viernes, 18 de noviembre de 2022

"Lee dentro de ti mismo", "Recuerda que eres único", "Saca a relucir tu belleza": las 15 pequeñas lecciones de felicidad en el libro-manifiesto del Papa Francisco

"Ti voglio felice", el nuevo libro del pontífice publicado por Libreria Pienogiorno en colaboración con Libreria Editrice Vaticana, ya está disponible en todas las librerías. El volumen representa la culminación natural del bestseller "Te deseo una sonrisa" y es el nuevo manifiesto de Bergoglio para una auténtica autorrealización, que entrelaza sus palabras con las de los libros y películas que más amaba, de Borges a Dante, de Dostoievski a San Agustín, de Fellini a Tolkien.

Fuente:   Il Fatto Quotidiano

por F. Q.

16/11/2022


"La felicidad es revolucionaria: ten el coraje de ser feliz". Ahora más que nunca.

Se titula I want you happy, el nuevo libro del Papa Francisco, que sale en todas las librerías a partir del 16 de noviembre. Publicado por Librería Pienogiorno (272 pp, 16,90 euros), que gestiona los derechos internacionales, en colaboración con Libreria Editrice Vaticana, el volumen representa la culminación natural del anterior bestseller “Ti auguro il sorriso” que, impreso en los principales idiomas por algunas de las marcas editoriales más importantes del mundo y ahora en Italia en la decimotercera edición, fue el libro del Papa de mayor circulación en los últimos años.

Quiero que sean felices es el nuevo manifiesto del Papa Francisco para laautorrealización auténtica en estos tiempos difíciles, y entrelaza las palabras del Pontífice con las de los libros y películas que más amó, de Borges a Dante, de Dostoievski a San Agustín, de Fellini a Tolkien. Porque un camino concreto que no niega en absoluto las dificultades de la existencia, sino que las enfrenta, las sublima, las supera.

Il fatto quotidiano.it publicó un avance del volumen: los 15 pasos hacia la felicidad indicados por Francisco.

1. Lee dentro de ti. Nuestra vida es el libro más precioso que nos ha sido transmitido, y precisamente en ese libro se encuentra lo que se busca en vano de otras maneras. San Agustín entendió esto: "Vuelve a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad". Es la invitación que quiero hacer a todos, y que también me hago a mí mismo. Lee tu vida. Lee dentro, cómo fue tu camino. Con serenidad. Es volver a ti mismo.

2. Recuerda que eres único, que eres único. Cada uno de nosotros es así y está en el mundo para sentirse amado en su singularidad y amar a los demás como nadie puede hacerlo en su lugar. No vives sentado en el banco ocupando el sitio de otra persona. No, cada uno es único a los ojos de Dios. Así que no te dejes "homologar": no estamos hechos en serie, somos únicos, somos libres, y estamos en el mundo para vivir una historia de amor, de amor con Dios, para abrazar la audacia de las elecciones fuertes, para aventurarse en el maravilloso riesgo de amar.

3. ¡Saca a relucir tu belleza! No la que está de acuerdo con las modas del mundo, sino la real. La belleza de la que hablo no está tan inclinada sobre sí misma, como Narciso que, enamorándose de su propia imagen, terminó ahogándose en el lago donde se reflejó. Y ni siquiera la que llega a un acuerdo con el mal, como Dorian Gray que, al final del hechizo, se encontró con una cara desfigurada. Hablo de la belleza que nunca se desvanece porque es un reflejo de la belleza divina: nuestro Dios es inseparablemente bueno, verdadero y hermoso. Y la belleza es una de las formas privilegiadas de llegar a Él.

4. Aprende a reírte de ti mismo. Los narcisistas se miran constantemente en el espejo... Aconsejo de vez en cuando que te mires en el espejo y te rías de ti mismo. Ríete de ti mismo. Te hará bien.

5. Vive una sana inquietud, en deseos e intenciones, esa inquietud que siempre te empuja a caminar, a nunca sentirte "llegado". No te aísles del mundo encerrándote en tu habitación, como un Peter Pan que no quiere crecer, pero sé siempre abierto y valiente.

6. Aprende a perdonar. Toda persona sabe que no siempre es el padre o la madre que debería ser, el novio o la novia, el hermano o la hermana, el amigo o el amigo que debería ser. Todos estamos "en déficit" en la vida. Y todos necesitamos misericordia. Recuerda que necesitas perdonar, que necesitas perdón, necesitas paciencia. Y recuerda que Dios siempre te precede y te perdona primero.

7. Aprende a leer la tristeza. En nuestro tiempo se considera solo un mal del que hay que escapar a toda costa, y en cambio puede ser una campana de alarma indispensable, que nos invita a explorar paisajes más ricos y fértiles que la fugacidad y la evasión no permiten. A veces la tristeza funciona como un semáforo, nos dice: ¡es rojo, detente! Acéptalo, sería mucho más grave no sentir este sentimiento.

8. Ten grandes sueños. No te conformes con lo que deberías. El Señor no quiere que estrechemos nuestros horizontes, no quiere que estemos estacionados al lado de la vida, sino corriendo hacia metas altas, con alegría y audacia. No estamos hechos para soñar solo con días festivos o fines de semana, sino para realizar los sueños de Dios en este mundo. Él nos ha permitido soñar para abrazar la belleza de la vida.

9. No escuches a los que venden ilusiones. Una cosa es soñar y otra muy distinta es tener ilusiones. Los que hablan de sueños y venden ilusiones son manipuladores de la felicidad. Fuimos creados para una mayor alegría.

10. Sé revolucionario, ve contra la corriente. En la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es "disfrutar" el momento, que no vale la pena comprometerse, tomar decisiones definitivas, porque uno no sabe lo que depara el mañana. Os pido que seáis revolucionarios, que os rebeléis contra esta cultura que, en el fondo, cree que no sois capaces de asumir responsabilidades. Ten el coraje de ser feliz.

11. Toma riesgos, incluso si cometes errores. No observes la vida desde el balcón. No confundas la felicidad con un sofá. No seas un auto estacionado, más bien deja que los sueños florezcan y toma decisiones. Riesgo. No sobrevivas con el alma anestesiada y no mires el mundo como si fueras un turista. ¡Hazte oír! Ahuyenta los miedos que te paralizan. ¡Vivir! ¡Date lo mejor de la vida!

12. Camina con otros. Es malo caminar solo. Feo y aburrido. Camina en comunidad, con amigos, con aquellos que te aman: esto te ayuda a alcanzar la meta. Y si te caes, levántate. No tengas miedo de los fracasos, las caídas. En el arte de caminar, lo que importa es no "caerse".

13. Vive la gratuidad. Quien no vive la gratuidad fraterna hace de su existencia un oficio frenético, midiendo siempre lo que dan y lo que reciben a cambio. Dios da gratuitamente, hasta el punto de ayudar incluso a los que no son fieles, y "hace salir su sol sobre los malos y los buenos" (Mt 5,45). Recibimos la vida gratis, no pagamos por ella. Así que todos podemos dar sin esperar algo. Esto es lo que Jesús dijo a sus discípulos: "Recibisteis sin paga, dad sin paga" (Mt 10,8). Y es el significado de una vida plena.

14. Mira más allá de la oscuridad. Haz el esfuerzo de tener ojos brillantes incluso en la oscuridad, no dejes de buscar la luz en medio de la oscuridad que tantas veces llevamos en nuestros corazones y vemos a nuestro alrededor. Levantar la vista del suelo, no para escapar, sino para vencer la tentación de permanecer tirados en el suelo de nuestros miedos. Este es el peligro: que nuestros miedos nos detengan. Permanecer encerrados en nuestros pensamientos para llorar por nosotros mismos. Esta es la invitación: ¡mira hacia arriba!

15. Recuerda que estás destinado a lo mejor. Dios quiere lo mejor para nosotros: Él nos quiere felices. No pone límites y no nos pide intereses. En el signo de Jesús no hay lugar para segundas intenciones, para pretensiones. La alegría que nos deja en nuestros corazones es alegría plena y desinteresada. Nunca es una alegría diluida, y es una alegría que nos renueva.

© 2022 FullDay srl, Milán

© 2022 Libreria Editrice Vaticana – Dicasterio para la Comunicación, Ciudad del Vaticano

 

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