jueves, 2 de septiembre de 2021

El preso condenado por asesinar a Jáuregui pide mantener un encuentro con su viuda

Makazaga, jefe del comando y autor material de los disparos, se une al diálogo «restaurativo» iniciado por Carrasco y Etxezarreta hace 10 años

 

Fuente:   El Diario Vasco

Por:  Alberto Surio

02/09/2021

 


A solo 16 días del estreno en el Festival de Cine de San Sebastián de una película sobre los encuentros entre los miembros del comando Buruntza de ETA, que asesinó a Juan Mari Jáuregui en 2000, y su viuda, Maixabel Lasa, el tercer integrante y jefe del mismo, Patxi Makazaga, ha pedido a Instituciones Penitenciarias participar en una reunión con ella en el marco de la denominada Justicia restaurativa para empatizar con las víctimas y reconocer el dolor causado. Makazaga fue condenado como autor material de los disparos contra Jáuregui.

Según ha podido conocer DV, este preso, interno en el penal de El Dueso, en Cantabria, se ha puesto en contacto con los mediadores que suelen facilitar estas citas para preparar las entrevistas. Los intermediarios se reúnen con el solicitante y con las víctimas para poner en marcha el proceso que desemboca en un encuentro. Esto ya ocurrió en 2011 y en 2014, respectivamente, con Luis María Carrasco Aseginolaza y con Ibon Etxezarreta, que participaron en el atentado que costó la vida al ex gobernador civil de Gipuzkoa en Tolosa el 29 de julio de 2000. Aquella mañana, Makazaga y Carrasco entraron en la cafetería del Frontón Beotibar. Jáuregui recibió dos balazos en la nuca por parte de Makazaga, mientras charlaba con el periodista de ETB Jaime Otamendi en una mesa del establecimiento. En el exterior esperaba Etxezarreta.

Según estableció la sentencia condenatoria, días antes, el 22 de julio, Carrasco y Etxezarreta acudieron al mismo establecimiento para cometer el crimen y encontraron allí a un conocido, un jefe de una empresa de construcción, por lo que desistieron de sus planes. Días después, el 29 de julio, volvieron a intentarlo, aunque les acompañaba Makazaga, que se encargaría de disparar contra el ex gobernador civil de Gipuzkoa. Jáuregui cayó desplomado al suelo y moriría momentos después al llegar al hospital. Los terroristas emplearon en el atentado un vehículo que previamente habían robado en Elgoibar.

Makazaga fue trasladado en febrero desde Galicia a la cárcel de Cantabria, y permanece en prisión, también, con penas por participar en los asesinatos del director financiero de este periódico, Santi Oleaga, del cocinero civil de la Comandancia de Marina Ramón Díaz y de los dos trabajadores de Elektra José Ángel Santos Larrañaga y Josu Leonet, al estallar un coche bomba en Martutene. Sobre este recluso también pesan los crímenes del jefe de la Inspección General de Gipuzkoa de la Ertzaintza, Mikel Uribe, del empresario José María Korta, del ertzaina Iñaki Totorika, y del concejal del PP de Zumarraga Manuel Indiano.

Makazaga forma parte de una veintena de presos de ETA que en las últimas semanas ha pedido participar en talleres restaurativos, que pueden terminar en estos 'cara a cara', en el marco de una operación dirigida a toda la población penitenciaria, no solo a los reclusos condenados por delitos de terrorismo, con la que Instituciones Penitenciarias quiere relanzar la Justicia restaurativa. Esta es la principal diferencia con la iniciativa puesta en marcha hace una década en torno a la 'vía Nanclares', con disidentes de ETA que explicitaron el arrepentimiento con su pasado terrorista.

Instituciones Penitenciarias no ha querido confirmar esta información, ya que considera que se trata de una materia en la que hay que guardar una escrupulosa reserva, pero Maixabel Lasa admite que tiene constancia de esta solicitud por los propios mediadores.

 

«Era la cita que faltaba para cerrar el ciclo y reconocer el dolor», admite Maixabel Lasa

La misma Maixabel Lasa reconoce que el encuentro con Patxi Makazaga puede servir para «cerrar el ciclo» ya iniciado con las conversaciones que en su momento mantuvo por separado con Luis María Carrasco e Ibon Etxezarreta, en las que ambos buscaron una empatía con el dolor de la víctima de las acciones que en su día provocaron; en este caso con el asesinato de su marido. Lasa cree firmemente que estos contactos, enmarcados en la denominada Justicia restaurativa, pueden servir para «cerrar las heridas» y ayudar poderosamente «a construir la convivencia» a la hora de dejar un legado a las futuras generaciones en el que quede claro que «quienes utilizaron o ampararon la violencia reconocen que matar estuvo mal». En ese mismo sentido pone en valor que se hagan gestos de autocrítica con este pasado que puedan ayudar a la reparación del dolor y a un sincero ejercicio de reconocimiento del daño causado. Los internos que se acogen a la Justicia restaurativa no reciben por ello beneficios penitenciarios.

La petición se produce en un contexto en el que la película 'Maixabel' –dirigida por Itziar Bollain y que competirá por la Concha de Oro en la próxima edición del Zinemaldia donostiarra el 18 de septiembre– relata los encuentros restaurativos de Carrasco y Etxezarreta con Lasa hace diez años. En aquella coyuntura de la 'vía Nanclares' se llevaron a cabo doce reuniones más realizadas de manera oficial con los permisos de la Administración penitenciaria entre víctimas y presos desmarcados de la organización terrorista.

 

1 comentario:

  1. Pasos.... pequeños y débiles, pero necesarios. El asesino rompe y quiebra la vida, donde los demás tenemos que aprender a vivir en la ausencia de las vidas que nos han sido arrebatadas.... debemos seguir pidiendo saber la verdad y conocer los nombres de los asesinos de las más de 300 víctimas que se desconoce su “ejecutor/ra”. De ahí el acoger todo paso dado, pero sigue siendo necesario no perder la memoria. Restaurar no es olvidar, pero si es posible aprender a vivir las ausencias, y hay pasos que lo posibilitan y facilitan.... ¡a todos/as!

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