan pronto como tuvo conocimiento de ellos (en la primavera de 2023), como reveló el periódico en alemán Sonntagsblick, también generó controversia. Según se informa, el obispo de Basilea no presentó denuncias penales hasta el 8 de septiembre, dos días antes de que los mismos medios informaran sobre las acusaciones. Una dilación que ha llevado a muchos a decir que, en última instancia, los obispos sólo actúan bajo la presión de los medios de comunicación.

En Le Courrier , Jacques Nuoffer considera en general que en la Iglesia en Suiza falta transparencia y que los procesos son demasiado lentos. Critica también algunos obstáculos a la investigación, como el hecho de que Mons. Martin Krebs, nuncio apostólico, deniegue el acceso a los archivos. “Durante décadas, las autoridades de la Iglesia católica han encubierto sus crímenes, apoyado a los agresores, protegido la reputación de su institución en detrimento de las víctimas silenciadas. Hoy el Papa y los cardenales afirman querer arrojar luz, pero siguen negando el acceso a los archivos de la nunciatura y del Vaticano. ¡Nos están manipulando!”, afirma el presidente del grupo SAPEC.

 

Vista matizada

A pesar de todo, las personas involucradas no necesariamente tienen una visión unilateral de las cosas. Jacques Nuoffer mantiene así una opinión bastante positiva sobre monseñor Morerod y su acción. “Como parte del grupo SAPEC , trabajamos con él desde hace casi diez años”, recuerda el presidente de la asociación de víctimas. “Siempre ha estado disponible para responder a las solicitudes de las víctimas y colaborar con la sociedad civil y la policía. Pero tiene un lado ingenuo que nos hace creer que fue manipulado”.

Por el contrario, el denunciante Nicolas Betticher no tiene buena prensa entre las asociaciones de víctimas. “Creo que si hay alguien que no hizo el trabajo hace unos años, ¡es él! (…) Para mí, es un gran manipulador”, acusa la vicepresidenta del grupo Marie-Jo Aeby, en el programa de RTS Mise au Point del 17 de septiembre de 2023. Según ella, Nicolas Betticher se presenta “como el caballero blanco”, porque “es una forma de salvar el pellejo”. “¡A las víctimas que lo conocen les puedo decir que es despreciable!”

 

La sombra del “asunto Fochaux”

Marie-Jo Aeby hace especial referencia al “asunto Frockaux”, en el que está implicado Mons. Morerod. Este último afirma no haber sabido antes de las revelaciones de 2020 que Paul Frochaux, entonces párroco de la catedral de Friburgo, había abusado de un joven de 17 años en los años 1990 en el Valais. Declaraciones del obispo de LGF corroboradas por dos investigaciones , una de ellas independiente sobre este caso, hechas públicas en julio de 2020. Nicolas Betticher asegura, por su parte, haber informado a monseñor Morerod de las verdaderas acciones de Paul Frochaux en 2011.

Como recuerda Mise au Point, en 2001 se produjo un enfrentamiento entre la víctima del ex sacerdote de la catedral y este último, en el obispado de Friburgo. A la sesión asistieron otras dos personas: monseñor Rémy Berchier, entonces vicario general, y Nicolas Betticher como secretario.

¿Nicolas Betticher es hipócrita?

El joven, víctima de Paul Frochaux, llegó acompañado de una amiga llamada Adrienne Cuany. También testifica en el programa RTS rebelándose contra Nicolas Betticher: “Está más allá de la concepción de lo que uno pueda imaginar de mala fe, manipulación, trampa”. En una carta que obtuvo RTS, Adrienne Cuany agrega: “Usted estaba allí, señor Betticher (…) También fue usted quien no quiso dar su nombre, ni respaldar oficialmente nuestras declaraciones. Sentí como una traición su paso atrás en el momento en que su nombre (…) podría haber tenido peso”, escribió. “Hoy usted admite errores y pide a los responsables de la Iglesia en el Vaticano que limpien (…) ¿No es un poco tarde, señor Betticher?”, pregunta finalmente Adrienne Cuany.

Interrogado por RTS sobre estas críticas, Nicolas Betticher admite haber cometido errores. “Deberíamos haber profundizado más (…) En aquel momento, lo manejamos con bastante naturalidad”, admite. “Me quedé profundamente consternado. Nunca me había enfrentado a un caso de abuso, fue el primero y por eso me impactó terriblemente”, explica. “Pero como no dije una palabra durante esta sesión, porque la secretaria guarda silencio, obviamente puede tener la impresión de que podría haber sido más valiente. Ciertamente tiene razón”.

(cath.ch/courrier/rts/arch/rz)