"¿CAMINO ESPECIAL ALEMÁN? ESO SIEMPRE ESTUVO MAL. AHORA HA QUEDADO PROBADO"
MÜNSTER ‐ "No es un proceso de arriba hacia abajo, como suele organizarlo la Iglesia Católica, sino que es más amplio, más agudo en la crítica de la iglesia y más ambicioso en la reforma de la iglesia", el teólogo Thomas Söding defiende el camino sinodal.
Fuente: katholisch
tmg/CBA
20/01/2023
El vicepresidente del Camino Sinodal de la Iglesia Católica en Alemania, Thomas Söding, defiende el proceso contra las críticas del Vaticano. Con el camino sinodal, tanto el Vaticano como el Papa Francisco, se distanciaron, dijo Söding al "Westfälische Nachrichten" (viernes). "No es un proceso de arriba hacia abajo, como suele organizarlo la Iglesia Católica, sino que es más amplio, más agudo en la crítica de la Iglesia y más ambicioso en la reforma de la Iglesia", explicó el profesor de teología de Bochum. "También constato en el Vaticano una gran dificultad para reconocer la gravedad del problema del abuso".
El abuso de poder en la Iglesia tiene causas sistémicas. "No a todos en el Vaticano les gusta escuchar eso, pero es importante", dice Söding. Sin embargo, también hay comentarios positivos sobre el enfoque de Alemania en otras regiones del mundo. Además, las encuestas entre católicos de todo el mundo, en el curso del Sínodo Mundial proclamado por el Papa Francisco, han demostrado que más corresponsabilidad, menos clericalismo y promoción de los derechos de las mujeres están en las agendas de todas partes. "¿Camino especial alemán? Eso siempre estuvo mal. Ahora ha quedado probado", dijo Söding.
En el Camino sinodal, los obispos alemanes y los representantes laicos han estado discutiendo el futuro de la Iglesia Católica desde 2019. El punto de partida es una crisis eclesiástica de años de duración, que se ha visto exacerbada por el escándalo de abuso. El debate se centra en el poder, el sacerdocio y la moralidad sexual, así como en el papel de la mujer en la Iglesia. Ha habido repetidas críticas desde el Vaticano al proceso de reforma alemán. Eso fue lo que, más recientemente, pasó en el curso de la visita ad limina de los obispos alemanes a Roma. (tmg/CBA)
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