Urge una comisión independiente y experta, y con los medios precisos, para afrontar tan ardua tarea en el menor tiempo posible
Editorial El Diario Vasco
Jueves, 3 febrero 2022, 06:57
Las agresiones y abusos sexuales cometidos contra menores al amparo de la Iglesia católica diocesana y de congregaciones religiosas revisten especial gravedad al ser perpetradas desde la autoridad moral y bajo la disciplina de personas a las que ha sido encomendada la atención de niñas y niños ya sea por motivos de fe o por ofrecerles una determinada opción educativa. Ello genera indefensión y desconcierto en las víctimas, dificulta la denuncia de los hechos de manera inmediata y causa un mayor daño emocional. La Conferencia Episcopal resolvió trasladar la investigación sobre posibles casos a cada diócesis alegando que así la búsqueda de la verdad se aproxima a las eventuales víctimas, mientras sus homónimas de Alemania, Francia o Portugal han procedido a un estudio de gran alcance a nivel nacional.
Las dilaciones de la Iglesia han llevado a Unidas Podemos, ERC y EH Bildu a proponer la creación de una comisión parlamentaria de investigación, sin que la iniciativa pueda desprenderse de su pulsión ideológica. La Fiscalía General, por su parte, ha solicitado a sus órganos territoriales la información que les consta sobre tal tipo de posibles delitos. Es presumible que la inmensa mayoría de ellos haya prescrito. Aunque así fuera, las víctimas tienen perfecto derecho a tratar de recuperarse en dignidad y sanar parte de las heridas psicológicas que les infligieron a través del esclarecimiento no judicial y riguroso de lo sucedido. Si la cúpula eclesiástica no lo hace ya, urge una comisión de investigación independiente y experta nombrada desde las Cortes y con los medios precisos para afrontar tan ardua y delicada tarea en el menor tiempo posible. Un grupo de trabajo que pudiera elevar al Ministerio Fiscal aquellos indicios susceptibles de ser investigados por la Justicia que descubriera, y a la comisión correspondiente del Congreso las recomendaciones que considere conveniente incluir en las previsiones legales.
Los casos de pederastia se dan sobre todo en el círculo de confianza de los menores, empezando por la familia. Y suceden en el seno de organizaciones de todo tipo a las que se confía su tutela, cuidado, formación u ocio. Una encuesta general contribuiría a diluir culpas, responsabilidades y, sobre todo padecimientos, por lo que sería conveniente investigar específicamente las injusticias cometidas en el seno de la Iglesia al margen de que se proceda a hacer lo mismo en otros ámbitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.