Guruzu abre el lunes sus puertas con un programa de formación laboral, mesas compartidas y neveras solidarias
Fuente: DEIA
17/10/2025

Cocina del nuevo restaurante Guruzu de Bilbao, que abrirá sus puertas el próximo lunes Oskar González
No es un restaurante más en Bilbao; Guruzu abrirá sus puertas el próximo lunes como un proyecto que aúna la formación de sus chefs y camareros, mesas compartidas para los clientes que lo deseen y neveras solidarias. En pleno Indautxu, el espacio se abre también a los colectivos y organizaciones del barrio para que puedan organizar en sus salas eventos y encuentros. "Resume nuestra esencia: acompañar, generar oportunidades y transformar la realidad desde lo cotidiano", ha explicado este viernes Jon Mancisidor, presidente de EDE Fundazioa, impulsora del proyecto.
Cada silla es diferente, toda una declaración de intenciones: aquí cabe todo el mundo. El ejecutivo que sale a comer un medio menú a mediodía; las amigas que quedan una vez al mes para comer; la persona que, aburrida de hacerlo en su casa todos los días sola, comparte mesa y mantel con quien se ve en una situación como la suya; el vecino sin recursos que tiene un descuento en el ticket... "Aspiramos a una oferta de calidad, equiparable a la de nuestro entorno, donde quien venga va a encontrar un lugar acogedor, diverso y que trata de responder a necesidades sociales de soledad o alimentación desde un espacio normalizado", ha subrayado Mancisidor. También el nombre, Guruzu, algo así como "¿quieres?" en euskera, es una invitación a entrar y disfrutar de esta nueva propuesta.
Un gran patio interior da la bienvenida al restaurante, ubicado en la sede de la fundación de la calle Manuel Allende y sometida recientemente a una profunda remodelación que la hace lucir una luminosa fachada de azulejos claros. La plaza, como la llaman, acoge varias mesas y sillas donde tomar algo incluso los días lluviosos al estar cubierta. La cocina, inmaculada, mira hacia a la calle, a diferencia de lo que es habitual es otras casas de comida.
Oportunidades de vida
Es aquí donde late el corazón del proyecto. "No se trata solo de un espacio donde se cocina y se sirve comida, sino un lugar donde se construyen oportunidades reales de empleo y de vida", han destacado los responsable de la fundación. La plantilla la componen doce personas, la mitad de ellas en procesos de formación y acompañamiento, aprendiendo un oficio en un entorno profesional con el apoyo de un equipo técnico que cuida cada detalle: desde la atención en sala hasta la elaboración del menú. "Cada plato que sale de nuestra cocina, cada pintxo en la barra, lleva detrás una historia de aprendizaje, esfuerzo y dignidad", relatan.
Cada uno de ellos trabajará aquí un máximo de tres años, con un contrato conforme a convenio y realizando unas prácticas profesionales "de calidad" que les abra las puertas al mercado laboral. "Durante ese periodo se forman con profesionales de primer nivel, de forma que salen capacitados para trabajar en un establecimiento de nivel medio-alto", ha apuntado Mancisidor. "Son personas que han pasado ya por un proceso formativo y lo que les falta es culminarlo con unas prácticas".
Cada uno de ellos trabajará aquí un máximo de tres años, con un contrato conforme a convenio y realizando unas prácticas profesionales "de calidad" que les abra las puertas al mercado laboral. "Durante ese periodo se forman con profesionales de primer nivel, de forma que salen capacitados para trabajar en un establecimiento de nivel medio-alto", ha apuntado Mancisidor. "Son personas que han pasado ya por un proceso formativo y lo que les falta es culminarlo con unas prácticas".
También habrá una nevera solidaria con la que, además de terminar con el desperdicio alimentario -"aunque creemos que no va a sobrar nada porque está todo muy rico"- puedan aprovechar las personas con menos recursos. "Queremos que no sea un espacio estigmatizante y que esté ordenado, que no se lo lleve todo el primero que llegue", explica el presidente. También quieren que sus menús tengan descuentos para gente con menos recursos, para lo que necesitan una fuente de financiación específica. "Vamos a ver cómo podemos ir organizando todo; por eso decimos que es un laboratorio permanente de experimentación. Es lo que hemos planteado ahora pero seguro que surgen más cosas en este lugar tan especial".
Abierto a los vecinos
EDE Fundazioa ha querido rizar aún más el rizo, ofreciendo Guruzu y sus instalaciones a las vecinos del barrio y la ciudad, a sus colectivos sociales, organizaciones, asociaciones, grupos de tiempo libre, ensayos, festivales, propuestas culturales... "Queremos que venga a ensayar ese grupo de teatro que no encuentro un local, el AMPA del colegio para celebrar sus reuniones...", plantea la responsable Leire Ortiz de Zarate, una invitación que incluye la posibilidad de organizar charlas, exposiciones o conciertos en su plaza, terrazas, salas multiusos y restaurante. "Nace con el objetivo de ser un nuevo lugar abierto a toda la sociedad, donde el aspecto cultural y asociativo sea un valor añadido a nuestra actividad, generando de esta manera vida comunitaria".
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