Exigen en El Salvador justicia por asesinato de seis jesuitas

Por el asesinato de seis sacerdotes jesuitas fueron juzgados nueve militares como los autores materiales de la matanza.

Fuente:     Telesur TV

13/11/2022

Cientos de salvadoreños se reunieron en el campus de la UCA para honrar a los mártires y clamar justicia plena ante el crimen cometido por el ejército durante la guerra civil. | Foto: EFE

La comunidad jesuita de El Salvador y centenares de ciudadanos demandaron este sábado el esclarecimiento de los asesinatos de seis sacerdotes y tres mujeres cometidos por el ejército durante la guerra civil (1980-1992).

Con luces, velas, flores y fotos de las víctimas, cientos de personas realizaron una procesión por el campus de la Universidad jesuita Centroamericana (UCA) en San Salvador, capital del país, escenario de los hechos en 1989.

“La verdad es un derecho del pueblo de saber quiénes fueron los que cometieron estos atroces crímenes (de los sacerdotes y las mujeres) y por qué los cometieron para que no se vuelvan a repetir”, manifestó a la prensa el actual rector de la UCA, el sacerdote Andreu Oliva.

Por su parte, una de las participantes en la peregrinación expresó a medios locales que “los sacerdotes asesinados fueron personas buenas que lucharon por los pobres, por eso los recordamos y pedimos justicia”.

Con motivo de la conmemoración, el Frente Universitario Roque Dalton (FURD) exigió mediante un comunicado la necesidad de “sacar a la luz todas las atrocidades cometidas por el ejército en las dictaduras militares y lo que continuó la derecha neoliberal hasta la actualidad”.

“Porque la lucha es justa, la esperanza no desfallece”, fue el lema elegido para el aniversario 33 de los sucesos, mientras esperan justicia contra los autores intelectuales de la masacre.

En septiembre de 1991 un tribunal sólo juzgó a nueve militares como autores materiales de los hechos, de acuerdo con documentos de organismos humanitarios.

Los asistentes a la ceremonia en el campus de la UCA recordaron que la matanza ocurrió en aquel preciso lugar la madrugada del 16 de noviembre de 1989 a manos del extinto batallón Atlacatl, en medio de una ofensiva guerrillera sobre San Salvador.