Dos sucesos vinculados con la ciencia tuvieron lugar un 24 de noviembre, dando paso así a que se celebre el Día Mundial de la Evolución.
Fuente: Viapais
Por: Ezequiel Alippe
24/11/2022
Charles Darwin escribió su obra más famosa, "El origen de las especies", que fue publicada un 24 de noviembre. Foto Archivo.
Charles Darwin escribió su obra más famosa, "El origen de las especies", que fue publicada un 24 de noviembre.
Cada 24 de noviembre se celebran alrededor del planeta dos sucesos muy importantes para la humanidad, y estos son
1) la publicación de “El origen de las especies” de Charles Darwin.
2) Y el hallazgo de un esqueleto perteneciente a un homínido muy antiguo, conocido luego por el nombre de “Lucy”, hecho que llevó a cabo el arqueólogo Donald Johanson. Estos sucesos hacen que cada 24 de noviembre se celebre el Día Mundial de la Evolución.
En la actualidad, Charles Darwin es conocido en cada rincón del mundo por su escritura “El origen de las especies”, que fue publicada en 1859. Además, fue un científico naturalista británico, quien se dedicó al estudio de las especies.
A su vez, Donald Johanson es un paleoantropólogo norteamericano contemporáneo que nació en 1943 y se hizo mundialmente famoso por el descubrimiento de una hembra de homínido de más de 3 millones de años de antigüedad, situada en el triángulo de Afar, en Etiopía.
“EL ORIGEN DE LAS ESPECIES”
Esta obra de Charles Darwin se publicó por primera vez un 24 de noviembre de 1859 y fue considerado uno de los precursores de la literatura científica y el que le da fundamento a la teoría de la biología evolutiva.
Originalmente, esta obra se dio a conocer como “El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida”, para luego en 1872 adoptar el nombre con el que finalmente pasaría a la posteridad y conocimiento de toda la humanidad.
Charles Darwin afirmó que todos los seres vivos del planeta descienden de un origen en común que fue evolucionando.
A través de este escrito, Darwin introdujo la teoría científica, afirmando que las poblaciones evolucionan durante el transcurso del tiempo y las generaciones a través de un proceso que se conoce como selección natural.
Y además, presentó pruebas sobre que la diversidad de la vida surgió a partir de la descendencia común y a través de un patrón ramificado de la evolución.
Por lo tanto, Darwin afirmó en su obra que toda forma de vida descendería de un antepasado común. Y llegó a esta conclusión tras una detenida observación e investigación, que incluye que todo este proceso se da a partir de la selección natural.
EL HALLAZGO DE “LUCY”
En el año 1974, precisamente ese 24 de noviembre, los arqueólogos Tom Grady y Donald Johanson, hallaron en el triángulo de Afar, en Etiopía, el esqueleto muy bien preservado de la especie “Autralopithecus afarensis”.
El esqueleto pertenecía a una hembra de homínido de más de 3 millones de antigüedad, a la que nombraron como “Lucy”. El hallazgo sorprendió al mundo, no solo por el suceso científico, sino porque además los restos fósiles estaban bastante completos, y una gran cantidad de huesos conservados.
A Lucy la encontraron en medio del desierto, pero se supo que hace millones de años atrás, esa región de África Oriental era un lago.
Lucy (AL 288-1) es el conjunto de fragmentos óseos pertenecientes al esqueleto de un homínido de la especie Australopithecus afarensis, de 3,5 a 3,2 millones de años de antigüedad,2 descubierto por el equipo formado por el estadounidense Donald Johanson y los franceses Yves Coppens y Maurice Taieb el 24 de noviembre de 1974, a 159 km de Adís Abeba, Etiopía.
Se trata del 40 % del esqueleto de un ejemplar de alrededor de 1,10 metros de altura, de aproximadamente 27 kg de peso (en vida), de aproximadamente 20 años de edad (las muelas del juicio estaban recién salidas). Dotada de un cráneo de tamaño comparable al de un chimpancé, Lucy andaba sobre sus miembros posteriores, signo formal de una evolución hacia la hominización. La capacidad bípeda de Lucy puede deducirse de la forma de su pelvis, así como de la articulación de la rodilla.
La robustez relativa de los brazos refuerza la idea de que pasaba una cantidad notable de tiempo usándolos para moverse por los árboles.3
El nombre Lucy proviene de la canción «Lucy in the Sky with Diamonds» de la banda The Beatles, que oían los investigadores en una radio, mientras celebraban este acontecimiento.4
Hasta 1978, la comunidad científica no tomó en consideración el hallazgo de Johanson y su equipo del International Afar Research Expedition. La revista Kirtlandia aceptó publicar el descubrimiento del nuevo homínido, al que sus autores asignaron el nombre científico de Australopithecus afarensis.5
Con posterioridad se hallaron en el mismo sitio restos pertenecientes a un mínimo de seis individuos, dos de ellos eran niños de unos cinco años, pero el esqueleto más completo fue el de Lucy de quien se encontraron un total de 52 huesos.
Actualmente los restos de Lucy están guardados en una caja fuerte en el Museo Nacional de Adís Abeba, capital de Etiopía.
Mucha gente no cree que los “monos”, los primates, sean nuestros parientes lejanos. Y mucha gente mantiene que los humanos somos solamente monos más inteligentes.
Pero ni una cosa ni otra. Por una parte, los datos de los fósiles muestran que somos primates; y por otra parte, las neurociencias muestran que hay una gran distancia psicosomática con los primates. Al poseer plena autoconsciencia, tenemos plenos derechos y deberes que brotan de la dignidad.
El Proyecto Gran Simio (PGS) (en inglés, Great Ape Project, GAP), fundado en 1993, reclama una extensión del igualitarismo moral para que abarque a todos los grandes simios. Esto incluye a las especies de los chimpancés, los gorilas, los bonobos y los orangutanes, considerando a ambos grupos como especies inteligentes.
El PGS es una organización internacional de primatólogos, psicólogos, filósofos y otros expertos que promueven una Declaración de los Derechos de los Grandes Simios de las Naciones Unidas, que otorgaría ciertos derechos morales y legales a los grandes simios, incluido el derecho a la vida, el derecho a la protección de la libertad individual y la prohibición de la tortura y el maltrato físico y psicológico.
Por estos motivos, cada 24 de noviembre en todo el planeta se reconoce a esta jornada como el Día Mundial de la Evolución, porque ambos sucesos marcaron un antes y un después en las investigaciones y teorías científicas que intentan explicar acerca de este tema que interpela nuestros orígenes.
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