Elegido el 13 de marzo 2013,
hace justo dos años, el papa Francisco ha supuesto un corte desde su comienzo, dejando
un estilo y una impronta de simplicidad y su preocupación «de una Iglesia pobre
para los pobres»
Desde entonces,
los obispos que ha nombrado o promovido propician también un «estiloFrancisco»
sobre todo en las iglesias ricas del norte.
Al renunciar al
apartamento pontifical de la tercera planta del palacio apostólico del Vaticano, pasando a
una habitación pequeña de la residencia Santa Marta, el papa había marcado
este espíritu hace dos años. Sensibilizado por «una iglesia
pobre para los pobres» posteriormente él ha multiplicado los pequeños gestos,
pagando la factura de la residencia donde se había hospedado antes
del cónclave, o eligiendo coches utilitarios, dejando los coches de lujo.
En estos dos
años, este estilo de vida sobrio, heredado del que llevaba en Buenos Aires, se
ha impuesto tanto en el Vaticano como en el nombramiento de obispos de
los grandes episcopados del mundo. Con este retorno se acuña un «estilo
Francisco» en las iglesias ricas habituadas a un cierto standing..
Un obispo que
sigue esta pauta
Msr Blase Cupich,
que llegó el pasado otoño a Chicago, no se instaló en la residencia episcopal
como sus predecesores desde 1885. Prefirió dejar esta residencia de un valor de
14m USD para otros usos oficiales o para huéspedes de paso, y él
se se estableció más cerca de la catedral donde celebra la misa de
cada día.
El antiguo obispo
de Spokane, modesta diócesis del noreste de los
Estados Unidos, vivía en una residencia con los seminaristas, donde él compartía a
menudo la comida, desarrollaba su trabajo y cenaba cuando recibía a sus amigos.
Una forma, de conocer los precios de las cosas, como declaraba tras su
nominación, en una entrevista con la agencia americana católica CNS.
«Estaba próximo a todas las familias
que conocía desde hace 40 años como sacerdote.»
En
un país en crisis
La misma elección
por parte del Msr Carlos Osoro, nominado en octubre, que ha
renunciado el palacio episcopal cercano a la Plaza Mayor por un
apartamento de las Hermanitas de Jesús, siendo el primer arzobispo de
la ciudad que convive con otros vecinos.
Ha vendido el
vehículo regalado por su diócesis precedente de
Valencia sustituyendo por un Peugeot 308 que conducía el
mismo. El ha renunciado, porque es verdaderamente difícil conducir en Madrid,
se dirige cada día a la curia diocesana mientras que su predecesor apenas
abandonaba su palacio.
Su colega
de Valladolid,
el recién nombrado cardenal Ricardo Blázquez Pérez,
conduce su Golf, para venir dos veces al mes a la sede de la conferencia
episcopal que preside.
Sensibilizado desde
hace tiempo, por una vida simple en una España golpeada por la
crisis, tomó la iniciativa cuando era obispo de Bilbao cuando se recortó su
salario para donar una parte a Cáritas... Un esfuerzo que prosigue
en Valladolid y que el incita a los sacerdotes a imitar.
«Un estilo bergogliano»
De la misma
manera, el cardenal Rainer Maria Woelki no ha esperado al
papa Francisco, que le ha nombrado el pasado julio como arzobispo de Colonia,
para adoptar un modo de vida simple, Ya cuando estaba en Berlin, tenía un
estilo «bergogliano», como
señala Jürgen Erbacher, vaticanista alemán de la
cadena ZDF.Ya se desplazaba a las citas en metro.
Hoy
los habitantes de Colonia observan a su arzobispo de 58 años
desplazarse con su motocicleta, vistiendo sus vaqueros negros, «Saluda amablemente cuando antes jamás me encontré con
su predecesor» como indica un habitante de la zona de la catedral.
El cardenal se ha
asentado en el apartamento de su predecesor, pero lo ha dividido en dos para ocupar
una pequeña parte del mismo. El que ha sido hasta hace mucho secretario
del cardenal Meisner ha rechazado que un sacerdote le atienda en esa
función, y le asiste la misma laica que lo hacia en Berlin. «Muchos esperaban este cambio ante el estilo
severo y distante del cardenal Meisner» comenta Joachin Frank,
encargado de temas religiosos del periódico Kölner Stadt-Anzeiger.
«Acercarte al otro como a un hermano»
El cambio de estilo
no es solamente en lo económico. «Osoro no da la mano de obispo» se
alegran los madrileños con relación a la manera de extender la mano para
besarla por los fieles. Al contrario, éstos han podido apreciar su manera
de mezclarse con las familias, discutiendo largamente con
cada una de ellas, con motivo de la jornada de oración organizada a
finales de diciembre por la
Sagrada Familia en la catedral
de La Almudena.
Este acontecimiento
supuso un cambio porque había renunciado a la misa gigantesca que su
predecesor celebraba cada año con una buena parte de los obispos
españoles en la Plaza de
Colón. Este encuentro controvertido, convertido en
una manifestación contra la política gubernamental sobre la
familia, «costaba una fortuna a la diócesis» y ha evitado que
se sitúe menos en la confrontación con la sociedad que su
predecesor. Explica que quiere «unirse al otro, no como un enemigo, sino
como un hermano»
En Chicago también, Msr Cupich presenta
una posición moderada en la iglesia del otro lado del Atlántico dividida
sobre cuestiones de la sociedad. «Está por supuesto contra el aborto pero
tampoco sintoniza con los «pro-vida» agresivos, según señala el vaticanista
americano John Allen. En Spokane, había rechazado el que
sus sacerdotes tomen parte en sus manifestaciones.»
La simplicidad y
la apertura de Msr Cuprich le han hecho acreedor del sobrenombre
mediático de «mensajero del papa Francisco». «Se puede esperar a que
sea la cara y la voz de Francisco en Estados Unidos» confirma John Allen.
Radicalidad
En Lisboa, la
capital de una Portugal duramente tocada por la crisis, el nuevo
patriarca, una de los primeros nombramientos de Francisco desde Mayo de
2013, sorprendido también por su simplicidad. «En cuanto he visto el
estilo del papa Francisco, me he dicho que yo tenia lo mismo» como relataba
su secretario en Oporto al semanario Sábado.
En Lisboa, a
quien el papa acaba de nombrarle cardenal, continua su vida sin coche ni chofer,
defiende su opinión al denunciar la dureza de las políticas de austeridad de
las que son víctimas los más pobres.
En
Colonia también, los temas que se plantean al cardenal Woelki afectan
al papa Francisco. «En su primera visita a la catedral ha estado con los sin
techo, señala su portavoz. Desde noviembre ha promovido una campaña
para la acogida de refugiados, buscando alojamiento. En economia, ha
criticado duramente los salarios insuficientes y las condiciones de
producción de una cadena de ropa de bajo precio».
Otro
hecho significativo, con motivo de una marcha anti-islam del movimiento
Pediga que debía finalizar en la catedral, él ha apagado la
iluminación, dejando así la gran nave gótica a oscuras. «Cuando escucha sobre
los inmigrantes o la economía, se enfrenta con
una radicalidad similar al del papa Francisco» según
valora Jürgen Erbacher.
Renovación
indispensable
En algunos paises, este estilo nuevo es indispensable: como en Irlanda donde una jerarquía
todopoderosa ha perdido una buena parte de su credibilidad por los
asuntos de pedofilia. «La renovación de la Iglesia irlandesa debe
ser una renovación humilde. No quisiera dejar de pensar que queramos volver a
la situación anterior, en la que los obispos controlaban toda la vida
de la sociedad, incluida la legislación» comentaba en septiembre Msr Eamon Martin,
nuevo arzobispo de Amagh, al semanario La Croix, antes de
proponer a la periodista acompañarle a la estación en coche, «voy a
aprovechar para visitar a un amigo enfermo»
En Francia,
unos obispos pastores
En Francia, donde
los obispos están habituados a un estilo de vida mas sobrio desde
hace tiempo, el papa Francisco no ha tenido todavía la ocasión para nombramientos de
primer rango. Habrá que esperar a 2016 hasta que el arzobispo
de Estrasburgo alcanza 75 años para presentar su dimisión, y en 2017
para el arzobispo de Paris. En todo caso el papa
no estaría obligado a aceptar de immediato la dimisión. Sin
embargo, los nombramientos efectuados desde abril 2013 imprimen ya una
señal constante, con una nueva generación de obispos que son, según la
voluntad. del papa, «unos pastores cercanos a la gente».
Sébastien Maillard (en
Roma) y Nicolas Senèze
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.