Fuente: Noticias
Obreras
Redacción/Agencias
02/03/2022
La iniciativa “Revuelta de mujeres en la Iglesia”, donde convergen grupos de mujeres creyentes y feministas, volverá a tomar la palabra “por la igualdad y la dignidad de las mujeres” en la Iglesia, con acciones repartidas por todo el país, coincidiendo con el 8 de marzo.
“El Bautismo no nos da solo la dignidad de hijas de Dios al igual que los varones, sino que también, al hacernos ‘pueblo de Dios’ con los mismos derechos y deberes. Queremos que se nos escuche. Que no se nos excluya por razones de sexo”, apuntan, según se puede leer en el manifiesto conjunto.
Con el lema “En la Iglesia con voz y voto, por la igualdad y la dignidad de las mujeres”, las mujeres creyentes llaman a movilizarse en contra de la discriminación e infravaloración del papel de las mujeres en las estructuras eclesiales.
“Las mujeres estamos capacitadas y llamadas a participar en todos los espacios de decisión y también nos sentimos llamadas a practicar los ministerios”, al tiempo que señalan que “hay una nueva conciencia sobre la igualdad de la mujer en la Iglesia que empuja hacia un nuevo modelo de participación y de gobierno eclesial”.
Ejemplo de ello, es la celebración del Sínodo de mujeres 2022, en la primera quincena de octubre de 2022, donde se apuesta por “la inclusión, el reconocimiento y la paridad”, en la Iglesia.
Se trata de un proceso que ya han iniciado y en el que tratan la situación de las mujeres en la Iglesia; cuál ha de ser la participación y representación de todos y todas las creyentes; cuál debería ser la estructura de la Iglesia para ser verdadera asamblea del pueblo de Dios y cómo debe ser su transparencia; cómo vivir la Vida sacramental y cómo ser semilla de esperanza en la Iglesia.
Este empuje también tiene su correlato a nivel internacional en torno a redes como Voices of fait y Catholic Women’s Council, en las que parten de que “las mujeres, y los laicos en general, nos sentimos llamados a participar en la misión de la Iglesia”.
“La Iglesia se está perdiendo un caudal de aportación intelectual, emotiva y de efectividad que empobrece al conjunto, advierte y critican que además de excluir talento y experiencia, es básicamente injusta: “No es de justicia reducirnos a ser únicamente receptoras de lo que han decidido los varones; Jesús no hace distinciones, ¿por qué las han impuesto los varones?”, se preguntan. “Si los varones leyeran la historia en un sentido crítico, seguro que actuarían de otra manera”.
Si bien admite que ha habido cambios en la Iglesia, pero los consideran “pequeños e insuficientes, por lo que defienden mayor celeridad y agilidad”.
El propio papa Francisco ha nombrado recientemente a varias mujeres en funciones de responsabilidad en el Vaticano, que entienden como “pasos muy pequeños”, si bien estas mismas mujeres pueden abrir paso a otras.
Ante la instauración del ministerio laical del lectorado, la acolidad y de los catequistas, en el fondo, un reconocimiento de la realidad que ya se da en las parroquias desde hace mucho tiempo, hacen notar que podría convertirse en una herramienta de control o una especie de filtro.
Evidentemente saludan con optimismo la recién creada comisión por el estudio sobre el acceso de las mujeres al diaconado permanente, aunque no parecen haber percibido intención alguna de abrir el debate sobre el sacerdocio femenino.
Estos colectivos siguen reafirmando su compromiso por denunciar “la discriminación y la vulneración de los derechos las mujeres dentro de la Iglesia católica”, y reivindicar el trabajo de las mujeres que desde hace años luchan desde dentro por cambiar la institución”.
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