Los obispos de Francia listos para un Big Bang de la Iglesia

Fuente:   Le Figaro

Jean-Marie Guénois 

16/06/2022

Matrimonio de sacerdotes, mujeres diáconos o sacerdotes, transparencia en las decisiones parroquiales, revisión de la liturgia... Las propuestas de las diócesis de Francia para "el sínodo sobre la sinodalidad", deseadas por el Papa, podrían alterar el orden establecido en el sacerdocio de los sacerdotes. Sin embargo, se enfatiza "una verdadera gratitud" hacia ellos. Fueron validados, el miércoles en Lyon, por los obispos, y luego transmitidos "tal cual" a Roma, acompañados de una carta que los justifica y los pone en perspectiva. Nunca antes la Iglesia de Francia había votado y asumido un texto tan radicalmente reformador, especialmente sobre el sacerdocio.

Con esto concluye la primera fase de un sínodo global sobre el gobierno de la Iglesia, convocado en 2021 por el Papa Francisco. En Roma, en diciembre de 2022, comenzará una segunda fase que reunirá todas estas propuestas nacionales para preparar la celebración efectiva de este sínodo en el Vaticano en octubre de 2023.

El documento francés se titula "Colección de síntesis sinodales". Estos últimos han sido votados por el centenar de diócesis de Francia desde septiembre pasado, luego por la asamblea de obispos de Francia, reunidos a puerta cerrada. Fueron presentados a la prensa por el obispo Éric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF), por el obispo Alexandre Joly, obispo de Troyes a cargo de este archivo, y por una joven madre, Lucie Lafleur.

Las diez propuestas hacen un severo diagnóstico del ejercicio actual del sacerdocio católico: "autoritarismo, dificultades en las relaciones con las mujeres, una actitud sobresaliente más que fraterna". Por lo tanto, los obispos proponen "que el celibato de los sacerdotes se deje a su libre elección, para que la ordenación sacerdotal y el matrimonio sean compatibles".

Otra queja es la "evidente desproporción entre el número de mujeres comprometidas" y las que "están en condiciones de decidir". Esto genera "innumerables heridas", una "expectativa evidente", una "revuelta". De ahí "muchas peticiones para que las mujeres reciban la ordenación diaconal" y para que se les confíe la "predicación". Este sería un "primer paso". A algunos les gustaría que "fueran ordenadas sacerdotes".

El documento también pide una "diversificación de las liturgias a favor de las celebraciones de la palabra", con un "lugar central para la meditación sobre las Escrituras". Según este texto, la Eucaristía es ciertamente "esencial", pero su liturgia puede ser un "lugar de tensión": tanto por la "inadmisibilidad del lenguaje" de la Iglesia —demasiado complejo para los fieles— como para aquellos "excluidos de los sacramentos (homosexuales, divorciados y vueltos a casar)".

150.000 católicos han elaborado este listado de quejas, o el 10% de los practicantes, pero "pocos jóvenes y adultos jóvenes", reconoce el episcopado, que también señala "la dificultad de muchos sacerdotes para mostrar interés por este sínodo". El obispo Joly admite: "No se han expresado todas las sensibilidades y nos falta una generación, los jóvenes de 25 a 45 años".