domingo, 24 de julio de 2016

Una difícil comunión...

Nota: por la extensión del trabajo, lo publicaremos en 3 secciones.



Así aparecía la primera entrega, indicando unas sucesivas (dos) en la semanas siguientes. Pero he cometido un lapsus y, lo que ya estaba preparado para que automáticamente saliera en las fechas convenidas, no ha resultado así. Desde aquí podéis alcanzar las tres entregas:

Primera entrega.
Segunda entrega
Terncera entrega

Perdonad las molestias...
(Mikel)

lunes, 18 de julio de 2016

Riobamba: la pintura de Pérez Esquivel


Introducción

Dice José Agustín Cabré en Religión Digital, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, que  
“El sucesor en la sede de Riobamba, el español Julio Parrilla, perteneciente al Movimiento Adsis, llegó a esa diócesis hablando un lenguaje esperanzador.
Dijo: "En nuestro continente americano, a las viejas pobrezas se unen pobrezas nuevas, nuevos desafíos, especialmente en lo que afecta a la equidad, al desarrollo integral, a la ecología, a la defensa de las culturas ancestrales... Afrontar todo eso se hace más posible con una Iglesia más descalza y disponible. Dios quiera que el espíritu de Francisco vaya calando en toda la Iglesia".
Acto seguido quitó la pintura que retrataba a la iglesia indoamericana, y Pérez Esquivel le ha enviado una carta preguntándole dónde dejó su obra de arte, para conocer siquiera la bodega donde ha quedado oculta”.
No vendría mal un poquito más de decencia periodística y al menos dar a conocer la carta privada de respuesta a una carta pública de Pérez Esquivel.
Que está bien respetar los grandes nombres, como el de Esquivel, peo sin menospreciar a los quizás ni siquiera conocidos. Yo personalmente conozco a Esquivel pero no a Parrilla. Pero no aguanto, sin hablar, la confrontación de los dos textos: el que pueden ver en Religión Digital y el que, por no aparecer ahí, yo adjunto.
Txelis


Carta del Obispo Parrilla al Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel:

Sr. D. Adolfo Pérez Esquivel:
Querido hermano:
Contesto tu carta pública, la primera que llega a mis manos, en la que me preguntas sobre el destino del mural donado por ti a la Iglesia de Riobamba. Comprendo tu extrañeza y te pido disculpas pues ciertamente te debo una explicación que esperaba hacerte llegar una vez terminadas las obras de acondicionamiento. Lo hago ahora con los mejores sentimientos de admiración y gratitud.
El cambio realizado obedece a dos razones. Una, más circunstancial; la otra, más de fondo, siempre contando con el parecer de los responsables de la Catedral y del Consejo Episcopal.
En primer lugar, hemos realizado en la Catedral obras de readecuación, dando cabida a algunos espacios litúrgicos nuevos, necesarios para la atención pastoral del Pueblo de Dios. Ello nos llevó a considerar la posibilidad del cambio del mural. Como bien conoces, en la Catedral permanecen los murales de Oswaldo Viteri, en el presbiterio, y de Pablo Sanaguano, en la capilla de Santa Bárbara.
En segundo lugar, la Diócesis se encuentra comprometida en la recuperación del centro de formación y pastoral de Santa Cruz. Dicho centro, en una situación de cuasi abandono, fue, como tú muy bien dices, desde la época de Monseñor Proaño, la Casa Madre o el corazón de la Iglesia de Riobamba. De ello, de su valor y significado, soy plenamente consciente y me siento orgulloso de heredar tal experiencia. En Santa Cruz seguimos celebrando asambleas, reuniones y cualquier iniciativa de formación, tanto de la pastoral indígena, cuanto mestiza. Desde hace casi un año hemos emprendido obras muy importantes de puesta al día que garantizan que Santa Cruz siga siendo nuestro espacio privilegiado de encuentro y de formación.

martes, 12 de julio de 2016

La situación en Venezuela



En el nº 95 del CORREO INTERNACIONAL DE LA FRATERNIDAD SECULAR CARLOS DE FOUCAULD, aparece el siguiente artículo que me parece de sumo interés, por la fuente.



Elena González

Tenemos una sensibilidad a flor de piel para sufrir la desinformación de nuestras comunes amistades de fuera. Eso me motiva para compartir algo de mi correspondencia reciente con amigos que han vivido en Venezuela o han pasado varios meses acá recientemente y, contrastando lo que conocen directamente con lo que leen, me preguntan.



CÓMO ANDAMOS POR VENEZUELA...

Ojala pudiera escribir buenas NOTICIAS POLÍTICAS… Si uno se empeña en hacer un ejercicio evangélico para buscar signos de BUENA NOTICIA en clave de la debilidad del "niño envuelto en pañales" que dice el relato de Lucas (y con imaginación femenina y práctica lo acompaña con pichi, caca y falta de agua)…, pues SÍ, los encuentra en los menos tomados en cuenta y más marginados, como alguna maestra de secundaria en Bojo que trabaja 30 horas semanales cubriendo 6 asignaturas y sin haber recibido un céntimo desde marzo pasado, cuando aceptó una suplencia para que no cerraran el liceo bolivariano… o de quienes pasan cada día por ventas ilegales y públicas de productos "bachaqueados" (comprados a la fuerza a precio regulado y vendidos en la calle sin control y a la vista de policías) y no los compran aunque sean pañales o papel higiénico… o quienes hacen cola por otros en ciudades distantes para encontrar medicinas y viajan 800 km. una noche entera para entregarlos a quien lo necesita… pero a otro nivel, lo que se ve es un caos.

Lo que SÍ es verdad es que las Vacas Gordas del petróleo no generaron, ni reservas ni productividad y la política de pago de la deuda social no ha sido acompañada por un impulso a la cultura del trabajo, ya bien vapuleada por el "… 'TA BARATO, DAME DOS" de la divisa estable por más de 60 años: “Sembrar el petróleo” ha sido una consigna vacía desde mi infancia hasta hoy…

POR AHORA, nada de cuanto falta de la canasta diaria es insustituible; pero una inflación especulativa demencial hace inaccesibles productos indispensables. Las medicinas y los repuestos industriales SÍ son problema. Y los insumos agrícolas también… ¡que ya es decir!

miércoles, 6 de julio de 2016

Agur, Iñaki



Hemos gozado contigo, Iñaki. Tú con nosotros.
Te decimos que nos has dejado. Nos aseguras, Iñaki, que no.
Estás en el lado de la vida desde el que puedes ayudarnos a experimentar que vives.

Todavía no sabemos cómo vamos a poder suplir tu ausencia. ¿Se dice suplir tu ausencia o suplir tu presencia?
Y es que no podremos. Sólo tú, sí, podrás hacerlo.
En cada uno de tus círculos están surgiendo muchos recuerdos de tu presencia imprescindible.

Con tu nuevo modo de acompañamiento, esos recuerdos no serán sólo referencias de pasado, sino y sobre todo, luces para continuar un camino, ya hecho en buena parte juntos.

Pero, navarrico, nos has dado estos tres últimos días tanta inesperada preocupación y trabajo, que no nos has dejado tiempo ni para llorar.
Te has ido con un semblante muy pacífico; le has echado tú, que no eras un buen jugador de mus, le has echado tú a Lesmes un órdago por la espalda. Y mira con qué cara nos has dejado a todos.

Con todo, y eso que tenías tú también tus buenos momentos de respe y mala leche,
·        son los que muestran nuestros rostros, unos surcos de lágrimas que han humedecido algunos campitos de alma que teníamos más que resecos;
·        nos has dejado con un par de arruguitas más en torno a los ojos, pero de las que enternecen nuestras miradas;
·        nos hemos encontrado de  pronto con unos surtidores entre el otro o la otra y cada uno de nosotros, de los que enriquecen la amistad o la recrean o la hacen nacer donde no parecía existir…

Iñaki, sabes que para nosotros el Agur no es una despedida, sino un saludo.
Como tantas otras veces, dirígelo hoy en un modo nuevo, el Agur Jaunak que vamos a escuchar, como melodía de nuestras almas.

Txelis

martes, 5 de julio de 2016

Una difícil comunión (y III)

Nota: Esta es la tercera y última entrega
(Dsculpen esta tremenda equivocación. Por propia ignorancia en esta materia, no salió el contenido en su fecha programada: 05/07/16. Pero ahí va...)






Pero la acción de esta nueva élite corre el peligro de transformar se en una iglesia no más colegial, sino más verticalista. Parafraseando a Montesquieu, se podría decir que la Iglesia católica era una monarquía (el papado) soportada por una nobleza (el episcopado y la vieja élite del laicado católico). Hoy gracias a los nuevos movimientos eclesiales, la Iglesia católica intenta liberarse de la nobleza y se apoya sobre una nueva élite que rechaza la obra de actualización realizada por los obispos conciliares y por el viejo laicado del siglo XX. El final de una iglesia centrada en el obispo y el clero no ha comportado el inicio de un modelo de iglesia más participativo y sinodal, sino que ha comportado la implantación de un injerto "comunitarista" dentro de las iglesias locales que conservan un enraizamiento territorial que tiene profundas implicaciones en el plano de la teología de la misión y de las relaciones iglesia-mundo.

Entre los perdedores por este fenómeno interno de la iglesia post-conciliar se encuentra el que podemos llamar laicado "suelto" o sin siglas, que importa sobre todo por la fidelidad a una iglesia local (traducido en el porcentaje de los que participan a la eucaristía dominical): el laico es más apreciado cuando esta encuadrado en una asociación o organización eclesial, lo que muchas veces comporta para los fieles "simples", es decir los que no pertenecen a ninguna asociación católica, una marginación de la real posibilidad de tomar parte activa en la vida de la iglesia local.

La ultima realidad que pierde es la cultura católica "liberal" (en sentido amplio) que ve en la victoria de los movimientos una reedición post-moderna de la cultura ultra-montanista de raíz decimonónica, en un enclaustramiento de la cultura católica en un nuevo "gueto católico"

En el lado político-asociativo, con el paso del "movimiento católico" a los "movimientos eclesiales" nos encontramos con el final de la experiencia formativa de una élite política y social católica que había salido de la fase del control de los notables y de la supremacía clerical para abrazar sistemas de selección y de sucesión de naturaleza asamblearia o de alguna manera participativa. Con los nuevos movimientos católicos esta fase no solo ha sido superada, sino negada y arrinconada en el archivo de la época conciliar: en los nuevos movimientos cató- licos hay líderes, no asambleas;  no elecciones. En un catolicismo todavía con estructura piramidal, entran en escena homines novi que son portadores de biografías nuevas, pero que en gran parte son extraños a los decenios de luchas del laicado católico organizado para hacerse reconocer con una dignidad propia de laicos.

A aquella cultura católica que en el curso del siglo XX había desarrollado un pensamiento sobre el Estado y sobre su legitimidad, algunos de estos movimientos católicos le proponen una visión del Estado como usurpador de la verdadera soberanía, es decir la de la iglesia sobre la sociedad. Esto se transforma, en el escenario de la economía del tercer sector y de la solidaridad, en un activismo, que efectivamente ha llevado al crecimiento, en los últimos decenios, de una cultura del servicio social dentro del catolicismo contemporáneo. Este activismo tiene una correspondencia teológica que en no raros casos produce efectos también sobre la formulación de la doctrina social y económica en el interior de la Iglesia católica. Este elemento influye en la visión de la iglesia sobre las cuestiones de la justicia social, y también acompaña una visión anti-liberal o pre-liberal del rol del estado en la gestión del bienestar social y de la economía.

lunes, 4 de julio de 2016

Homosexualidad y sodomía



            Desde hace unos meses, circula por Roma un comentario sobre la manera de relacionarse con la prensa que tiene Francisco. Admite diferentes lecturas, pero, en su origen, es fruto de una agradecida sorpresa por la libertad de que hace gala y de la que podemos disfrutar muchos otros: “eres más peligroso, se dice, que el papa en una rueda de prensa”.


La verdad es que el comentario no está carente de fundamento. Se ha podido comprobar nuevamente en las declaraciones que ha realizado el pasado 26 de junio, regresando de Armenia a Roma, y respondiendo a una pregunta sobre la posición de la Iglesia en lo referente a la homosexualidad: si “una persona tiene esa condición, tiene buena voluntad y busca a Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?” Y, completando lo ya manifestado en julio de 2013, ha finalizado este punto formulando una invitación: “debemos acompañar bien” a estas personas.

Mira tú, por dónde, ha reabierto el tema, precisamente, cuando parecía que su voluntad de mirar amablemente la homosexualidad había decaído en los dos últimos sínodos de obispos de 2014 y 2015 para sacar adelante, por lo menos, sus propuestas referidas a las parejas de hecho y a los divorciados vueltos a casar civilmente. No me extraña que haya quienes consideren particularmente “peligroso” a este papa que se sale sistemáticamente del guion establecido. Y que lo hace siempre para bien, al menos, de los marginados y más débiles.

Cuando se escuchan estas declaraciones de Francisco, es inevitable traer a la memoria otras -oídas y difundidas-, por estos y otros lugares del mundo, no tan amables sobre el mismo asunto. Pero, sobre todo, los comportamientos homófobos -y hasta homicidas- que hacen dudar no solo de la capacidad para convivir amablemente con lo diferente, sino, particularmente, de la cordura y sensatez humanas.

Quizá, por ello, no esté de más recordar que en la Iglesia católica coexisten, por lo menos, dos maneras de entender y de relacionarse con la homosexualidad. Y, por extensión, con las personas bisexuales y transexuales, dejando, al margen los comportamientos y planteamientos patológicos que, como en todo colectivo humano, también pululan entre sus filas.

viernes, 1 de julio de 2016

Voces de chavales


Escribo estas líneas mientras oigo de fondo voces de adolescentes que gritan juegan y ríen. Escribo desde unas convivencias de verano en nuestro Pirineo. En este largo encuentro con chavales, intentamos ayudarles a descubrir, a través de experiencias y testimonios, un modo de entender la vida en la que la generosidad y la solidaridad con el otro nos hagan descubrir lo mejor de nosotros mismos. Con Jesús de Nazaret como telón de fondo, los chavales van haciéndose preguntas y descubriendo que el amor es lo más hermoso que podemos vivir.


Mientras oigo el griterío, miro las noticias electrónicas y veo los resultados de las elecciones. Es curioso, ningún chaval ha preguntado quién había ganado. Preocupados, eso sí, por una selección de fútbol que ha acabado perdiendo, no han manifestado ningún interés por los resultados electorales, ni la más absoluta mención.

Esa distancia, ese desencuentro entre política y adolescentes es más que significativo. Y es que ellos, que no tienen ningún pudor en decirlo, están hartos; hartos de palabras, de descalificaciones, de insultos, de corruptelas, de promesas. El discurso de los políticos suena a tan vacío que ha conseguido ser absolutamente irrelevante para muchos chavales. Si uno de ellos saca el tema de la política, siempre hay otro que termina diciendo “Todos son iguales” y a otra cosa mariposa, a otro tema más interesante, el resultado de los partidos o los ligues de los cantantes.

Me preocupa una generación que está cansada de los políticos sin haber tenido tiempo de saborear la democracia.

Tengámoslo todos en cuenta. A los educadores nos tocará alentar la convivencia democrática en los jóvenes; a los políticos les tocará, dejarse de milongas, ponerse de acuerdo y comenzar a gestionar la convivencia en un país, en las que las siglas de los partidos parece que prevalecen a la concordia, en donde se rehúye el saludo al adversario y en donde parece que para triunfar hay que ser un sinvergüenza o un maleducado.

Pónganse de acuerdo, señores políticos, entonen el mea culpa por su testimonio patético de no querer pactar hasta el punto de llevarnos a unas segundas elecciones, y recuperen la credibilidad en un país en el que, con su actuación, han conseguido la desconfianza de los mayores y la más absoluta ignorancia de sus jóvenes.


JOSAN MONTULL