Los obispos suizos quieren arrojar luz sobre el abuso sexual del clero

Los obispos católicos de Suiza han encargado a dos académicos que recorran los archivos diocesanos para una investigación independiente sobre el abuso sexual de menores.

 

Fuente:   La Croix International

Por Christophe Henning, con cath.ch

Suiza

07/04/2022

Joseph Bonnemain, consagrado como nuevo obispo de Chur, Suiza, el 19 de marzo de 2021. (Foto por ALEXANDRA WEY/ EPA/ MAXPPP)

Los obispos católicos de Suiza se han comprometido a abrir los archivos secretos de sus seis diócesis para arrojar luz sobre los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes.

Los líderes de la Iglesia hicieron el anuncio el lunes pasado, casi un año después de que se comprometieron por primera vez a llevar a cabo una investigación.

"Muchos actos han sido encubiertos y las víctimas ignoradas", admitió el obispo Joseph Bonnemain de Chur, quien es presidente de la comisión de abuso en la Conferencia Episcopal Suiza (SBC).

Hablando en una conferencia de prensa, el obispo de 73 años dijo que el objetivo es "hacer de la Iglesia una organización de aprendizaje, lista para reconocer sus propios errores".

Para el anuncio estuvieron presentes la Conferencia Central Católica Romana de Suiza (RKZ), que es responsable de la vida material de la Iglesia, y la Conferencia de Uniones de Órdenes Religiosas y Otras Comunidades de Vida Consagrada en Suiza (KOVOS).

 

Investigación universitaria

Los obispos anunciaron que han nombrado a Monika Dommann y Marietta Meier, ambas profesoras de historia en la Universidad de Zurich, para llevar a cabo una investigación preliminar de un año sobre los archivos diocesanos.

Su tarea es "evaluar las condiciones generales para un estudio histórico del abuso sexual en el contexto eclesial desde mediados del siglo 20 y así proporcionar una base para otros proyectos de investigación". También comenzarán a entrevistar a las víctimas en mayo.

Los dos académicos tendrán pleno acceso a los archivos de las diócesis y congregaciones religiosas, permitiéndose trabajar de manera similar a la llevada a cabo por la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (CIASE) en Francia.

Estarán asistidos por un comité científico independiente, nombrado por la Sociedad Histórica Suiza (SHH).

El grupo estará presidido por el historiador Sandro Guzzi-Heeb, y estará formado por seis expertos académicos, incluida la canonista Astrid Kaptijn de la Universidad de Friburgo, que fue miembro de CIASE.

 

"Arrojar luz sin buscar proteger su propia reputación"

Por último, la Iglesia aporta un presupuesto de 450.000 francos suizos (440.000 euros) para que los investigadores puedan llevar a cabo su misión.

"La Iglesia está comprometida a arrojar luz sin tratar de proteger su propia reputación", insistió Renata Asal-Steger, presidenta de la RKZ, durante la presentación de este "proyecto piloto".

"Se necesita una reparación justa después de haber permanecido al margen durante demasiado tiempo", dijo Jacques Nuoffer, presidente del Grupo de Apoyo para Personas Abusadas por una Autoridad Religiosa (SAPEC).

"Dada la lamentable gestión de los abusos por parte de los obispos suizos francófonos de 1950 a 2011", pidió la presencia de expertos de la Suiza francófona.

 

Una investigación por venir

Vreni Peterer, miembro del grupo de interés de habla alemana para personas afectadas por el abuso en contextos eclesiásticos (MikU), pidió a los obispos que finalmente asuman la responsabilidad institucional por el abuso en lugar de atribuirlo a las faltas personales de los individuos.

Varias personas que asistieron a la conferencia de prensa se quejaron de que el proyecto no era lo suficientemente ambicioso. Señalaron que a pesar de que esta es solo una fase preparatoria para una investigación real, los resultados no se publicarán hasta finales de 2023.

El modelo CIASE se ha mencionado varias veces, pero los obispos suizos aún no se han comprometido con él.

El obispo Bonnemain ha reconocido las dificultades, esperando que la investigación preparatoria pueda avanzar lo más rápido posible.

Destacó que la iniciativa fue motivada por "el deber de justicia hacia todas las víctimas".