El «C9» de los cardenales discutió sobre cómo modificar el formulario
utilizado para estudiar las candidaturas al episcopado
Andrea Tornielli (En V.I.)
Uno de los puntos en el orden del día que discutieron los cardenales
del «C9», el consejo de purpurados que colaboran con el Papa en la reforma de
la Curia romana y en el gobierno de la Iglesia universal, fue el del proceso
para nombrar a los obispos. El procedimiento, que permite un espacio de
discrecionalidad (el juicio en conjunto depende, de hecho, de cuántas y cuáles
personas serán interrogadas), por lo que parece no será reformado. Pero lo que
cambiará será el formulario utilizado.
Existe, efectivamente, un cuestionario utilizado por las nunciaturas
para informarse interrogando a eclesiásticos y laicos sobre la idoneidad del
candidato. El «C9» propuso su reforma, según un enfoque «más pastoral», más
«bíblicamente inspirado» y más «espiritualmente planteado». Será, según estas
indicaciones, menos burocrático y jurídico.
Estos cambios no deben ser interpretados como una reforma del
«identikit» del candidato al episcopado. Ya hay documentos del reciente
magisterio que describen abundantemente las características necesarias para los
que guían una diócesis. En cambio, se refieren sobre todo a la persona
interrogada, eclesiástica o laica, que deberá ser más consciente cada vez de
que está ofreciendo indicaciones reservadas a la Santa Sede y que deberá
responder poniéndose en la perspectiva de quienes colaboran en la elección de
un pastor.
El proceso para nombrar a los obispos ha tenido muchas reformas a lo
largo de la historia de la Iglesia y ha estado sometido a influencias de las
autoridades civiles. Han existido y siguen existiendo problemas relacionados
con grupos, pues son siempre posibles, según las épocas; diferentes, énfasis
para hacer surgir en los curricula los elementos en mayor sintonía con el
Pontificado en curso.
Si se examinan los nombramientos episcopales que se han verificado
después de la elección de Francisco, se ve que hay una preferencia mayor por
los candidatos que hayan vivido la experiencia del párroco. Las palabras del
Papa han descrito en varias ocasiones el perfil del obispo en medio de su
pueblo, para confirmarlo en la fe y que camina a su lado. Obispos expertos en
humanidad, gracias al conocimiento de las situaciones concretas existenciales
en las que vive en la actualidad la gente. En mayo de 2015, hablando con la
asamblea de la Conferencia Episcopal de Italia, el Papa explicó que no sirven
«obispos piloto», sino «obispos pastores», capaces de dar valor «a los laicos
dispuestos a asumir las responsabilidades que les competen».
Obispos, dijo en febrero de 2014, que no sean «apólogos de las propias
causas» ni «cruzados de las propias batallas», que no sean elegidos según
«eventuales equipos, consorterías o hegemonías». Obispos que se queden en su
diócesis y no vayan por el mundo para asistir a «encuentros y congresos».
Obispos seleccionados en el Vaticano, es decir porque han sido elegidos por «el
Espíritu Santo», exigidos por «el pueblo santo de Dios», testimonios de la
Resurrección, anunciadores de la salvación, capaces de actuar no «para sí» sino
«para la Iglesia, para el rebaño, para los demás, sobre todo para aquellos
quienes según el mundo deben ser descartados».
En aquella ocasión, Francisco añadió que los obispos deben ser
«hombres pacientes, porque saben que la cizaña nunca será suficiente para
llenar el campo». «Dicen —dijo Bergoglio— que el cardenal Siri solía repetir:
“Cino son las virtudes de un obispo: primera, la paciencia; segunda, la
paciencia; tercera, la paciencia; cuarta, la paciencia; y la última, la
paciencia con los que nos invitan a tener paciencia».
La reelaboración del cuestionario después será evaluada por tres
congregaciones vaticanas directamente implicadas en los nombramientos
episcopales: la Congregación para los Obispos, la de las Iglesias Orientales y
Propaganda Fide. Se relaciona también con este tema el de los nuncios
apostólicos, que también fue afrontado en la sesión del «C9» que concluyó hoy.
En los próximos días se llevará a cabo en Roma su Jubileo y el Papa pronunciará
un discurso para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.