Jean-Pierre Mignard: “La iglesia desempeña una enorme labor en el campo de la solidaridad”
Bernard Gorce
Entrevista con Jean-Pierre Mignard, abogado y miembro del Consejo Nacional del Partido Socialista Francés.
¿Qué piensa de las intenciones de Cécile Duflot de expropiar los bienes de la Iglesia para ponerlos a disposición de los “sin casa”?
El papel de una ministra de la vivienda consiste en activar los medios precisos para que caminen juntos todos los que puedan ayudar en la acogida de las personas en dificultades. En lo que toca a este asunto, la Iglesia Católica no es, de ninguna manera, la menos comprometida. Referirse a una expropiación de los bienes de la iglesia no es ni oportuno ni efectivo.
¿Comprende que los católicos hayan podido sentirse heridos por este modo de dar lecciones?
No sólo lo comprendo, sino que comparto este sentimiento. Como miembro del Consejo Nacional del Partido Socialista afirmo que nadie puede pretender que la Iglesia desempeñe un papel mayor en el ámbito de la solidaridad.
¿Esta interpelación se inscribe en el contexto de una ofensiva de la mayoría gubernamental contra la iglesia?
No, no creo en absoluto que haya el más mínimo acuerdo dentro de la mayoría. Tampoco hay que ver en los propósitos de Cécile Duflot una réplica a las posiciones de la Iglesia sobre el matrimonio homosexual, sino un mal posicionamiento o no debidamente maduro. Quiero recordar que François Hollande siempre ha tenido una actitud muy respetuosa con las iglesias. La lógica del enfrentamiento no es algo propio de su manera de ser ni se encuentra en sus intenciones.
¿No se multiplican en la izquierda los posicionamientos que cuestionan la legitimidad de las diferentes religiones para expresarse sobre el matrimonio homosexual?
Las religiones no tienen derecho a imponer su punto de vista, pero están totalmente legitimadas para expresarlo. Lamento que exista en nuestros días una dramática confusión sobre este punto. ¡Quienes no admitan que las religiones pueden tener una palabra pública han de seguir cursos de democracia! Cuando uno se toma la molestia de leer las aportaciones de la iglesia o de éstas u otras religiones sobre el asunto del matrimonio homosexual, constata lo improcedente que resulta acusarlas de homofobia.
¿Le preocupa el tono del debate?
Sí, se han soltado los “halcones” en cada campo. Cuando veo a un electo recriminar a la iglesia católica, convocada por la comisión de leyes en audiencia, su papel frente al nazismo, me descorazona semejante estupidez. Pero meto en el mismo saco a quienes afirman que el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual favorecerá el incesto. El debate se ha desbocado por las dos partes. Lamento que, en este clima, no se escuchen a las palomas, es decir, a los moderados. Hay que recuperar la calma y la serenidad por ambas partes.
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