Los curas de Vizcaya y los de Donostia denuncian que sus diócesis son
“feudos” y en Barcelona piden un obispo catalanista, escribe A.M. en El Plural
En Barcelona 3.600 fieles han pedido al Vaticano que su
nuevo obispo sea catalán y catalanista, una solicitud que viene de
atrás desde el anuncio del cese del actual prelado Martínez Sistach. En
el País Vasco, el foro de curas de Bilbao alertan a monseñor Iceta de
la situación de injusticia y pobreza que vive la diócesis y le exigen
una iglesia misionera. Y para acabarlo de arreglar, 96 curas de Donostia
acusan a su obispo, José Ignacio Munilla de convertir su diócesis en su
“feudo” particular. Lo que reclaman parece obvio: que los obispos
hagan suyo el mensaje del Papa Francisco.
Si la jerarquía eclesiástica no quiere mover ficha, la tropa
sí está dispuesta a hacerlo e incluso a adelantar la jugada. En este
caso, el movimiento consiste en seguir el mensaje del Papa de Roma y
optar por una Iglesia abierta y ligada al pueblo, participativa,
misionera y alejada de fastos y protagonismo. Ese es el mensaje que cada
cual a su manera y con sus características están lanzando curas y
fieles en Cataluña y en el País Vasco ante una cúpula que hasta el
momento no ha dado muchas muestras de ser receptiva.
La carta de los católicos catalanes
En Barcelona el colectivo cristiano de base Església Plural ha
entregado una carta con 3.656 firmas de católicos catalanes destinada al
arzobispo de Barcelona y al conjunto de personas que tienen relación
con los nombramientos en el Vaticano, es decir: al cardenal Pietro
Parolin, secretario de Estado; al cardenal Marc Oullet prefecto dela
Congregación para los Obispos; al prefecto de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Antonio
Cañizares y al nuncio apostólico Renzo Fratini.
Con la línea de Francisco
Església Plural comenzó a recoger firmas en marzo ante la noticia de
que el propio Antonio Cañizares podría sustituir al cardenal Martínez
Sistach. Ante el inminente nombramiento del sucesor piden que tenga como
primera característica “que el nuevo arzobispo de Barcelona esté
totalmente identificado con la línea pastoral renovadora del Papa
Francisco”.
“Respeto a la identidad de la nación catalana”
El prelado debe ser una persona “que conozca, respete y asuma la
tradición eclesial propia de la Iglesia en Cataluña”, debe sentir como
propia la cultura y la lengua catalana y asumir, “como hecho natural,
reconocido por la Doctrina Social de la Iglesia, la identidad de la
nación catalana y su derecho a decidir su futuro, respetando los
derechos de las otras minorías que forman la sociedad barcelonesa y
catalana”.
Castellano, no
Consideran se debe descartar “cualquier nombramiento que implique a
una persona que no cumpla los requisitos anteriores y que signifique,
como el caso del cardenal Cañizares, la llegada de un obispo de
tradición eclesial de matriz castellana al que sería muy difícil de
aceptar y de que sintonizara con las realidades eclesiales mayoritarias
en la Diócesis”.
Donostia, situación penosa
Si así están las cosas en Cataluña, en el País Vasco tampoco se
andan con tonterías. 96 curas de Donostia han escrito a su obispo,
monseñor José Ignacio Munilla con estas palabras: “la situación de la
Diócesis de San Sebastián es cada vez más penosa, le escribimos esta
carta movidos por nuestro amor al Evangelio y a la Iglesia, y queriendo
denunciar que está conduciendo a nuestra Diócesis en una dirección
arriesgada y sin salida”.
Como el Papa
“En los escritos y comportamiento del Papa Francisco se puede ver
con claridad cómo han de ser las actitudes y comportamientos de un
responsable de la Iglesia. Pero creen que la actuación del obispo es
muy otra, y que “este comportamiento está haciendo mucho daño a la
Diócesis a la que al parecer considera como “feudo” suyo y actúa como si
fuera el único que tiene la capacidad para hacer lo que quiere y como
quiere”.
No consulta al Consejo
Afirman además que Munilla no ha tenido para nada en cuenta las
líneas pastorales ni ha consultado al Consejo Pastoral Diocesano y, en
más de una ocasión ha actuado “en contra de la opinión del mismo Consejo
Presbiteral”.
“Margina a quienes no le gustan”
Aquí relacionan una lista de actuaciones con las que están en
desacuerdo: “el traslado Seminario a Pamplona; algunos escritos,
actividades y homilías en torno a la pacificación de nuestro pueblo; la
marginación o eliminación de un buen número de responsables,
trabajadores y profesores que no eran de su gusto o del agrado de sus
colaboradores de distintas instituciones diocesanas”.
El asunto de las monjas de Bergara
Denuncian además los curas “la aceptación sin más de seminaristas y
sacerdotes procedentes de otras Diócesis, especialmente de Toledo, para
potenciar un estilo sacerdotal determinado entre nosotros;
ha invitado e instalado en el convento de las clarisas de Bergara un
grupo de “monjas” reconocidamente neoconservador, bajo pretexto de
‘reanimar’ la vida contemplativa”.
Los curas no hablan euskera
No menos preocupante es para los firmantes que “cuando resulta que
la sociedad guipuzcoana es cada vez más euskaldun, en la Diócesis el
castellano se hace cada vez más presente y se le concede cada vez menor
importancia al euskera, la cultura vasca, y a la situación e identidad
del País Vasco. No hay más que ver que algunos de los sacerdotes que ha
incorporado a la Diócesis, además de desconocer el euskera, no muestran
ningún interés en conocerlo”.
División y desconfianza mutua
“Como resultado de estas actuaciones, queremos denunciar, con
dolor, que la Diócesis está desfigurándose y deshaciéndose”, concluyen.
“Pronto se cumplirán cinco años de su entrada en la Diócesis, y como
podrá comprobar si no cierra los ojos a la realidad, a lo largo de este
tiempo la división y desconfianza mutua entre nosotros no han ido sino
creciendo. ¿Hasta cuándo va a durar esta situación?”
El obispo de Bilbao y su “ feudo”
Parecidos planteamientos son los expresados recientemente por el
Foro de Curas de Bizkaia que han vuelto a pedir al obispo monseñor
Munilla una asamblea diocesana y sobre todo, que no disponga de la
diócesis “como su feudo”. Los curas vizcaínos quieren una iglesia
sinodal, misionera y en comunión.
Aumenta la injusticia y la pobreza
“Constatamos un escandaloso aumento de la injusticia y de la
pobreza”, denuncian y se preocupan al ver que “la mayoría de las
comunidades y movimientos que acompañamos están experimentando un
progresivo envejecimiento y una disminución, particularmente llamativa,
de jóvenes en su seno”.
Lo que dice el Santo Padre
“El Papa Francisco nos invita a no rehuir el afrontamiento de los
problemas y a recuperar el aliento evangélico de manera corresponsable y
alertan contra actitudes que entrañan instalarse en la añoranza de un
pasado que ya nunca volverá́, a la desesperanza o a la intolerancia que
semejante fijación generan y al riesgo de acabar siendo una comunidad
cristiana residual y encerrada en sus propios problemas”.
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